Hoy nos aventuramos a hablar de un elemento invisible cuando solemos trabajar: los escenarios, los fondos, las localizaciones en las que realizamos nuestras fotografías en exteriores. Se ha escrito literatura que pasa desapercibida para muchos fotógrafos e incluso el mismo Robert Doisneau hablaba de él en una de sus citas más célebres. Con estas claves intentaremos establecer un procedimiento para escoger los fondos más interesantes para nuestras fotos.
Robert Doisneau fue el primer fotógrafo que me inspiró, y entre todas sus citas célebres me quedaría con una de las más famosas que decía "París es un teatro en el que se paga con tiempo perdido". En el subtexto, Doisneau nos transmitía su forma de trabajar (y la de otros muchos coetáneos): encontrar un buen fondo, y esperar a que la acción apareciera para apretar el disparador.
No parece una gran revelación, pero debemos ser capaces de deconstruir esta frase para encontrarnos que el fondo no podía ser casual. La fotografía urbana no consiste en la búsqueda de la acción, sino en la búsqueda de un marco en el que encuadrar de forma perfecta lo que pasa en la ciudad. Con mucha más frecuencia funciona una acción mediocre en un escenario perfecto que a la inversa.
El concepto
Para mí, el fondo es un elemento con el que debemos trabajar tan importante como las poses, el encuadre o la gama cromática que queremos para esa sesión. Para ello, me gusta fijarme en algo tan importante como el concepto, es decir, observar si nuestro modelo y el fondo se entienden y comulgan en la temática y tipo de fotografía que queremos conseguir.
Por poneros un ejemplo, podríamos realizar una sesión con un estilismo de fantasía y ciencia ficción usando prendas metalizadas de corte geométrico, pero este tipo de ropa no encajaría en un fondo como un parque lleno de árboles, formas orgánicas y que tiene el concepto elemental de naturaleza. Si queremos una fotografía de corte fantástico, todas las partes de la fotografía deberían compartir total o parcialmente el mismo concepto básico.
Técnicas creativas
¿Cómo hacemos que en una fotografía se comparta el mismo concepto? Mediante lo que yo llamo las técnicas creativas para gestión de fondos. Se resumen en cuatro palabras: parcialidad, semejanza y oposición.
Parcialidad: Como bien indica su nombre, el fondo y la figura comparten de forma parcial el concepto. Si necesitas un sitio natural, puedes optar por unos árboles en primer plano con una capa en el fondo en el que se vea alguna forma geométrica como un edificio o unas escaleras.
Semejanza: El sujeto y el fondo comparten la totalidad del concepto. En una sesión fotográfica en la que queramos sacar a la modelo de la forma más natural posible, optar por un paraje natural hace que todo se relacione de forma directa. En el caso de necesitar un fondo para una sesión elegante, tal vez nos interese acudir a edificios de principios del siglo XX con un corte clásico o aristócrata.
Oposición o contraste: Por lógica, si existen formas de hacer que todo se interrelacione y encaje, deben existir procedimientos para aunar dos conceptos diferentes para hacer saltar que la imagen tenga un punto extraño, y atraiga. Aquí podríamos hablar, por ejemplo, de usar un estilismo y un maquillaje de cortes metálicos y geométricos en un sitio tan natural como una playa, pero cambiando el color del fondo para incidir en el carácter enrarecido del emplazamiento.
Con esto, podremos ser capaces de darle a nuestras fotografías algo así como un subtexto que quien tenga el ojo y las ganas de ver tras el primer impecto visual, sabrá descifrar.
¿Qué formas predominan?
En el apartado anterior hemos mencionado las formas. Por ejemplo, aunque dos edificios tengan un carácter vanguardista, las formas y simbolismo pueden ser diferentes. Por ejemplo, la Ópera de Sydney tiene una forma curva y puntiaguda a la vez que transmite una cierta agresividad, todo lo contrario que el 'Dancing Building' de Praga, en el que predominan las formas completamente curvas, o la Casa Batlló con sus motivos florales y orgánicos típicos del Art Nouveau.
Cada forma tiene su simbolismo porque llega directamente al ojo transmitiendo una sensación. Lo mismo pasa con los colores, el tipo de luz, la tipología de plano, la distancia focal e incluso la elección del diafragma. Cada detalle cuenta y suma, por lo que hay que planificar y trabajar para que todos los elementos aporten una pequeña parte al resultado final.
Atrezzo
Una vez tenemos resueltas todas las anteriores incógnitas, ¿cómo va a interactuar la modelo con el fondo? ¿existe algún tipo de atrezzo con el que la modelo juegue?
Lo más normal es hacer uso de escenarios que nos permitan posibilidades compositivas para ordenar los elementos en el visor con una cierta calidad, pero si el fondo se queda como un elemento lejano, la fotografía puede perder potencia. El uso de bancos, tocones o piezas donde la modelo pueda sentarse no sólo le permite un abanico de poses diferente, sino que también nos permite integrar a la figura en el fondo.
Si nos encontramos en un lugar muy abierto como el claro de un bosque, tal vez usar elementos artificiales como el capó de un coche puede ser una buena elección de atrezzo, según el tipo de fotografías que estemos realizando.
Fotografía de portada | [Pixabay](Fotografía de Pixabay)
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