Los fotógrafos somos personas exigentes con nuestras cámaras, objetivos y accesorios. Siempre queremos tener lo mejor, aunque más dinero del que nos gustaría reconocer. Todos hemos vivido la sensación de comprar nuestra primera cámara y notar que el objetivo no es tan luminoso como nos gustaría, que nuestro flash es limitado e imposible de rebotar en el techo, o que una ráfaga un poquito mas rápida nos vendría estupendo.
Hoy debatiremos acerca de las ventajas y desventajas de comprar un flash o un objetivo como primer accesorio tras nuestra primera cámara.
Las ventajas de una buena cristalería
El impulso más inmediato que tenemos cuando compramos una cámara y el objetivo de kit se nos queda corto, es comprarnos un buen objetivo. La luminosidad, una mejor construcción y el cambio de focal son interesantes, pero ¿lo son como para querer comprarnos un objetivo antes que un flash?
Poniendo un presupuesto aproximado de unos 300 o 400 euros, que es un poquito más de lo que nos costaría un flash de gama alta como un Metz 52 AF-1 o el Canon 430EX II, una de las ventajas de una buena cristalería reside en una mayor flexibilidad para la exposición gracias a una mayor apertura máxima.
Si hablamos de objetivos fijos, podríamos disponer perfectamente de un f./1.8 o f./1.4 que nos permite disparar a f./2.8 con una velocidad de obturación que evite la trepidación y un ISO contenido. En objetivos de zoom variable podemos encontrar buenas aperturas de f./2.8 como el que ofrece el Tamron 17-50mm f/2.8 XR Di II VC LD ASL, una opción muy correcta para saltar del objetivo de kit a nuestro primer objetivo luminoso y no tener que desembolsar más de 500 euros por él.
A una mejor apertura, le sumamos una mejor construcción y diseño de los elementos que componen el objetivo y que hace que la calidad de imagen aumente, por ejemplo con elementos apocromáticos que evitan en la medida de lo posible las aberraciones cromáticas. Las prestaciones como estabilizadores ópticos o un motor de enfoque ultrasónico también son importantes, ya que si compramos el flash más caro del mercado pero nuestro objetivo enfoca lento en situaciones de escasa luz, no nos servirá de nada disponer de un buen flash.
El poder de un destello
El poderío de un flash y su versatilidad suelen ser las principales razones por las que este es un accesorio tan útil. Si la fotografía es dibujar con la luz, el flash podría equivaler a un bote de pintura encima de nuestra cámara que nos permite inundar la escena con un destello. Además, en casos en los que no dispongamos de luz suficiente o que nuestro objetivo no sea todo lo luminoso que podría ser, el flash será de gran ayuda para no pasarnos con el ISO.
Con un flash que emplee medición TTL, es posible ajustar manualmente el objetivo en su 'punto dulce' o 'sweet spot' para conseguir la mejor calidad y poder exprimir todo lo que nos pueda ofrecer el objetivo de kit. Si bien es cierto que estos puntos se encuentran en las zonas más luminosas si el objetivo es de calidad, prácticamente todos los objetivos toman una buena calidad a partir de f./5.6, por lo que en estas situaciones, un buen flash puede convertir un mal objetivo en un equipo decente.
La verstailidad que comentaba hace referencia a que, a través de un disparador remoto, es posible sacar el flash de la zapata y dispararlo desde un paraguas, un softbox o un beauty dish. Estos accesorios son baratos, especialmente si nos decantamos por flashes strobist como un Yongnuo YN560 III por 64 euros o Neewer TT560 por 30 euros(este último sólo es posible emplearlo en modo manual).
En definitiva, yo recomendaría la compra de ambos, pero creo que con un objetivo de kit y un buen flash nos permitirán seguir exprimiendo nuestro equipo. Debido a la versatilidad de un buen flash en interiores, con la posibilidad de poder hacernos un miniestudio en casa con los accesorios adecuados, creo que un flash abre muchas más puertas creativas y técnicas que un objetivo mejor que el de kit. Sin embargo, si sueles trabajar en ambientes bine iluminados y crees que una mejor velocidad de enfoque, una mejor resolución y contraste se adecuan a tus necesidades, probablemente mejorar el objetivo sea clave para seguir mejorando como fotógrafo.
Fotografía de portada | Nayu Kim
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