Poco más de un año después de presentar la D600, Nikon decidió renovar este modelo con la nueva Nikon D610. La que denominamos en su momento la Full Frame para el pueblo es revisada con algunas mejoras y, sobre todo, para dejar atrás cualquier sombra de duda sobre los problemas de manchas en el sensor. Aunque más allá de este detalle, lo cierto es que la D600 logró convertirse en una cámara de referencia, ofreciendo un rendimiento óptimo que, en esta Nikon D610 también esperábamos con ganas comprobar.
Durante unos pocos días hemos podido ponerla a prueba y analizar las virtudes y defectos de una cámara réflex que, por prestaciones, bien podía pasar como una cámara profesional, pero que está enfocada a aficionados entusiastas que quieran dar el salto al sensor Full Frame de Nikon.
Características principales
Antes de detenernos en los detalles más destacados, repasamos brevemente sus características principales. Empezando por el mencionado sensor FX de 24,3 megapíxeles y con un rango ISO nativo de 100 a 6400. Acompañado de un nuevo mecanismo de obturación que permite aumentar la ráfaga hasta los 6 fotogramas por segundo y un modo de ráfaga en disparo silencioso que llega hasta 3 fps. Por supuesto, también viene a sustituir el anterior obturador que parece ser la raíz del problema de las manchas en el sensor de la D600. Así que Nikon se ha propuesto resolver cualquier duda con este nuevo módulo de obturación, que además, permite mejoras en el rendimiento.
En cuanto al enfoque viene equipada con el sistema de autoenfoque Multi-CAM 4800 de 39 puntos muy similar al que encontramos en la Nikon D4 (Multi-CAM 3500FX), permitiendo lograr un veloz enfoque en situaciones de poca luz.
En el modo de vídeo se mantienen sus características, siendo capaz de grabar en Full HD a 30, 25 y en 720p a 24p o 60, 50, 30 y 25p. También posee conexiones para audio de entrada y puertos de salida para un mejor seguimiento de sonido.
Como vemos, sus prestaciones son suficientemente atractivas aunque su diseño se ha mantenido en la misma línea, como detallamos a continuación.
Diseño y ergonomía
Pocas diferencias podemos encontrar en la D610 con respecto a su antecesora. Una línea continuista en el diseño sin renunciar a un cuerpo sellado en aleación de magnesio (muy similar al de la D800) y cuyas sensaciones en las manos son de gran robustez sin tener un peso excesivo para una cámara de estas características (850 g con batería). Es una cámara cómoda, con un buen agarre y con controles y botones suficientes para satisfacer a los más exigentes. En tamaño se encuentra entre la D7100 y la D800 y en conjunto con el objetivo del kit (Nikkor 24-85 mm) el conjunto queda muy bien equilibrado.
Los usuarios de Nikon encontraran controles que les resultarán muy familiares, puesto que comparte los de los modelos D5200 y D7100, aunque con la ventaja añadida de incluir un bloqueo del dial de modo de exposición, para evitar accionarlo accidentalmente. Por supuesto, encontramos un acceso fácil a los modos personalizables en la base del mismo dial.
La pantalla LCD de 921.000 puntos y 3,2 pulgadas es de gran calidad, con una reproducción buena y un manejo agradable por su tamaño, tal y como cabía esperar. Aunque no está articulada, al menos encontramos algunas novedades que nos serán de gran ayuda como la incorporación de un nivel digital, ideal para ajustar la composición y evitar posibles inclinaciones difíciles de apreciar.
El visor de la Nikon D610 tiene una cobertura del 100% y una magnificación de 0.7x, lo que la acerca a los modelos superiores (y más caros) como la D800 y D4. También encontramos el habitual flash integrado que posee un número guía de 12 metros a ISO 100. Además, dos botones situados en la parte delantera permiten configurarlos libremente para asignarles funcionales personalizadas, como la vista previa de la profundidad de campo o el mencionado nivel electrónico, ambos muy útiles.
En el lateral del cuerpo encontramos sus conexiones principales, como un puerto USB 2.0, una salida HDMI, entrada de micrófono y un conector para auriculares. En el lateral opuesto encontramos el compartimento con dos ranuras para tarjetas de memoria (eso sí, solo SD), que se pueden configurar para guardar simultáneamente o bien como backup o incluso permite guardar en una los archivos RAW y en la otra los JPEG, o foto en una y vídeo en la otra. Sin duda, muy cómodo para mejorar la productividad en largas sesiones.
