'Francisco Ontañón. Oficio y creación' es una retrospectiva de uno de los fotógrafos españoles fundamentales de la segunda mitad del siglo XX. Él hizo las portadas de muchos de los músicos de la España de los sesenta y setenta. Ilustró las portadas de los libros de importantes editoriales y cubrió todos los encargos que le dieron. Fue un fotógrafo aficionado que se profesionalizó en apenas un año y que ahora podemos recordar en la exposición de la sala Canal Isabel II de Madrid.
La sala Canal Isabel II es una de las mejores salas de Madrid para aprender fotografía. Otra sería la sala Bárbara de Braganza de la Fundación Mapfre. Pero sin lugar a dudas es la más bonita. Incluso si no te gusta este mundo merece la pena pasarse para conocer el antiguo depósito de aguas reconvertido. Es una visita obligada en Madrid, en pleno barrio de Chamberí.
En esta ocasión tenemos la oportunidad de ver y aprender de la retrospectiva de Francisco Ontañón (Barcelona, 1930-Madrid, 2008), uno de los fotógrafos que marcó nuestra forma de ver las cosas. Las portadas de los músicos más famosos de Hispavox, CBS y RCA, desde Raphael o Las Grecas, hasta las portadas de los libros de bolsillo de Alianza que muchos recordamos como una de las mejores épocas de esta editorial, en la que el diseño y la fotografía iban de la mano. O como olvidar las fotografías de los libros de Félix Rodríguez de la Fuente... Como decía él mismo:
Siempre pensé que tenía que dedicarme a una actividad útil; nada inútil, nada gratuito. La utilidad es comparable a la belleza, y en este mundo, los fotógrafos de talento son los capaces de embellecerlo.
Francisco Ontañón, el fotógrafo
Es uno de los fotógrafos que más rápido pasó del mundo aficionado (benditos aficionados) del grupo Afal o La palangana (de la que hablaremos algún día) al mundo profesional en el que cobraba por hacer fotografías. Su impulso fueron las ganas de comunicarse y por supuesto, ganarse el jornal con lo que más le gustaba en el mundo.
Han pasado varios años desde que descubrí la fotografía; hoy ya es para mí una necesidad fisiológica. Era lo que pretendía; me costó mucho probarme a mí mismo que era un camino abierto, con un horizonte indefinido; y sin estas condiciones seguramente habría abandonado […] con mi trabajo he descubierto todo lo que yo imaginaba existía en el mundo; y poco a poco he ido penetrando en la vida y en sus cosas […] Creo estoy un poco en medio de todo ello como simple espectador; como fotógrafo estoy en un lugar de privilegio. […] Además de todo esto, también soy de los que pienso, con modestia, que estoy aportando algo a la vida y la historia. Llegada esta conclusión se deberá añadir que es también necesario decir algo; que ese testimonio únicamente como tal no es suficiente […] la fotografía además es un arte utilitario
Llegó en 1959 a Madrid y ya no se separó de esta ciudad insufrible pero insustituible. Empezó en la agencia Europa Press, luego pasó a las revistas AMA y La actualidad española. Y desde aquí empezó a colaborar en las campañas gubernamentales de aquella época en la que era imposible decir lo que pensabas.
En el vídeo que podemos ver en la última planta de la sala, aquella a la que llegas en esos ascensores míticos donde solo caben dos personas, descubrimos, a través de los que le conocieron, su profesionalidad. Quería conseguir la perfección, de principio a fin. Y un fallo propio o ajeno podía enfadarle hasta que conseguía lo que había imaginado en un primer momento.
Fue capaz de volcar la fotografía de autor en el exigente mundo profesional.
Fue capaz de volcar la fotografía de autor en el exigente mundo profesional. En la exposición podemos contemplar las cinco décadas de trabajo en las que publicó libros como 'El libro de la caza menor' con el escritor Miguel Delibes o 'Los días iluminados' con Alfonso Grosso en la prestigiosa colección Palabra e Imagen; también las portadas de los discos de cantantes tan importantes como Karina, Miguel Ríos, Raphael, Cecilia, Mari Trini, Sandie Shaw, María Ostiz, Alberto Cortez, Rocío Jurado, Los Pasos, Los Payos, Módulos, Los Pekenikes o Las Grecas; y sus últimos trabajos en El País Semanal acompañando a Manuel Vicent.
En total podemos encontrar más de 220 fotografías, todos sus libros, las colaboraciones con la editorial Alianza y casi 200 portadas de discos... Como curiosidad señalar que podemos escuchar una lista de Spotify con las canciones de los discos en los que participó como fotógrafo. Y por supuesto el vídeo donde los que le conocieron nos hablan de él.
No queda más remedio que recomendar la visita en los días de otoño que ya se acercan. La exposición estará abierta hasta el 3 de noviembre de 2019 y la entrada es gratuita. Como siempre recomiendo, podemos subir a la última planta, ver la proyección e ir dando vueltas por las plantas para reconocer la mirada de un fotógrafo más cercano de lo que podemos llegar a pensar. Seguro que tenemos alguna foto suya en nuestra casa y no lo sabíamos.
- 'Francisco Ontañón. Oficio y creación'
- Sala Canal Isabel II
- Abierta hasta el 3 de noviembre de 2019
- Entrada gratuita