La fotografía sirve para muchas cosas, pero sobre todo tiene el inmenso poder de contar cómo funciona el mundo. El autor da su punto de vista pero no tiene que demostrar que ha estado ahí, pues la fotografía es el mejor testimonio que existe. 'Negro' de Sergi Cámara, publicado por la editorial Blume, es un disparo certero al corazón y al cerebro del espectador que quiera saber, de primera mano, la falta de humanidad de las fronteras.
Sergi Cámara es un fotógrafo comprometido, que nos enseña la realidad a través de su mirada. Llama mucho la atención que en su página no encontramos ninguna biografía. La única forma de conocerle es a través de sus imágenes. Y nos cuentan mucho.
Como podemos leer en una de las muchas exposiciones en las que ha participado:
Documentalista independiente nacido en Vich (Barcelona) en 1970. Ha trabajado en países como: Marreucos, Argelia, Malí, Níger, Nigeria, Ruanda, Albania, Yemen, Guinea Bissau, Senegal, Colombia, Venezuela, Panamá, Haití, Ecuador, Sudán del Sur y Brasil. Su trabajo personal se centra en las migraciones de África hacia Europa y los desplazamientos de refugiados, en los que lleva trabajando desde 2004 y donde combina la fotografía documental con el vídeo. Ha trabajado para diferentes organizaciones como Entreculturas, el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) y Fundación «La Caixa». Entre los premios y distinciones que le han sido concedidos, destacan el primer Premio Revela internacional de 2013, la Mención especial del jurado Fotopres09 Fundació «La Caixa», el Premio José Couso 12 meses 12 causas de Tele5 por el documental realizado en Melilla en 2006 y el haber sido finalista del Premio PHE OjodePez de Valores Humanos 2014. Asimismo, recibió la beca Fotopres05 de La Fundación La Caixa por su trabajo sobre el viaje de los inmigrantes hacia Europa a través de Malí, Argelia, Níger y Marruecos. Ha realizado publicaciones en Newswek Japan, Financial Times, Time, The Guardian, Vanity Fair Italia, Libération, Jeune Afrique, NWK Arabic, el Magazine de La Vanguardia, ParisMatch, Nouvel Observateur, DaysJapan, Knak (Bélgica), Night&Day, Stern y Figaró Magazine entre otros.
La experiencia es un grado y su trabajo tendría que servir de referencia para los políticos y los ciudadanos que quieran cambiar el mundo. 'Negro' debería ser obligatorio en los colegios, en los institutos y en las universidades. La realidad es así y tú, con toda la información del libro, tienes que tener claro el sentido real de la vida.
No se trata de política (porque parece que ya no es ese instrumento basado en la virtud que favorece el bien social), sino de algo más profundo como es la pura humanidad. No hay derecho que las fotografías que vemos en el libro sean reales, deberían ser mentira y que Sergi Cámara fuera un fotógrafo conceptual y no un fotoperiodista comprometido.
'Negro' es un libro que duele. Es de un fotógrafo, pero lo textos escritos por el autor, que lleva desde 2004 documentando los movimientos migratorios en Melilla, lo convierten en un ensayo sobre su visión de las fronteras del sur de España.
Pensábamos hacer una reseña, pero hay tanto que contar que hemos hecho una entrevista para conocer al autor de un libro que nos ayuda a reflexionar, a la altura de los trabajos de Gervasio Sánchez o ese punzón que es el 'Inferno' de James Natchwey.
'Negro', la fotografía es medio muy potente para crear conciencia
¿La fotografía tiene el poder de cambiar las cosas? ¿Es el objetivo de ‘Negro’?
El objetivo de 'Negro' es mostrar las vulneraciones de derechos humanos con las que me encontré durante todos esos años trabajando en la frontera de Melilla.
Quería mostrar por un lado el trabajo de varios años en la frontera de Melilla y por el otro denunciar las vulneraciones sistemáticas de derechos humanos. Quería hacer un libro y durante la pandemia pude hacerlo.
¿Si pretendo cambiar las cosas? La respuesta es no, no pretendo cambiar las cosas pues es muy difícil que esto cambie... Desde que empecé en 2004 todo ha ido a peor. La violencia cada vez más fuerte contra los migrantes, la valla subió de tres a seis metros.
Lo que pretendo con este trabajo es crear conciencia, dejar un testimonio de lo que hicimos, de lo que no quisimos ver.
Por otro lado también quería explicar las cosas que vi y no pude fotografiar. No siempre puedes hacer fotos en este trabajo, a veces se te escapan. Por eso escribí pequeñas historias de aquellas experiencias.
Muchas veces los fotoperiodistas vemos mucho más que los propios redactores, y hay que desterrar ya esa idea vieja de que los fotógrafos no podemos escribir.
¿Qué es lo que te llevó a fotografiar las fronteras del sur de España en 2004? En el libro nos cuentas que te fuiste sin contactos, sin medios y hoy podemos leer una experiencia de 10 años y 30 viajes.
