Que la fotografía ejerce un grandísimo aspecto emocional a todos los que nos dedicamos a ella de la manera que sea, no cabe ninguna duda. En fotografía, como muchas otras disciplinas artísticas, siempre se ha dicho que hace falta sentir lo que ves para plasmarlo de manera que llegue al espectador. Justamente por eso, este maravilloso mundo puede sufrir muchos cambios y vaivenes dentro de la vida de una persona dedicada a ella.
Uno de los mejores ejemplos dentro de la historia de la fotografía es Diane Arbus. Esta fotógrafa nacida en Nueva York en 1923 y que nos dejara en 1971 tras suicidarse, nos ha mostrado como la vida personal de un artista puede hacer dar un vuelco total a todo su material o su visión.
Diane Arbus fue esa clase de fotógrafos que fueron levantados en un pedestal tras su muerte; llegando a ocupar, hoy día, uno de los lugares más importantes de la fotografía callejera y social. Hablar de Diane Arbus y su vida sería repetir líneas y líneas ya escritas desde hace años, por lo que hoy prefiero dejaros con el documental que le realizaron en el año 1971 (al poco de su muerte), y que considero uno de esos documentos que merece la pena ver al menos una vez en la vida.
Os dejo con la obra de Arbus y la fotografía "marginal" con la cual llegó a inundar el reportaje social años después, y por la cual ha sido siempre famosa a pesar de empezar su carrera como una fotógrafa de moda... Como ya comenté antes, los caminos de la fotografía suelen ir muy unidos a los caminos de la vida, y he aquí uno de los mejores ejemplos. Que lo disfrutéis.
Via | Master of Photography