La transición de fotografía a vídeo es una transición que calificaría de traumática. En primer lugar, porque el vídeo añade algunas complejidades al proceso, desde la toma hasta el final, como vimos en nuestro especial. Pero, y si acaso más grave, por el coste del material dedicado a vídeo. Elementos que probablemente ya tenemos para fotografía, como el trípode y la rótula, probablemente no lleguen a lo que necesitamos para vídeo. Vamos a ver por qué, y qué debemos tener en cuenta.
De accesorios recomendados, a indispensables.
En fotografía no siempre es totalmente necesario disponer de trípode y rótula. Si hacemos paisajismo con grandes angulares en horas de luz, o con cámaras tan sensibles como la A7s, incluso sin luz, una velocidad de obturación alta nos ahorra la necesidad de trípode. Esto en vídeo es impensable: un plano sin trípode (o algún otro soporte) rara vez es útil.
La mejor forma de comenzar en vídeo es con trípode y rótula. A medida que avancemos, vamos viendo donde podemos emplear otros soportes o apoyos improvisados. Debemos tener en cuenta que lo primero que queremos, es practicar los movimientos de cámara, y tener planos bien grabados para fijarnos en nuestra composición. Por ello los soportes son vitales desde el comienzo.
Trípodes y rótulas de vídeo: sus ventajas
Los trípodes y rótulas especialmente pensadas para vídeo se distinguen en la forma en que se conectan entre si: en lugar de emplear la rosca de 3/8 de pulgada típica del trípode de fotografía, en este caso tenemos un sistema de media bola o semiesfera.
Gracias al sistema de semiesfera, no tenemos la necesidad de ir poniendo cada pata en su posición justa para tener un plano recto, equilibrado con el horizonte. Ello lo hacemos directamente equilibrando la bola. Además, no hay que apretar tornillos (que se pierden con una facilidad pasmosa) para que la rótula se fije al trípode, sino que lo hacemos con la mano. Recordad que una rótula de vídeo en un trípode de foto se suelta en panorámicas de derecha a izquierda si no está atornillada.
Si hay un inconveniente claro, es el precio. Es bastante superior, y es un coste con el que es mejor contar de inicio. Siempre lo diré: si piensas hacer vídeo, como en foto, suma costes de todo el material antes de pensar en qué cámara te compras. Si ya tienes una cámara, ahorra para un buen trípode, y si el vídeo es lo que más te llama, hazlo para un sistema de semiesfera. Lo agradecerás enormemente.
Respecto a las semiesferas, cabe recalcar que las hay de distintos tamaños, como 60mm, 75mm, 100 o hasta 150mm. Cuanto más grande, más robusto, pero también más caro. Lo habitual salvo que empleemos cámaras pesadas, son sistemas de 75mm. Podemos adaptar rótulas de menor tamaño a esferas de mayor tamaño, pero no a la inversa, así que es otra cosa a tener en cuenta cara al futuro.
¿Y si ya tengo trípode y rótula de fotografía?
Lo primero que te preguntaría es: ¿tienes un buen trípode? Debemos tener en cuenta que los movimientos de cámara añaden tensión a las patas del trípode, con lo que un trípode que no sea robusto, introducirá movimientos que serán más acusados cuanto más tele sea nuestro objetivo.
Si tienes un trípode de calidad, puedes pensar en comprar una rótula de vídeo con conexión de rosca. Pero ten cuidado, porque las rótulas de vídeo pensadas para trípodes fotográficos no son la panacea, y es fácil que, si son de baja calidad, introduzcan un retroceso al final de un movimiento panorámico, destrozando la toma. Y la realidad es que la mayoría de rótulas de vídeo con esta rosca son de baja calidad.
La decisión dependerá de las pretensiones y la economía. Pero nunca subestiméis la necesidad de un buen trípode y una buena rótula. Tienden a infravalorarse en fotografía, y esa manera de pensar debe cambiar cuando damos el paso a vídeo. Es un accesorio indispensable, quizás el más importante y básico para iniciarse en vídeo.
Consejos para tomar una buena decisión
Estas recomendaciones son bastante universales. Independientemente de si es sistema de semiesfera o rosca, fotografía o vídeo, ahí van algunas cosas a tener en cuenta:
Algunas recomendaciones
Llamadme desconfiado, pero tiendo a evitar las marcas chinas ultra-asequibles, así que no voy a hacer recomendaciones de gama baja de ese nivel. El motivo principal es que su control de calidad suele ser bajo, y puede salirte uno bueno, o un limón.
Si lo que queréis saber son marcas con cierta calidad garantizada, apuntad: Manfrotto, Gitzo, Sachtler o Benro hacen trípodes y rótulas de calidad con precios aceptables. Creedme que si os parecen caros, no sabéis como es el mercado de trípodes de vídeo, con rótulas cuyos precios alcanzan las cinco cifras.
Un ejemplo de trípode de semiesfera (60mm) con rótula de gama baja, es el Manfrotto MVK500AM, a unos 437 euros en Amazon. Con semiesfera de 75mm, podemos encontrar por unos 640 euros el kit del Manfrotto 546BK con la rótula MVH502, o de categoría algo más alta, y con muy buenas críticas, el Sachtler Ace M, por unos 680 euros.
Como veis, precios salados, y aunque parezca mentira, todo lo que menciono es considerado gama baja en vídeo. Si no podéis permitiros un kit, y ya tenéis rótula, podéis empezar el cambio con un trípode de vídeo y un adaptador como éste para vuestra rótula de rosca.
Si unicamente buscáis una rótula con conexión de rosca, os recomendaría la Benro S6, con un precio de 162 euros en Amazon. Es un buen cabezal, y si tenéis un trípode que ofrezca ciertas garantías, puede suponer un buen avance en vuestros vídeos. Si necesitáis un kit completo, éste de Benro con la misma rótula puede ser una muy buena opción, por unos 311 euros.
En Xataka Foto | Cómo elegir el trípode y la rótula que mejor se adecuan a cada tipo de fotografía
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