Los pecados capitales y la fotografía (II)

Si en este artículo hablábamos de La lujuria y La soberbia hoy es el turno de hablar de otros dos, no son los más impopulares de la lista como pueda serlo La avaricia pero tampoco gozan del glamour de La lujuria, podríamos decir que son unos pecados "del montón", de esos que andan agazapados para tirar la piedra y esconder la mano.

El orgullo

En mi vida me han llamado muchas veces orgulloso, nunca entendí que lo hicieran en formato queja, siempre pensé que el orgullo era el último resquicio de dignidad que quedaba tras una batalla en la que habías perdido en todos los frentes. Pero cuando aprendí que el orgullo es como el flash de mano: un animal indómito al que hay que conseguir dominar, todo empezó a ir bien.

Como viene siendo habitual me apetece hablar del otro orgullo, de ese que no reconoce el diccionario y que habla de la satisfacción, de la enorme emoción que causa ser parte de algo o de alguien, el sentimiento que nace al comprobar que un trabajo ha salido bien.

Robert Mapplethorpe está orgulloso de ser como es, no concede espacio a la culpa, ni a que le crítiquen y lo demuestra foto a foto. No os descubriré Plutón si digo que fue pionero en desnudos masculinos, con una carga sexual tan explícita como elegante, pero no está demás recordarlo com oun valiente, un transgresor, un artista.

La envidia

Del libro Circo Raluy. Cortesía de Manuel Capón

"- Hala!!!, te has comprado la Sony A7s, que envidia me das, pero de la sana eeeh" - ¿envidia sana? eso no existe, es un oxímoron, la envidia, desde que alguien la inventó en latín, es una mala compañera de viaje, de hecho si no fuera así diríamos "que sana es la envidia" en lugar del consabido mantra "que mala es la envidia"

de "Raices de cal". Cortesía de Mabel T. Herrera

Pues una vez aclarado lo anterior me declaro envidioso, pero con el matiz que imprime la admiración y el reconocimiento. Estoy envidiosos de todos los fotógrafos que han mostrado su trabajo en el Descubrimientos de PhotoEspaña 2015. He visto muchos trabajos este año pero hay tres que me dan mucha envidia, cada foto era como un bofetón que me decía "¿porqué no se te ha ocurrido a ti esto?" o "Eso si que es un blanco y negro sublime"