Cuando entramos por primera vez en el mundo de las cámaras reflex digitales o en las denominadas sin espejo, disponemos de la posibilidad de experimentar con la medición tomando el control de la cámara cuando seleccionamos el modo de exposición Manual. Pero también tenemos otros modos de exposición que pueden sernos muy útiles y ahorrarnos algo de tiempo cuando nos interesa de que los automatismos de la cámara nos echen una mano. Veamos los usos prácticos que podemos dar a los diferentes modos de exposición.
Todo en Automático
Tras comprar la primera cámara reflex con la idea de usarla en Manual, muchos usuarios se abruman ante la necesidad de presionar varios botones y usar las ruedecitas y terminan en el modo Automático que se caracteriza por ser de color verde en el dial de selección de modos.
El modo Automático toma el control de la cámara decidiendo no sólo los valores de apertura y obturación, sino también los valores de sensibilidad, zona de medición de la luz, modo de enfoque, uso del flash y algunas cosas más que no nos cuentan, pero que tienen lugar automáticamente para que la fotografía salga correcta, dejando al usuario sólo la decisión de encuadrar.
Pero está claro, y a los resultados me remito, que la cámara no siempre toma las decisiones que a nosotros nos gustaría y en algunos casos le es imposible hacerlo mejor.
Si disparamos en el modo Automático y la foto sale movida, casi seguro que estamos ante una situación de interior o una escena nocturna. La falta de luz hace que la cámara suba el ISO al máximo con el consecuente ruido, abra el diafragma al máximo y por último, baje las velocidades, y es ahí donde la foto queda movida. La solución es difícil por que el problema está en la escena (falta de luz), pero si os pasa esto podéis intentar apoyar la cámara sobre algún lugar emulando el trípode o recurrir a la frase “No os mováissss”
En la situación anterior, la cámara puede recurrir al uso del flash de forma automática con lo que las posibilidades de mejora son tantas como las de empeorar la fotografía. Si no queremos que el flash se dispare, necesitamos desconectarlo, opción que tienen bastantes cámaras en el menú. También es recomendable desconectarlo en interior de museos o demás lugares en los que esté prohibido usar flash.
Si queréis usar el flash para que la foto no salga movida o evitar el contraluz, vigilad la distancia. Si estáis muy cerca, la foto saldrá sobrexpuesta y si estáis muy lejos, no notaréis la diferencia. Yo os recomiendo el uso del flash incorporado entre 2 y 7 metros.
Como podéis haber intuido, el modo Automático es el menos creativo, pero no por eso está prohibido usarlo. Yo os lo recomiendo para las situaciones con buena luz en las que os interesa la fotografía pero no es necesario ser muy creativos. Por ejemplo, fotos de recuerdo de una fiesta en las que nos interesa ser rápidos y captar los momentos. También es interesante cuando le pedís a alguien que os haga una foto con vuestra cámara y desconoce su uso. Así nos aseguramos de que salga algo.
Modo de exposición Manual
Saltamos al otro extremo del dial de modos y tomamos el control de la cámara en el modo de exposición Manual. El que manda eres tú. Pero ojo, mandamos en todo, no solo en la decisión de la apertura y diafragma, sino también en el modo de medición, punto de enfoque sensibilidad y uso del flash.
Es muy común, cuando usamos la cámara en Manual, centrarse en controlar el exposimetro para ponerlo a cero o decidir algún paso de sobrexposición o subexposición para que la foto sea como nosotros queremos, pero no os olvidéis de configurar todos los demás aspectos de la cámara.
Algunas opciones que tenemos para trabajar en manual y centrarnos sólo en la medición es el uso del ISO automático y el uso del modo de Enfoque en automático, que decidirá si la cámara hace un enfoque único o continuo según el movimiento que detecta en la escena que fotografiamos. Esto último es un poco peligroso en situaciones dónde fotografiamos a alguien estático y en el fondo hay mucho movimiento. La cámara puede decidir enfocar al fondo.
Modos de prioridad a la apertura y a la velocidad
Si situamos la cámara en A o AV y en S o TV (según el fabricante de la cámara) estamos usando la prioridad a la apertura o la prioridad a la velocidad, con lo que la cámara convierte la medición en semiautomática. Nosotros decidimos la apertura y la cámara busca la velocidad de obturación si usamos la prioridad al diafragma (modo A o Av) y al contrario, si usamos la prioridad a la velocidad de obturación.
El uso práctico de los modos de exposición con prioridad va ligados al uso creativo que podemos hacer con el diafragma y el obturador.
Seleccionaremos prioridad al diafragma cuando nos interesa controlar la profundidad de campo, abriendo diafragma para tener poca profundidad y cerrando el diafragma para conseguir mayor profundidad de campo. No olvidéis que la profundidad de campo también la decide la distancia focal que se usa y la distancia al punto de enfoque. Un ejemplo en el que tenéis que tener presente estas dos variables es cuando usáis un teleobjetivo junto a la combinación de diafragma muy abierto y objeto cercano, como podría ser un retrato o un detalle. Esta combinación puede hacer que la profundidad de campo sea mínima por lo que deberemos usar un diagrama intermedio.
Si seleccionamos la prioridad a la obturación tenemos como objeto congelar el movimiento o hacer un uso creativo de las velocidades. Las velocidades altas congelaran el movimiento y las velocidades bajas nos permitirán captar la estela de movimiento.
Una vez uséis estos modos, descubriréis la gran comodidad que supone su uso, pero sin olvidaros de los riesgos. La cámara cumple la Ley de Reciprocidad, por lo que a diafragmas muy cerrados, dependiendo de la escena, podéis obtener velocidades muy bajas y que la foto salga movida cuando la intención era congelar el movimiento. Con la prioridad a la obturación, el riesgo es quedarse sin diafragmas para cerrar más o para abrir más, sobrexponiendo o subexponiendo la fotografía. Para que esto no os pase, tenéis que vigilar los valores del exposímetro. Si parpadean es el aviso de que no son correctos, teniendo que modificar la velocidad seleccionada para podernos adaptar a la luz ambiente.
No olvidéis que en los modos de prioridad, la cámara siempre pone el exposímetro a cero, por lo que si queréis sobrexponer un poco la fotografía, tenéis que usar los EV de la cámara. Y si queréis medir la luz en un punto determinado y enfocar en otro, necesitaréis usar el botón de bloqueo de exposición.
P de Programa
He dejado para el final el modo de exposición P, que es el que menos uso, por no decir que no lo uso. En el modo P, la cámara elige diafragma y velocidades pero nos deja libres para decidir los otros aspectos que intervienen en la toma. En la mayoría de las cámaras, el modo P nos permite cambiar el diafragma o la velocidad que la cámara ha elegido, adaptándose al usuario.
En XatakaFoto | Dominar el modo manual: Sí o sí
Fotografías | José Juan Gonzálvez
Ver 7 comentarios