El primero de septiembre de 1939 Alemania invadió Polonia y dos meses después se iniciaría la Segunda Guerra Mundial. La ofensiva alemana sobre Polonia fue devastadora. Además de los campos de exterminio los nazis agruparon a los judío en guetos en ciudades como Varsovia y Lodz, un fotógrafo tomo imágenes de la vida en esta última ciudad.
Henryk Ross fue un fotógrafo de noticias y deportes en Lodz. Cuando se creó el gueto de la ciudad le pusieron a trabajar para el Departamento de Estadística, era el encargado de hacer las fotografías de identificación y las imágenes de propaganda de las fábricas que utilizan el trabajo judío para producir suministros para el ejército alemán.
Ser judío, tener una cámara de fotos y usarla para documentar lo que ocurría en el gueto era una locura que seguramente acabaría con el fotógrafo muerto, pero Ross contaba con la ventaja de ser un fotógrafo oficial de los nazis, por lo que pudo trabajar con cierta seguridad.
Pero como no se limitó solamente a hacer las fotografías oficiales, documentó asesinatos, fue testigo de deportaciones, se escondía la cámara entre el abrigo y la disparaba a escondidas sin que los oficiales nazis se dieran cuenta.
Así estuvo trabajando, entre la seguridad del trabajo oficial y la incertidumbre de una especie de espía apátrida durante cinco años. Con un ejército nazi muy debilitado comenzó, en 1944, el Alzamiento en Varsovia que pretendía liberar Polonia antes de que lo hicieran los soviéticos, estos empujaban a los alemanes desde la posición privilegiada que les dio una cláusula secreta en el Pacto Ribbentrop-Mólotov que firmaron con los nazis al inicio de la contienda.
Temeroso de que los alemanes llevasen a los judíos del gueto de Lodz, aún controlado por los nazis, a un campo de exterminio, Ross decidió esconder las fotografías que había hecho durante estos años en una caja alquitranada y los enterró cerca de su casa con la esperanza de que, si se lo llevaban, algún día alguien pudiera encontrar las imágenes.
El 19 de enero de 1945 El ejército soviético liberó lo que quedaba del gueto. La siguiente cifra convierte la vida de Ross casi en un milagro, tan solo el 0.4385% de los 200.000 judíos que había en la zona sobrevivieron.
Tres meses después de la liberación, Henryk Ross regresó a su casa y desenterró su tesoro. Las fotos que sobrevivieron a las inclemencias del tiempo están ahora en la colección de la Galería de Arte de Ontario, expuestas bajo el nombre "Memory Unearthed: The Lodz Ghetto Photographs of Henryk Ross", en el Museo de Bellas Artes de Boston hasta el 30 de julio.
Foto de inicio | Henrik Ross, Gueto, 1942
Fuente | NYTimes
Más info | Museo de Bellas Artes de Boston.