Recientemente hemos conocido parte de lo que será el programa de exposiciones de PHotoEspaña 2014, este año, intentando acercarnos a la fotografía española. Entre los nombres que ya se han anunciado, hay un colectivo que sin duda merece un homenaje: La Palangana.
Revisado hace cuatro años por el Museo de Arte Reina Sofía, será uno de los platos fuertes de la próxima edición de nuestro festival más importante de fotografía. Este colectivo, que vino a autodenominarse como La Palangana, fue constituido bajo la Real Sociedad Fotográfica de Madrid en el año 1957.
Los ideales de La Palangana
Su máxima era la de oponerse a las corrientes clasicistas en fotografía que imperaban en ese momento en nuestro país, acogiéndose al neorrealismo y al fotoperiodismo que ya habían asomado la cabeza en otros ámbitos europeos y americanos. De esta manera daban la espalda al pictorialismo y apostaban por el reportaje fotográfico de índole social.
En este sentido hay que hablar sobre la gran influencia que les supuso la exposición The Family of Man llevada a cabo por Steichen, así como el trabajo de colegas extanjeros y el hervidero cultural palpable en España gracias entre otras publicaciones (y también certámenes) a la revista Arte Fotográfico. Del mismo modo, y como cabría de esperar por sus planteamientos sociales, también acogieron ideas del Neorrealismo italiano, algo que podemos observar en la fotografía de Rafael Sanz Lobato, uno de los integrantes tardíos de este colectivo.
Los integrantes de La Palangana
Entre sus miembros, Ramón Masats es quien más conocemos, aunque también se encontraban otros como Francisco Ontañón o Gabriel Cualladó, precisamente este último es quien con su fotografía de una palangana con retratos de los integrantes del colectivo, dio pie al nombre con el que quedaría bautizado este grupo.
Ese mismo grupo formado por Francisco Ontañón, Rubio Camín, Leonardo Cantero, Francisco Gómez, Gabriel Cualladó y Ramón Masats, fue disolviéndose hasta que, en 1963, aparecieron en escena Juan Dolcet, Fernando Gordillo y Gerardo Vielba en lo que vino a llamarse La escuela de Madrid.
Aunque centrada en un valores de fotografía humana y social, apenas tuvo represión por parte del Régimen, en parte porque su repercusión era escasa y por ello no suponía, con su carácter amateur, un papel más predominante en las artes tradicionales imperantes del momento.
Podemos poner puntos suspensivos hasta su disolusión en 1975, con entradas y salidas de sus integrantes que unido a otros colectivos como AFAL o la Agrupación Fotográfica de Cataluña ayudaron a darle valor a un género que apostaba por cambiar el lenguaje fotográfico hacia un sentido más humano. De momento esperaremos a la exposición que nos devuelva a la memoria sus trabajos para que así sean conocidos por el gran público.
Más información Real Sociedad Fotográfica Fotografía (c) Gabriel Cualladó