Disparando con la Nikon D610
De entre las novedades hay que destacar el modo de disparo silencioso, que se puede activar en el dial con el modo "Q". Este modo permite una captura más sigilosa al retrasar el movimiento del espejo respecto al obturador. Es un modo interesante cuando necesitamos pasar desapercibidos y también permite una ráfaga de hasta 3 fps, pero sigue siendo una obturación mecánica y el sonido, aunque más bajo, sigue siendo apreciable desde cerca.
En cuanto al enfoque, nada que objetar a esos 39 puntos (9 en cruz), ya que son suficientes para casi cualquier situación y el sistema es rápido y eficaz. Aquí encontramos diferencia con su hermana mayor, la D800 (con 51 puntos de enfoque), pero en alguna parte se tiene que apreciar la diferencia de precio también. No obstante, el autofocus funciona muy bien, incluso en situaciones de poca luz, aunque en más de alguna ocasión ha requerido comprobación posterior para confirmarlo (algo que no está de más).
El trabajo a través del visor, que será el más habitual, es eficiente y se agradece esa cobertura del 100%. Aunque sí apuntar, que como esta cámara nos permite usar también en el formato DX (si usamos objetivos para ello), la cobertura es algo menor, pero poco apreciable.
La pantalla cumple muy bien su objetivo y solo el sistema Live View sigue teniendo margen de mejora en cuanto a la velocidad de activación.
Rendimiento del sensor de la Nikon D610
El sensor, como cabía esperar, ofrece un rendimiento magnífico. Incluso con el objetivo del kit, un AF-S NIKKOR 24-85mm f/3.5-4.5G ED VR, el resultado es muy elevado, así que quien pueda ampliar su equipo con objetivos de mayor calidad, no dude que encontrará resultados más que notable. Con todo, este objetivo posee un funcionamiento más que suficiente, sin ser muy luminoso. En conjunto con el sensor FX de la D610 consigue un alto rendimiento, lo que también ayuda el sistema de autofocus mejorado y que el objetivo sea estabilizado. Sin duda, mucho mejor combinación en este kit que otros modelos de la competencia que hemos probado.
En cuanto al balance de blancos, que es otra de las mejoras que incorporaba esta D610 lo cierto es que el resultado es muy correcto, aunque siempre nos queda la opción de disparar en RAW y luego rectificar o afinar en la edición. Sí encontramos un excelente comportamiento en el rango dinámico, lo que permite resolver escenas complicadas con contrastes fuertes, siendo capaz de extraer detalles en las sombras y en las luces con solvencia. Aquí sí es donde realmente se aprecia que tenemos una cámara con prestaciones elevadas y donde el sensor ofrece los mejores resultados.
En cuando a la sensibilidad, como indicábamos, ofrece un rango nativo entre 100 y 6.400 ISO, con opción de extenderlo hasta 25.600 ISO (y 50 ISO en el mínimo). Aunque es una opción, lo cierto es que en pocas ocasiones durante la prueba se ha necesitado una ampliación forzada. Disparar a 6.400 ISO ofrece unos resultados muy válidos, como se aprecia en las muestras de capturas nocturnas que acompañamos.
El nivel de detalle y comportamiento general del sensor colocan a esta cámara en un nivel muy elevado y que es el gran justificante de su precio y la excusa perfecta para el fotógrafo exigente que quiere pasarse al Full Frame.
Conclusiones y valoración
El trabajo de Nikon con la D610 no varía en exceso con el modelo anterior, a pesar de las mejoras, la renovación sigue manteniendo intactas sus mejores cualidades. Esto es, un enfoque automático veloz y efectivo, controles abundantes y completos y un rendimiento del sensor de grandes resultados. Como ya indicamos cuando analizamos la D600, es una cámara que bien podría usarse para uso profesional aunque desde Nikon y los puntos de venta se insista más en una cámara muy completa ideal para el aficionado más exigente.
Un cuerpo robusto y sellado, una autonomía muy notable, junto con los mencionados rendimientos a valores ISO altos y la calidad de imagen, son argumentos sólidos que colocan a esta cámara como una gran opción. Eso sí, el precio sigue siendo elevado también (unos 2.000 euros), quizás demasiado cerca del modelo superior D800. Con todo, solo se echa en falta la inclusión de conectividad Wi-Fi, que es un detalle más que hubiese completado las prestaciones de esta estupenda Nikon D610. Una cámara de garantías para quien quiera disfrutar con un sensor Full Frame y sus posibilidades.
A continuación podéis ver una galería de muestra, o bien visitar la galería en Flickr a toda resolución:
La cámara ha sido cedida para el análisis por parte de Nikon. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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