‘Fotografía infantil. Técnicas y estilos’, un manual para adentrarse en la disciplina (y el negocio) de la fotografía con niños

La fotografía de niños es una de las de mayor expansión en los últimos años gracias a la popularización de todo tipo de dispositivos que permiten tomar imágenes. Así, los pequeños de hoy día puede que sean los más retratados de la historia, lo que no significa (ni mucho menos) que se les hagan siempre buenas fotos. Justo lo que pretende remediar el volumen ‘Fotografía infantil. Técnicas y estilos’ que vamos a revisar.

Se trata de un manual para adentrarse en este campo y que está dirigido fundamentalmente a quienes pretendan hacerlo de forma profesional, aunque por supuesto también puede ser un buen punto de partida para padres y madres aficionados que quieran inmortalizar a sus pequeños de la mejor forma. Su autor es Manuel Santos, al que ya conocimos por este otro libro dedicado las bodas, y que es un todoterreno de la fotografía (fotógrafo y profesor).

Sin embargo, las imágenes del libro no son suyas sino de tres fotógrafos, profesionales del medio con una larga carrera a sus espaldas y que “representan lo mejor de esta especialidad en el ámbito internacional”. En concreto, se trata de Alba Soler, Pepa Valero y Manuel González, que son los autores de las más de 200 imágenes que contiene el libro que nos proponemos analizar. Editado, por cierto, por JdeJ Editores dentro de su colección Fotoruta.

Estructura y contenido

Como todos los libros de esta línea editorial nos encontramos ante un volumen extenso, 328 paginas en este caso, que contienen muchísima información estructurada en 11 capítulos, el primero de los cuales es una extensa intoducción. En ella, el autor nos cuenta a quién se dirige el libro y nos presenta a los autores de las fotos, además de hablarnos de las peculiaridades de este tipo de fotografía y ofrecer consejos para “manejar” a los pequeños en las sesiones.

El siguiente capítulo está dedicado al equipo fotógráfico (y humano) con indicaciones sobre qué equipo es el más adecuado (cámaras, objetivos, flashes y otros accesorios) y cómo usarlo (cómo elegir los ajustes de la cámara, etc), además de hablar de la posibilidad de trabajar con un equipo de apoyo.

El tercero es uno de los más interesantes ya que habla de cómo encontrar nuestro propio estilo fotográfico, empezando por ejemplificarlo con los estilos de los tres autores involucrados en el libro y siguiendo por hablar de cosas cruciales como la importancia de transmitir emociones, el lenguaje corporal en los niños y cómo desarrollar la habilidad para contar historias con las fotos.

El cuarto capítulo está dedicado a hablar de cómo mejorar nuestra composición e iluminación, un apartado quizá más genérico pero que ejemplificado con fotos de niños cobra una nueva perspectiva.

Lo siguiente son tres capítulos de nombre similar ya que se dedican a hablar del desarrollo de las sesiones con bebés, niños hasta siete años y entre ocho y doce años. En ellos, el autor cuenta cómo afrontar el trabajo, cuáles son las posturas más adecuadas, la iluminación, etc y ofrece además propuestas de ideas para realizar. Además, esto se estructura a su vez en distintas etapas por las que pasan los niños y que requieren diferentes tratamientos.

Llegamos así al capítulo ocho y nueve que suponen un cambio de tercio ya que tratan de todo lo relacionado con la postproducción de las fotos (equipo, software, tareas, procesado RAW, ajustes y métodos para hacer copias de seguridad), así como la creación digital de productos como álbumes digitales o audiovisuales.

Estamos acabando nuestro repaso a la estructura del libro donde no podían faltar unos capítulos finales, el décimo y undécimo, dedicados a la promoción y gestión del negocio. Unos apartados donde nos hablan de múltiples aspectos dedicados a sacar adelante un negocio de fotografía infantil y que, sin duda, son las partes más profesionales del volumen.

Por lo que toca al contenido, en la línea de esta colección encontramos unas páginas bastante “abigarradas” de argumentos, con abundante texto, muchas fotos (con su correspondiente pie explicativo) y también diagramas y cuadros, con consejos prácticos o información adicional que ayudan a que el aspecto visual del libro sea más atractivo.

Aún así, el texto es el principal protagonista y la información es muy abundante. Por cierto que, al tratarse de un libro en el que se habla del trabajo de tres fotógrafos, hay abundantes citas de ellos, así como explicación de sus distintos puntos de vista para abordar una misma situación o problema. Algo que (en parte) explica el grosor del volumen pero que, sin duda, enriquece el contenido.

Nuestra valoración

Eso sí, como ya hemos comentado con ocasión de otros libros de la misma colección, nos parece que el formato está demasiado comprimido. Tanta información y fotos condensadas en un tamaño de 17 x 24 centímetros (no es un libro de bolsillo pero tampoco es muy grande) obligan a usar un tamaño de letra muy pequeño (especialmente en los pies de las fotos) que complica la lectura.

Por ello, tal y como hemos dicho otras veces con libros de esta misma colección, creemos que sería ideal que las fotos tuvieran un mayor tamaño para una mejor visualización y, sobre todo, que la tipografía fuera más grande para una lectura más cómoda.

Somos conscientes de que eso exigiría un tamaño mayor del libro, y con ello sería menos manejable (quizá perdería la calificación de "Manual") además de obligar a un precio de venta más elevado; sin embargo, creemos que es nuestra obligación mencionarlo.

A pesar de todo, hay que reconocer que lo que nos ofrecen por apenas 30 euros es mucho y muy valioso, porque no se trata de un “simple” volumen donde nos muestran bonitas fotos de bebés y niños, sino de todo un completo manual que bien puede convertirse en la llave para que alguien decida dedicarse a este campo de la fotografía de forma profesional.