En la primera parte de “Microstock…¿Cómo empiezo?” conocimos la existencia de las agencias de microstock y las situamos dentro del mercado fotográfico.
Ayer, conocíamos los primeros pasos para mandar nuestras fotografías a las agencias, pero nos quedábamos en el etiquetado de la fotografía.
En este artículo conoceremos lo que ocurre después de haber etiquetado las fotografías y haberlas enviado para la inspección.
La larga espera
Después de etiquetar nuestras fotografías, éstas pasan a la cola de revisión. Uno o varios inspectores analizarán vuestras fotografías antes de estar a la venta. Este periodo siempre se nos suele hacer largo, ya que lo que queremos todos es que nuestras fotos pasen a la venta en cuanto antes.
Especialmente al comenzar a trabajar para alguna agencia de microstock, desconocemos el nivel de exigencia de la agencia y nos quedamos esperando a la respuesta de la inspección antes de tomar nuevas fotografías usando la misma técnica que todavía no sabemos si nos vale o no. Esta no es una mala idea, pero retrasa mucho la ampliación del portafolio.
Lo ideal es aprovechar este periodo para continuar creando nuevas imágenes. Si no estamos muy seguros de si la técnica que hemos utilizado será válida para la agencia, podemos esperar a tomar las fotografías, pero por lo menos deberíamos ir pensando en nuevos conceptos e imágenes a fotografiar.
En la tabla de arriba podéis ver los tiempos aproximados que tarda cada una de las agencias en respondernos a la revisión de la imagen. Estos tiempos pueden variar en función de lo saturadas que estén las listas de revisión de fotografías en cada agencia.
El resultado final de la inspección será una fotografía aceptada que pasará automáticamente a estar a la venta, o por el contrario una fotografía rechazada.
En caso de rechazo
A nadie le gusta que le rechacen sus fotografías, pero a todo el mundo le rechazan fotografías, incluso a los mejores y más destacados fotógrafos de microstock.
Lo ideal es conseguir minimizar el porcentaje de rechazos ya que una fotografía rechazada no es únicamente una foto que no tendremos a la venta, sino que es una foto que hemos tomado, editado, etiquetado, subido a la agencia y esperado el periodo de revisión… eso es mucho tiempo y trabajo ¿no?
La pregunta entonces es ¿Cómo minimizar el número de fotografías rechazadas?
La mayoría de agencias de fotografía nos indican el motivo por el que ha sido rechazada nuestra fotografía. Gracias a esto tenemos una oportunidad de aprender de nuestros errores e intentar no repetirlos en el futuro.
Una agencia que trabaja muy bien ese aspecto es iStockphoto ya que además de darnos una lista con los motivos de rechazo explicados, nos ofrece enlaces con información para solucionar estos errores. Pero no todas las agencias funcionan así, algunas simplemente te dicen algo así como “Rechazada por falta de calidad” y ya te las apañas tú mismo.
Si aún así, después de la explicación no tenemos del todo claro el motivo del rechazo u opinamos que no debería haber sido rechazada, podemos pedir una explicación en los foros de la propia agencia o en foros de otras webs.
Algunas agencias ofrecen la posibilidad de corregir los errores que nos indican en la foto (si los errores se pueden arreglar digitalmente) y volver a mandar la fotografía, pero de nuevo volvemos a estar gastando tiempo. Si la foto hubiese sido correcta desde el principio nos ahorrábamos este tiempo.
Lo principal ante una fotografía rechazada es no desanimarse, estudiar el motivo del rechazo y evitar volver a caer en los mismos errores.
En el caso de aceptación
La otra opción después de la inspección, la buena, es que la fotografía sea aceptada para la venta.
¿Es este el momento de coger la toalla e irse a la playa a tomar el sol mientras “mi fantástica foto me hace millonario”?
Ya nos gustaría, pero no es así. No conozco a ningún fotógrafo dedicado al microstock que haya dejado de trabajar porque “como sus fotos se van vendiendo sin que él haga nada…”. Incluso Yuri Arcurs dice que sus gastos fijos mensuales son muy elevados y no podría permitirse dejar de trabajar durante mucho tiempo.
Después de conseguir que nos acepten las fotos, llega el momento de intentar promocionarlas. Disponemos de muchísimas herramientas en la red que nos pueden ayudar en esta labor. Las más conocidas y más fáciles de utilizar son twitter, facebook o un blog personal en el que publicar nuestras fotos y enlazarlas a la página de la fotografía en la agencia.
Si alguno decide utilizar Flickr para este fin, debe tener cuidado ya que esta comunidad no permite el uso de sus cuentas con fines comerciales o promocionales, así que debéis evitar poner enlaces a agencias de microstock directamente en las descripciones de Flickr.
Aunque pienses que la promoción no merece la pena, o que es imposible saber hasta que punto te puede ayudar, lo que no puedes dejar de hacer es parar de mandar contenido a la agencia. Es curioso, pero en microstock las matemáticas muchas veces fallan y si con 100 fotos ganamos 100 dólares al més, no tenemos porqué ganar 1000 dólares con 1000 fotos, podemos ganar más o menos, incluso de un mes al siguiente.
Foros y webs especializadas
Existen en internet algunas páginas web y foros especializados en microstock.
Allí, además de mucha información, podéis encontrar a auténticos profesionales del microstock dispuestos a ayudaros en las dudas que os surjan.
Entre las más conocidas podemos encontrar:
Así como multitud de blogs como el de la fotógrafa que entrevistamos hace unos días Nicole S. Young en los que podemos encontrar experiencias personales en el mundo del microstock.
En resumen
En microstock pasamos mucho tiempo (demasiado) delante del ordenador seleccionando, editando y etiquetando fotografías. Debemos esforzarnos al máximo en todas las etapas para aumentar al máximo el número de fotografías aceptadas y evitar tener que reeditar fotografías o repetir sesiones.
Mucho cuidado con lo que ya se llama el “síndrome del F5”. Se trata de esos fotógrafos de stock que se pasan el día actualizando la página (podemos usar la tecla F5 para actualizar una página) de sus estadísticas de venta a la espera de ver nuevas fotografías vendidas y nuevos ingresos sin pensar que el tiempo que pierden podrían aprovecharlo creando nuevas fotografías.
Debemos tomarnos las fotografías rechazadas como una clase de fotografía en la que aprender de nuestros errores para que no se repitan.
Aprovecha las herramientas disponibles en la actualidad para promocionar tus fotografías y tu portafolio.
Esperamos que esta introducción al microstock os haya animado a muchos a visitar alguna o algunas agencias, registraros y empezar a poner algunas fotografías en venta. Todo parece muy complicado al principio, cada agencia es un pequeño mundo con sus normas y formas de trabajar, pero al final, una vez que las conocemos un poco mejor vemos que todo es mucho más fácil.
Seguramente ninguno de nosotros nos haremos millonarios con esto, pero si las fotos se quedan en nuestro disco duro sin que nadie las vea, me atrevería a decir que tampoco.
Fotos | José Barceló
En XatakaFoto | Microstock
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