Acompáñanos a un viaje por el infierno. Queremos caminar de la mano de fotógrafos de guerra en un día a día en su trabajo.
Para ser fotógrafo de guerra no es suficiente con tener valor y coraje, ni siquiera es suficiente con tener pasión por tu trabajo, además hay que tener contactos y si eres fotógrafo español que pretende vender su trabajo a un medio patrio, además hay que tener dinero.
Pero por encima de las dificultades suelen estar las pasiones, la necesidad vital de enfrentarte a tus miedos, coger la cámara e ir a contar lo que nadie cuenta, pese a que ir no te aporte dinero, pese a que quizá nunca utilices el billete de vuelta a casa.
Otra forma de ir a la guerra es "incrustado" en un batallón de un ejército. Eso te garantiza cierto nivel de seguridad, nadie te asegura que tu vida esté fuera de peligro, pero suele ser un trabajo "por encargo" de algún medio, seguramente te pagaran el viaje, la manutención y el trabajo pero dificilmente podrás ser objetivo y escogeran el trabajo que vaya más acorde con la línea editorial de la publicación en cuestión
Nachtwey dijo "hay un trabajo por hacer y es contar la verdad" y así es como la cuenta:
Foto de inicio vía | Wikimedia Commons
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