Este De Oude Delft, de procedencia holandesa, es uno de esos escasos objetivos capaces de imprimir carácter. No solo impresiona por su extrema rapidez (su abertura fija de f/0.75 es un pequeño prodigio) y su peculiar construcción; también impacta por su origen. Y es que inicialmente sus lentes fueron diseñadas para ser utilizadas en las máquinas de rayos X.
Lo interesante es que este punto de partida impuso algunas restricciones importantes que han otorgado a este objetivo su marcado carácter, un poco en la línea de las cámaras Lomo originales, aunque realmente sus peculiaridades tienen poco en común más allá de su marcada personalidad.
Como he mencionado antes, la abertura del De Oude Delft es fija, y, además, carece de anillo de enfoque, por lo que solo es capaz de enfocar nítidamente aquellos objetos que se encuentren a una distancia de 2 metros. Precisamente, estas restricciones, lejos de ser debilidades, son las que embellecen sus fotografías, entre otras razones, gracias a un precioso bokeh.
Los fotógrafos lo utilizan habitualmente en compañía de cámaras absolutamente diferentes. Algunos se han decantado por cámaras de película clásicas, como la Leica M3, mientras que otros lo han adaptado a cámaras digitales actuales, como Aldo Navoni, que lo usa con una NEX-5 de Sony. Si tenéis curiosidad, en este enlace podéis echar un vistazo a algunas fotografías tomadas con el De Oude Delft instalado en una Leica M8, y en este otro vínculo tenéis uno de los álbumes de Flickr creados por Navoni con su NEX-5. Que las disfrutéis.
Vía | The Phoblographer En Xataka Foto | Otro antiguo pero admirado objetivo Petzval volverá a la vida adaptado al siglo XXI
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