Todo empezó con un breve en un periódico, que decía inmigrantes saltan la valla de Melilla... Al cabo de una semana estaba allí. No sé, algo me hizo ir, un impulso, no sé... Pero al cabo de pocos días estaba en el centro de Melilla pensando como empezaría a trabajar. Sin contactos sí, todo lo que no te recomiendan, pero creo que las ganas y la ilusión pudieron vencer a este 'pecado' periodístico.
Todos te dirán que hay que ir con contactos a los lugares. Pero no siempre se llega a los sitios siguiendo el manual. Y si vas con tiempo y sin prisas puedes llegar igual o incluso más lejos... Al final un breve en un periódico que se convirtió en un trabajo de más de 10 años.
Creo que a veces las grandes historias están en lo que los mass media consideran simples breves.
¿Cómo es editar un libro como ‘Negro’? La edición impacta y nos acerca a la historia que nos cuentas, desde esa portada con textura a las páginas negras hasta esa última carta escrita a mano. ¿Cómo son los descartes, la selección de textos de una experiencia tan dura?
La parte del diseño fue una propuesta de las personas del equipo de la editorial Blume. Les dejé libertad total y confianza en ellas. Me gustó la propuesta que hicieron.
Tenía la carta escrita a mano y otros documentos que había guardado durante estos años, incluso las libretas de los viajes del 2004 con los nombres de los contactos de la montaña, teléfonos y anotaciones.
Es evidente que hay muchos descartes, pero hice una selección para la editorial, que me dio total libertad en el contenido, algo que agradezco mucho. Fue difícil si, pero ya tenía bastante clara la edición que quería hacer.
Negro: 10 años de vulneraciones de derechos en la valla
Revisé los cientos de negativos, de los primeros años de trabajo, en busca de algunas fotos que en aquel tiempo no les di importancia y ahora creo que sí la tienen.
Y esta pregunta me lleva a cómo has conseguido publicarlo… veo que hubo una campaña de financiación ¿Cómo fue el proceso?
Si hice un crowdfunding a través de Verkami y gracias a las aportaciones se pudo conseguir para hacer la producción del libro.
Luego presenté el trabajo a la editorial Blume y enseguida quisieron editarlo. Todo un honor para mí pues han editado libros a muchos compañeros y compañeras que yo admiro. Es maravilloso poder estar en el catálogo de esta editorial que cuida y ama la fotografía.
También colaboraron Entreculturas, Casa África y Mugak (SOS Racismo de Gipuzkoa). Estoy muy agradecido por el apoyo de todas las personas que creyeron en el proyecto.
Con este libro cuentas con pelos y señales uno de tus proyectos más reconocidos. Estás al lado de los olvidados por la sociedad, al lado de personas que sacrifican todo por una vida mejor, con los migrantes. En una sociedad occidental en la que han despertado los peores demonios ¿qué futuro ves? ¿Te ves con fuerza para seguir hablando con la cámara?
A veces, cuando ves que esto no cambia te apetece abandonar, pero si no lo hecho ya, no creo que pase. Lo importante es concienciar, llegar a las personas y que intenten ponerse en la piel del que solo ha tenido la mala suerte de nacer al otro lado de la valla.
Seguro que tu trabajo depende más de un buen calzado que de una cámara de última generación ¿pero qué supone el mundo digital para tu trabajo?
El mundo digital ayuda mucho, ha sido una gran evolución. Este trabajo lo empecé en 2004 con doce carretes de 36 fotos de 400 ISO en mi primer viaje. Era caro cada carrete, cada revelado y cada escaneado.
Ahora con una tarjeta de muchos megas y una cámara puedes tirar millas y no tienes esos gastos de revelados y escaneados. Era parte del presupuesto de un trabajo. Todo es más accesible, con unas cámaras que te dan muy buena calidad por no mucho dinero.
Aunque a veces he vuelto a trabajar en analógico, en algún reportaje. Ahora hace tiempo que no lo hago, pero tengo ganas. Me gusta este juego en el que solo tienes 12 fotos o 36 en un carrete.
¿Utilizas la cámara como escudo para aguantar todo lo que ves o como una puerta para entrar en lo que quieres enseñar?
A veces las dos cosas, la cámara te sirve como primer escudo, pero no hay ningún escudo que te pare lo que te llevas dentro de tus pensamientos.
Básicamente me ayuda a llegar a lugares que de otra manera no hubiera llegado. Es como un pasaporte que te abre puertas a lugares que de otra forma no llegarías. También la utilizo porque pienso que la fotografía es un medio muy potente para crear conciencia.
En las librerías puedes encontrar todo tipo de libros. Pero 'Negro' es uno que te ayudará a entender cómo es el mundo al otro lado. La palabra y la imagen es una comunión perfecta para entender una sociedad convulsa en la que importa más la propiedad personal que el bien común. Y la única diferencia es que ellos han nacido al otro lado de una línea inventada. La fotografía de Sergi Cámara nos cuenta una historia que todos deberíamos conocer.
- ´Negro'10 años de vulneraciones de derechos en la valla.
- Sergi Cámara
- 16,5 x 22 cm
- Editorial Blume
- PVP: 30€
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