Hablar de Daidō Moriyama es hablar de fotografías perfectamente imperfectas. Con sus fotos tomadas con una cámara compacta analógica no deja de sorprendernos al enseñarnos esas imágenes en blanco y negro tan melancólicas y poéticas que le caracteriza.
Podemos afirmar que Daidō Moriyama, con toda su carrera y obra fotográfica, ha dejado huella en la historia de la fotografía japonesa, no por mostrarnos una parte desconocida de la cultura japonesa, sino por llevar más de 40 años documentando la vida de la gente, los cambios en las ciudades producidos por el paso de los años y la idiosincrasia de una sociedad.
Así, este fotógrafo japones es uno de los grandes maestros de la fotografía callejera, aunque también podemos decir que es un maestro de la fotografía en general. El alma de sus imágenes desenfocadas y un tanto agresivas puede ser consecuencias de las condiciones de colonialismo norteamericano que vivieron los japoneses durante la Posguerra, a causa de ello muchos jóvenes fotógrafos de aquella época, como el propio Moriyama, empezaron a enfatizar la cultura nipona a través de sus fotos como rechazo a todo lo estadounidense. Por esta razón Daidō Moriyama decidió documentar la vida de la gente de Japón, como homenaje a su cultura.
Podemos afirmar que el entrañable Moriyama es digno de admirar. Con más de 70 años sigue recorriendo los rincones de Japón junto a su vieja cámara compacta para seguir mostrando una sociedad desconocida para muchos, para enseñarnos el lado obscuro de una cultura extremadamente ajetreada, el lado que no vemos en la gran pantalla.
Con su obra, este gran fotógrafo japonés, nos da una valiosa lección sobre la importancia de observar, de ver el momento idóneo para la toma fotográfica. Nos muestra con una sencillez exquisita como pasa el tiempo para una sociedad desconocida para mucho de nosotros.
Una obra admirable que podrá verse, a través de la serie Hokkaido Northen, durante el 12 de setiembre al 7 de noviembre en la Polka Gallery de París. La serie que se expondrá en la capital francesa es una pequeña muestra del gran trabajo fotográfico que Moriyama desarrolló en la Isla de Hokkaido. Un interesante proyecto que le hizo viajar a la isla en más de tres ocasiones. La primera vez en la década de los 60, la segunda en 1978 donde realizó un intenso y profundo recorrido por toda la isla y finalmente entre el 2008 y el 2010 para realizar tomas en color del magnífico paisaje de Hokkaido.
En esta exposición, para deleite de los visitantes, se podrá apreciar el paso del tiempo entre las imágenes en blanco y negro y las de color. Una suerte de exposición que tendréis el honor y el placer de ver aquellos que se encuentren en París entre el 12 de setiembre y el 7 de noviembre.
En Xataka Foto | Daido Moriyama fotografiando las calles de Tokio
Vía | Rafael Roa Más información | Polka Gallery Fotógrafo | Daidō Moriyama
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