'Consigue fotografías únicas de tus hijos', de Gerardo García

Los padres somos los mejores fotógrafos de nuestros hijos, afirma Gerardo García autor de 'Consigue fotografías únicas de tus hijos'. Y estoy de acuerdo con la afirmación pero conviene explicarla. Solo con su presencia, nos regalan infinidad de imágenes especiales cada día. Si conseguimos capturarlas, el paso del tiempo las convertirá en excepcionales. Fotografiar es fácil, lo difícil es mirar. La ventaja es que para aprender a ver esas imágenes no necesitas grandes conocimientos. Cada uno de nosotros tenemos una forma de mirar diferente y única que debemos convertir en especial. Y de eso trata la fotografía. Es su grandeza. Si lo consigues, los siguientes pasos serán realmente sencillos.

Esta es la sencilla pero interesante propuesta del autor de este libro, Gerardo García, fototógrafo con amplia trayectoria impartiendo cursos y talleres de fotografía a través de su espacio El Arte de Aprender Fotografía.

La propuesta del libro

Estamos ante un libro que puede disfrutar cualquiera, no solo los padres fotógrafos. En general, todo aquel que que esté interesado en realizar fotografías a los más pequeños. Válido para aquellos fotógrafos profesionales que quieran descubrir alguna propuesta a la hora de salirse del estudio como para los tíos, abuelos y demás familia.

Con unas 'recetas' simples pero directas y efectivas, Gerardo García cocina, a lo largo de todos los capítulos, un libro que, prácticamente, se lee del tirón y que será de libro de cabecera siempre que queramos realizar una pequeña sesión a los más pequeños, dado que si algo hace el autor es compartir sus propias experiencias como padre y fotógrafo, lo cual le da un gran valor al contenido del mismo.

El mito: Ese niño es imposible

Nada de eso. Todo tiene solución. Hasta el drama más absoluto para muchos de los padres que intentan fotografiar a sus hijos tiene solución. Coges la cámara y les indicas que quieres hacerles fotos. Error. Déjales en un entorno conocido amigable, como el parque donde juegan o busca cuando estén concentrados en algo. Es fácil de decir. Pero entonces, caemos y les pedimos que nos miren, que se dejen hacer una foto.

La clave está, según el autor, en que nos olvidamos de que los niños son niños y no buscamos adaptarnos a ellos. Nuestros hijos quieren libertad para experimentar y nosotros insistimos en dirigirlos. Y esto último no funciona el 90% de las veces. Un niño, sigue el autor, desea explorar el mundo y descubrir el mundo a su alrededor y en ese proceso podemos ser testigos siempre y cuando les dejemos descubrirlo a ellos. Intenta fotografiarlos sin decir ni una sola palabra.

Dirigido para todos los que quieren hacer buenas fotografías de niños

Con ese carácter generalista, resulta ser un libro que merece la pena tener a mano en cuanto que ayuda a reflexionar y, por qué no decirlo, ayuda a corregir grandes errores sobre todo a la hora de tratar a los niños como sujetos de nuestras fotografías.

Como padre y fotógrafo este pequeño libro me ha gustado bastante puesto que ahora que mis niños han crecido bastante y están en una fase de 'no más fotós, papá' y he de confesar que alguna de las claves que aporta este libro me han servido para recuperar esos momentos. Desde luego, un gran regalo para las próximas navidades.