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La incierta y curiosa historia del inventor español de la fotografía

La incierta y curiosa historia del inventor español de la fotografía

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La incierta y curiosa historia del inventor español de la fotografía

En las historias de la fotografía siempre encontramos que el inventor de la fotografía fue Daguerre, a partir de los descubrimientos de su socio Niepce. Pero siempre hay una historia oculta sobre otras personas que en su momento hicieron lo mismo pero que no tuvieron los suficientes apoyos. Aquí es donde aparece la incierta historia de Ramos Zapetti.

Daguerre presentó la fotografía en el año 1839 de la mano de F. Aragó en la Academia de Ciencias de París. No había dudas de que tenía buenos contactos. Según se ha ido investigando, en aquella época también presentaron procedimientos fotográficos Henry Talbot y Hypollite Bayard. Según parece, el señor Daguerre consiguió una pensión vitalicia de 6.000 francos y al señor Aragó le venía muy bien para crear una cortina de humo que tapara sus posibles corruptelas, la donación al mundo de un invento 100% francés...

No nos vamos a meter más en estas historias políticas, porque por el camino se quedaron muchas esperanzas de reconocimiento y tristes argumentos que alguna vez merecería la pena recuperar.

El inventor español: D. José Ramos Zapetti

Dentro de toda esta historia de intereses, llama especialmente la atención la historia que puso en circulación un artículo publicado en la revista 'Madrid científico' de 1902. El autor, Francisco Alcántara Jurado, contaba en la página 8 de dicha revista que la fotografía la había inventado un pintor español: D. José Ramos Zapetti.

Ramos ¿Zapetti o Zanetti?

Dice que se encontraba en casa del artista, restaurador y escritor de Bellas Artes D. Vicente Poleró. Allí empezó a hojear las memorias del escritor, que documentaba todos los cuadros y obras artísticas que pasaban por sus manos junto con un dibujo del mismo para guardar la memoria. Entre todos los cuadros le llamó la atención a nuestro Francisco Alcántara el autorretrato de un tal Ramos Zapetti. Y copió su historia:

Por los años de 1834 al 40, hallándose Federico de Madrazo estudiando en Roma, había un joven pintor llamado José RamosZapetti, natural de Zaragoza, pensionado por un paisano suyo. Más que para artista pintor. Ramos Zapetti había nacido para químico. Por las cualidades de su carácter se había hecho querer de todos sus condiscípulos. Como la pensión que disfrutaba era muy corta y no le alcanzaba para sus estudios y manutención, vivía con gran estrechez reuniendo en el cuartucho que le servía de estudio la cama y la cocina y teniendo por único compañero un perro á quien llamaba Maestrino... Pero lo que más en estima tenía, era un armario lleno de botellas y frasquitos con líquidos, que comunicaban al ambiente de la pobre estancia cierto olor á botica. Sus compañeros le llamaban el nigromántico, pues siempre que iban á verle encontrábanle ocupado en sus experimentes. Sobre esto daban muchos detalles, tanto D. Federico de Madrazo como D. Carlos Rivera, á quien debo estas noticias.

La verdad que todo lo que cuenta resulta llamativo, sobre todo por los años en los que se desarrolla la historia, y por la presencia de alguien como D. Federico de Madrazo, que fuera director del Museo del Prado. Pero sigamos con la narración:

Asegurábales E,amos cuantas veces se encontraban que muy pronto había de darles á conocer los admirables resultados obtenidos con su cámara oscura, que redundarían en beneficio de todos y muy especialmente de los artistas sus compañeros que podían ahorrarse el modelo y maniquí. Un día, citados de antemano D. Carlos y don Federico, vieron asombrados reproducida en brillante lámina de cobre una figura y parte del etudio, que con júbilo grandísimo los mostró Ramos Zapetti comprobando cuanto les había anunciado. Fué éste un acontecimiento celebrado entre los artistas. Hubo quien hizo proposiciones para la adquisición del invento, que Ramos no aceptó. Unos dos años después se hizo público el invento de Daguerre».

De repente nos damos cuenta de que están hablando de la invención de la fotografía por parte de un autor semidesconocido dos años antes de la presentación en París y delante de una personalidad extraordinaria en el mundo del arte como Federico de Madrazo. Y que esta historia solo aparece en una de las muchas revistas de la época en forma de breve artículo. Y de la que nunca más se supo. ¿Inventó la fotografía un pintor español?

Lo más curioso es que a día de hoy nadie sabe exactamente quién era este extraño personaje. Y existen diversas teorías que vamos a contar a continuación.

¿Pero existió Ramos Zapetti?

Es maravilloso encontrar a gente que es capaz de enamorarse de una historia confusa y que empiece a tirar del hilo hasta encontrar la presunta verdad que hace todavía más increíble todo el relato. En el punto que he dejado el anterior párrafo es el que se quedan algunas de las historias de la fotografía española más importantes, como la de Sougez o la de Lee Fontanella.

Francois Arago Anuncia El Descubrimiento De Daguerre Ramos ¿Presentación de la invención de la fotografía?

Ahora entra José Antonio Hernández Latas, investigador e historiador de la fotografía que después de su estancia en la Academia de España en Roma investigó sobre lo que algunos llaman el enigma Ramos Zapetti. Jamás encontró semejante nombre en las crónicas de la época que estudio mil veces para su tesis. Por ningún lado aparecía, hasta que encontró el nombre de José Zanetti, un pintor sobresaliente con cursos de Perspectiva, Geometría y Óptica en la ciudad de Roma. Allí realmente coincidió con Madrazo en 1837, como ha podido desvelar Hernández Latas.

Parece que vivía con lo justo y no podía permitirse pagar a los modelos. Por este motivo, y por los conocimientos físicos, ópticos y químicos que tenía fue capaz de plasmar, ante la admiración de sus amigos, su estudio. Así podría tener todas las poses posibles para practicar con la magia de sus pinceles.

Todo lo que se sabe es fruto del interés de su nuevo descubridor. Nadie sabe si fue capaz de fijar para siempre dicha imagen. Al parecer murió poco después de la presentación de Daguerre, es decir, dos años después de su demostración. Se llevó el secreto a su tumba. Y con él la duda de si lo que se contaba en una pequeña revista y que nunca el director del Prado confesó, era verdad o mentira.

Pero la verdad es que es estimulante encontrar, hoy en día, historias perdidas como esta. ¿A lo mejor un pintor como Madrazo tenía miedo de un invento como la fotografía? Siempre podemos novelar...

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