Tengo que confesar que esperaba con impaciencia el resultado arrojado por el sensor de la nueva D4S de Nikon en DxOMark, el exigente banco de pruebas elaborado por DxO Labs. Porque, aunque tiene la misma resolución y el mismo tamaño que el de la D4, según Nikon se trata de una versión «renovada», por lo que lo razonable es que su rendimiento no sea exactamente el mismo.
Y, efectivamente, no lo es. Pero casi. Si echáis un vistazo a la imagen que ilustra este post comprobaréis que ambas cámaras han obtenido la misma puntuación global en este test: 89 puntos. Los mismos que obtuvo en su día la Df, aunque no es extraño, pues dentro de estas tres cámaras late un sensor muy similar.
Pero, si hilamos fino ahora que hemos introducido a la Df en la ecuación, podemos ver que el rendimiento en la prueba de profundidad de color es ligeramente diferente. La que sale mejor parada en este escenario es la D4, con sus 24,7 bits, seguida por la Df, con 24,6 bits, y, por último, la D4S, con 24,4 bits. En cualquier caso, este resultado apenas tiene relevancia porque, como nos confirman en DxO Labs, las diferencias por debajo de 1 bit apenas pueden apreciarse.
Rendimiento con baja luminosidad
El rendimiento de estas tres cámaras en condiciones de baja luminosidad sí es más relevante, y, curiosamente, en este test es la Df la que «manda», y no la nueva D4S. La Full Frame «retro» de Nikon ha obtenido un índice de 3.279 ISO, mientras que la D4S se queda en 3.074 ISO. Aun así, es un resultado excepcional y ligeramente mayor que el arrojado por la D4 y sus 2.965 ISO.
Enfrentemos ahora la D4S a la competencia directa. Si os fijáis en la imagen que publicamos justo encima de este párrafo tanto el sensor de la nueva D4S como el de la D4 aventajan en todos los escenarios definidos por DxOMark al sensor de la EOS-1D X de Canon. Lo más notable es, precisamente, la diferencia que existe entre estas tres cámaras si nos fijamos en su rendimiento en condiciones de baja luminosidad, sobre todo si comparamos la D4S y la EOS-1D X. Y es que la primera de ellas aventaja en un índice de 288 ISO a su máxima rival. No es una diferencia abismal, pero sí relevante.
Y, para concluir, como curiosidad es interesante recordar que la cámara de Nikon con mejor puntuación global en DxOMark es la D800E (seguida muy de cerca por la D800 y las A7 y A7R de Sony), que alcanzó en su día los 96 puntos, muy por encima de los 89 puntos de las D4 y D4S. Eso sí, su rendimiento en condiciones de baja luminosidad es inferior al que ofrece la nueva D4S y solo levemente superior al de la D4. Un último apunte: como os contamos en este otro post hace solo unos días, la D800E ha sido desbancada del trono al que la aupó su puntuación global por la RED Epic Dragon y sus impresionantes 101 puntos.
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