En la fotografía siempre hay hechos que suelen marcar un antes y un después. Uno de los acontecimientos históricos que tan de moda están estos meses gracias al cine, y a una película en particular (Lincoln), es la guerra civil norteamericana o guerra de secesión; la cual no sólo significo un antes y un después dentro de la historia general y americana, sino también un nuevo avance en el sector fotográfico.
La guerra de secesión norteamericana, o guerra civil, entre los federados y confederados, fue el primer conflicto bélico en el que se realizaron tomas por primera vez que no escondían el horror de lo sucedido. Las escenas de muerte, pillaje, destrucción y prisioneros famélicos se tradujeron en una auténtica conmoción para quienes pudieron contemplarlas, porque les alejó del ideal romántico de lo que se pensaba que era una guerra.
Los fotógrafos en esta época, tanto de forma individual como contratados, fueron los encargados de fotografiar el día a día de una guerra, en la que se fotografiaba todo, desde los campos de batalla hasta los campamentos y personas que envolvían a todo lo acontecido en el conflicto.
Procedimiento fotográfico
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Colodión húmedo: Fue el procedimiento para fotografiar más utilizado. Requería entre 5 y 20 segundos de exposición, razón por la cual no existen fotografías de actos de batalla ?en curso?, que, de haberse realizado, no mostrarían más que borrones. De ilustrar este tipo de escenas se encargarían dibujantes y grabadores, que podían a estar incluso más envueltos en una batalla que los propios fotógrafos.
Fotografía de Timothy O'Sullivan
El fotógrafo y su ayudante llegaban a la localización, y éste último era, el encargado de realizar la mezcla de productos químicos. Una vez que éstos habían tenido tiempo de emulsionar, la placa vitrificada que registraría la imagen era sumergida en el líquido resultante de la mezcla, dentro de un cuarto oscuro. Posteriormente, la placa era colocada dentro una funda deslizable, que la protegía de la luz, y, de inmediato, colocada dentro de la cámara, que ya había enfocado y encuadrado la imagen que se iba a fotografiar. Rápidamente, el fotógrafo retiraba la funda para que la placa quedase impresionada con la imagen, destapaba el objetivo de la cámara y volvía a deslizar la funda de nuevo en torno a la placa, para extraerla de la cámara. Así pues, se trataba, literalmente, de un trabajo ?a ojo?, en el que el tiempo en el que la placa estuviese sumergida en los productos químicos y el tiempo que permaneciese expuesta a la imagen en la cámara resultarían determinantes en el resultado final.
Obviamente, el poder realizar fotografías nítidas en las que salieran personas era una tarea ardua y difícil; ya que no era menos trabajoso conseguir que las personas se quedaran quietas durante ese tiempo, como el conseguir realizar el trabajo de exposición fotográfica y la preparación antes descrita.
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Ferrotipo: Un procedimiento muy similar al colodión húmedo, salvo que sólo generaba un original sin posibilidad de copia. Era realizado en una plancha de hierro.
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Ambrotipo: Exactamente igual que el ferrotipo, pero en una placa de vidrio generando un original sin posibilidad de copia.
Tipos de fotografía
A pesar de lo antes dicho, la temática de la fotografía en esta guerra fue muy diversa. Uno de estos estilos era la carte de visite, retrato realizado por el procedimiento del colodión húmedo.
Los fotógrafos utilizaban una cámara de cuatro lentes para obtener cuatro negativos de las cartes de visite en una placa de vidrio. Cada negativo generaba una plancha que se montaba sobre un papel grueso del mismo tamaño, tal como hoy se hace con las tarjetas de visita.
A parte de este tipo de retratos y de los retratos de los combatientes en los campamentos y lugares en los que se desarrollaba la guerra, también existían todo tipo de temáticas, desde escenas del campo de batalla, ciudades, etc... que solían estar realizadas en ferrotipos.
Por último hubo estilos muy particulares de fotografías que definían a algunos de los fotógrafos de la época.
Algunos fotógrafos de la época
Matthew B. Brady: Muchos llaman a este hombre de descendencia irlandesa como el padre del fotoperiodismo. Fue el primero de los fotógrafos más relevantes en llevar el laboratorio a "cuestas", y consiguió reunir a un grupo de fotógrafos para retratar las barbaridades del conflicto.
Algunos de los retratos más famosos de la guerra son de él, incluido el que años más tarde su usaría en el billete de 5 dólares de Abraham Lincoln.
Alexander y James Gardner: Ambos invitados por Brady para retratar el conflicto. El primero de ellos acabó trabajando para el Servicio Secreto y fue el fotógrafo favorito de Abraham Lincoln.
Timothy O´Sullivan: Otro de los empleado de Brady, que tras la guerra trabajó para el Servicio Geográfico Nacional.
George S. Cook: Uno de los pocos fotógrafos del sur del que aún se conserva material. Acabada la guerra abrió un estudio fotográfico en Carolina del Sur.
Toma de Cook
Estos son algunos de los muchos fotógrafos que reflejaron el conflicto de la guerra civil Norteamérica.
Un resumen de lo acontecido
No hay duda que, las fotografías a las que estamos habituados hoy a ver en todos los medios sobre conflictos bélicos podría decirse que nacieron en estas fechas. Anteriormente, la gran mayoría de las imágenes con muertos y demás barbaridades eran censuradas. Pero claro todo esto que podía ser visto para mostrar al pueblo todo lo acontecido, también podía ser manipulado, y es por eso que hay muchas tomas que se desconoce si pudieron ser tan reales como se ven en las imágenes, sobre todo si tenemos en cuenta que muchos fotógrafos eran contratados por ambos bandos.
Retrato a John Wilkes Booth asesino de Abraham Lincoln realizado por Alexander Gadner
Fue un conflicto que marcó un antes y un después en la fotografía, pues consiguió usarla como un método de poder incalculable, desde forma propagandística hasta para desmitificar al enemigo.
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