Mogarraz es uno de los pueblos más bonitos de la sierra de Francia en la provincia de Salamanca. Está cerca de La Alberca, de Candelario y de esa joya que es Ciudad Rodrigo. La particularidad de Mogarraz es que está totalmente decorado con las pinturas del pintor Florencio Maillo a partir de la obra del fotógrafo Alejandro Martín Criado.
Es un pueblo que bien merece una visita. Destaca por la arquitectura de la zona. No es tan popular como La Alberca, uno de los pueblos más famosos de España; y suena menos que Ciudad Rodrigo, que sí merecería el título de pueblo más bonito de España, sin lugar a dudas. Pero Mogarraz debería ser un destino obligado para los fotógrafos por la decoración de la mayoría de sus calles.
En las paredes de las casas, a la intemperie, cuelgan cientos de cuadros de los vecinos que poblaron esos hogares. El pintor Florencio Maillo rescató el archivo fotográfico de Alejandro Martín Criado y en 2012 inició el proyecto con 388 pinturas que se colgaron solo para seis meses... Pero se han convertido en la seña de identidad del pueblo y hoy son más de 800...
La historia de Alejandro Martín Criado, el fotógrafo del DNI
Es un documento para identificarnos y que nos acompaña hasta el final de nuestros días. Según podemos leer en diferentes fuentes, se utilizó en primer lugar para controlar a los delincuentes, durante los años cuarenta. Luego en 1951 empezó a ser obligatorio para todo el mundo y la fotografía era un requisito indispensable.
Pero como podéis imaginar en muchos pueblos era imposible encontrar un lugar donde te hicieran una fotografía, así que los alcaldes terminaban contratando a un fotógrafo para que hiciera su trabajo y todos pudieran cumplir con su obligación. En Mogarraz eligieron a Alejandro Martín Criado, que llegaría a ser el primer alcalde de la democracia en este lugar.
Su nombre es desconocido para la mayoría pero a lo mejor os suena más Virxilio Vieitez, el fotógrafo gallego que ha pasado a los anales de la historia precisamente por los retratos que hizo por la misma época en las remotas aldeas gallegas... En aquel entonces el fotógrafo era una personalidad, alguien importante porque registraba la historia de las familias con una máquina que pocos sabían utilizar. Quizás no era tan respetado como el cura o el alcalde, pero tenía su puesto en la sociedad.
Alejandro Martín Criado hizo las fotografías de todos los vecinos que todavía no se habían ido a las grandes ciudades a buscarse el sustento. Durante la guerra civil fue piloto y cuando terminó la contienda, se hizo fotógrafo. En los años sesenta le llegó su gran encargo profesional, fotografiar a todos los vecinos de Mogarraz.
La intervención artística de Florencio Maillo
La memoria fotográfica de Alejandro Martín Criado se perdió hasta que en 2012 la recuperó el pintor y profesor de la universidad de Salamanca Florencio Maillo. Él se fue del pueblo con 14 años pero cuando volvió encontró el archivo y decidió que quería volver a ver a sus vecinos en sus casas.
Así que preparó el proyecto y en 2012 colgó sus cuadros inspirados directamente en esas fotografías de carné. Y las colgó en las casas en las que vivieron. Tuvo tanto éxito que una exposición de seis meses se ha quedado para siempre y es un reclamo turístico más del pueblo, el pueblo de las caras de Salamanca.
Ha sido tal el éxito que el año pasado se publicó un libro catálogo de cromos. Y los felices dueños pueden pegar los retratos en sus páginas. Así que ya sabéis... La fotografía siempre hay que hacerla bien, con cariño, porque no sabemos qué harán con ella en el futuro. Y como dijo una vez Castro Prieto, todos tenemos la obligación de fotografiar nuestro pueblo para que perdure para siempre en la memoria.
Ver 1 comentarios