La popularización de las cámaras EVIL ha traído consigo un revival del uso de objetivos baratos y de baja calidad, para los que hasta ahora reinaba la marca Lensbaby. Uno de los motivos es que la escasa distancia entre el sensor y la lente permite adaptar monturas vetadas para las cámaras reflex, como es el caso de las monturas C y CS, usadas por videocámaras, y con una buena oferta de lentes baratas para videovigilancia.
Algunos vendedores han aprovechado el tirón, buscando lotes de objetivos muy baratos y con características interesantes, y vendiéndolos con el adaptador preparado para cámaras NEX o micro 4/3. En concreto, podemos encontrar en eBay dos objetivos de SLR Magic muy curiosos, un 35mm f1.7 (con ambas monturas), y un 26mm f1.4 "Toy Lens", que de momento sólo existe para la segunda.
Steve Huff ha analizado ambas lentes, y la relación calidad/precio las hacen, según su experiencia, más que aconsejables. En concreto, acaba de analizar la lente de 26mm (más de juguete que nunca, ya que viene con un juego de arandelas de colores para personalizarla, aunque personalmente dudo que las usara), y su galería de fotos es más que buena para un cacharro de aproximadamente 60 euros (más barata, por tanto, que la más barata de las Lensbaby).
Foto: Mohamed Syazwan
Objetivo 35mm f/1.7 de montura C en un Sony NEX-3
Aún así, podemos conseguir precios aún más bajos si buscamos por un lado el adaptador de esta montura, y por otro lado los objetivos, aunque en este caso necesitaremos esforzarnos un poco en mirar el mercado y estar seguros de que la óptica que vamos a comprar es válida y adecuada para nuestras necesidades.
El resultado dependerá de cada caso concreto, pero normalmente nos encontraremos con bokehs rabiosos, que a veces crean un efecto similar al desenfoque de movimiento o a los objetivos descentrables (salvando los miles de euros de distancia), pero que pueden ser útiles para darle un aspecto irreal a nuestras imágenes, o para aislar al sujeto de una manera distinta.
En cualquier caso, que nadie se lleve a engaño: la nitidez será escasa, los bordes van a estar normalmente completamente distorsionados, y difícilmente se podrán usar para el día a día, pero la inversión es suficientemente baja como para arriesgarse, y a veces serán la mejor manera de iniciarnos en el mundo de la fotografía con escasa profundidad de campo.
Foto: Chad Kainz
Objetivo Wollensak 1/2" f/1.5 de los años 40 en una Panasonic Lumix G1
También, a no ser que compremos estos kits ya prediseñados, habrá que tener cuidado con la circunferencia que proyecta el objetivo sobre el sensor, porque el viñeteo puede ser muy alto, hasta el punto de encerrar la imagen completamente dentro de un círculo, en el caso de los más angulares.
Para finalizar, aclarar que con estos objetivos, como cualquier objetivo manual y sin contactos electrónicos, no dispondremos de autofocus ni de ningún tipo de datos en la cámara ni en el fichero final, pero al fin y al cabo, lo mismo nos ocurriría con un carísimo objetivo clásico de altísima calidad, y a esos les ponemos menos pegas, ¿no?
Más información | Steve Huff (Análisis 35mm f1.7) | Steve Huff (Análisis 26mm f1.4 Toy Lens)
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