No es fácil encontrar la tarjeta de memoria adecuada por tantísimos modelos, categorías, marcas... y la gran variedad de precios entre diferentes tiendas en una gran ciudad. Puedo entender que haya una diferencia de 10-20 euros entre los comercios, pero lo que he visto no lo creerán vuestros ojos. Pero antes vamos a ver el universo de las tarjetas SD.
La idea es buscar una de las tarjetas más rápidas del mercado, la mejor para trabajar con una de las cámaras más potentes del mercado. Tiene que ser un modelo de alta gama capaz de soportar los climas más extremos, con una fiabilidad fuera de toda duda y con la capacidad de aguantar la grabación 4K y las ráfagas. La candidata perfecta es la SD-XC 64 Gb Extreme Pro UHS-II (300 MB/sg) de Sandisk.
Las tarjetas SD
Las tarjetas SD nacieron en el año 1999, en el siglo pasado. Panasonic, Toshiba y Sandisk se unieron para mejorar las antiguas MMC que ya no se ven por estos lares, aunque siguen siendo compatibles con muchos modelos.

Existen cuatro versiones y tres tamaños, algo que dificulta mucho la compra a los pobres consumidores que solo queremos una tarjeta de memoria cuando vamos a una tienda con la intención de comprarlas. Si el dependiente nos quiere liar, lo conseguirá. Primero las versiones:
- SD (standar capacity/capacidad estándar). Pueden llegar a los 4 Gb de capacidad.
- SD-HC (high capacity/alta capacidad). Llegan hasta los 32 Gb de memoria.
- SD-XC (extended capacity/capacidad extendida). Está previsto que sean capaces de alcanzar los 2 Tb con una velocidad de transferencia de hasta 312 MB/sg.
Luego vienen los tamaños. Esto es algo que no acabo de entender. No es práctico un tamaño tan pequeño salvo que no la muevas nunca de su sitio. Pero si queremos equipos pequeños no nos queda más remedio que comulgar con ellas... con lo bien que están las Compact Flash... Están ordenadas de mayor a menor. Y su peso disminuye drásticamente:
- SD
- MiniSD
- MicroSD
Las SD van quedándose solo para las cámaras, incluso para las de alta gama. Todos los smartphone que se precien llevan una ranura para la MicroSD, con un peso de 0,25 gr. Son poco prácticas para la fotografía, pero ya veremos en un futuro. Y desde luego jamás recomendaría comprar un adaptador para trabajar con ellas en la cámara. Las MiniSD han desaparecido en muy poco tiempo y algunos la tendremos guardada en el fondo de un cajón olvidada.

Pero queda uno de los aspectos más difíciles de entender y que bien se encargan de poner con letra pequeña, como los contratos con los bancos y en las agencias de viajes, para que luego puedan decirte que ya te avisaron y que es culpa tuya por no estar atento. Me refiero a la categoría, clase o Speed Class Rating, una escala básica para saber si podemos grabar con soltura esos vídeos familiares o esa película que nos confirmará como futuros grandes directores. Para no extenderme va de la Clase 2 a la 10 (y solo números pares).
La primera sirve solo para grabar vídeo en calidad SD (480p); la Clase 10 es útil para grabar a 1080p. Luego, como no quedan números en el mundo, han creado las categorías UHS-I Class 1, UHS-I Class 3 y hasta ahora UHS-II que permiten grabar a 4k en tiempo real.
Básicamente aseguran una velocidad mínima de grabación para evitar saltos en la futura reproducción y es algo que a los que solo hacemos fotografía no nos debería importar, salvo si somos de gatillo rápido.
¿Entonces qué tarjeta SD tengo que comprar para mi cámara?
Pues como siempre depende de la cámara que tengas y lo que quieras hacer con ella. Si vas a viajar mucho, quieres seguridad, tienes pensado trabajar con ráfagas y puedes pagarlo, yo siempre me compraría las tarjetas más rápidas del mercado si tengo una cámara de última generación con gran cantidad de MP.
Pero si no tienes pensado hacer vídeo, no eres amigo de hacer muchas fotos, y hacer muchas fotografías por segundo no tiene sentido alguno para ti, te puedes comprar cualquier tarjeta SD. Es así de sencillo. Yo, incluso soy amigo de comprarme cuatro de 8 GB en vez de una de 32 GB. Pero esto es cuestión de gustos y necesidades. Creo que este es uno de los casos en los que sirve ser extremista. O la más barata o la más cara. Pero siempre de marcas reconocidas. Os puedo asegurar que las de una marca en concreto jamás me han fallado.

Y por supuesto, a partir de ahora miraré con mucha calma y tranquilidad dónde compro mis tarjetas. El modelo que ha desencadenado este artículo, la SD-XC 64 GB Extreme Pro UHS-II (300 Mb/sg), es decir, una tarjeta SD de 64 GB, versión de capacidad extendida y con un Speed Class Rating, es decir, con una velocidad mínima de grabación de 30 MB/sg (ahora sí que lo entendemos). Es una de las tarjetas más rápidas del mercado.
Pues bien, en una tienda por todos conocida en Madrid se cotiza a 260€. Si la buscamos en una que lleva menos tiempo 189€. Y es exactamente la misma tarjeta. En otra tienda menos conocida, lejos del centro de la ciudad, la podemos encontrar por 132,93€. En otra, fuera de la capital, me dijeron que 149€...
Desconozco si hay algún motivo para esta diferencia de precios. A lo mejor unas vienen de París y otras de un mundo paralelo. Y no me he metido en las tiendas online, pero creo que es un punto más que todos debemos tener en cuenta a la hora de comprar una sencilla tarjeta SD.
Foto inicio | Maria Eklind
En Xataka Foto| SanDisk Extreme Pro SDXC UHS-I, análisis
Ver 11 comentarios
11 comentarios
shellcodeparty
Truco para saber si tu tarjeta es pirata, lo primero que hacer al abrirla es meterla en el lector y mirar los valores de "cid" que son valores internos que están grabados en fabrica donde se puede leer el numero de serie, fabricante , fecha fabricación , etc.
Para leerlos yo uso linux porque no necesita ningún software especial solo mirar en /sys/block/mmcblk0/device/ en otros sistemas hay que usar software especifico.
juanmcm
Lo cierto es que encontrar una buena tarjeta es algo más laborioso de lo que a priori parece.
Hay que tener en cuenta detalles como que uso se le va a dar, que cantidad de datos puede llegar a grabar por segundo, si estará muy usada y con el desgaste deteriorarse, etc.
Yo bueno, tengo una sencillica, de 32 GB y no he tenido mucho problema con ella y nunca he perdido los datos en ella.
AH! Hay que hacer un post sobre recuperación de datos en una tarjeta, que parece que no pero hay muchas veces que pasan cosas así.
Hace algún tiempo perdí datos de un Mini-Disc y tuve que recurrir a un soft (que ahora no recuerdo su nombre) para recuperar parte de datos y, recuperé algunos pero otros ya nunca más.
nakamoto
Guau menuda aventura, Spielberg te va a comprar los derechos para hacer una trilogia del dia que fuiste a comprar una tarjeta de memoria
limbero
Hola Fernándo. Comentas que: "la MicroSD, con un peso de 0,25 gr. Son poco prácticas para la fotografía, pero ya veremos en un futuro. Y desde luego jamás recomendaría comprar un adaptador para trabajar con ellas en la cámara."
¿Es por algo en especial, o sólo manías? Quiero decir igual en el terreno profesional es distinto.. Yo ahora tengo una cámara con wifi y pasar fotos a mi móvil o del que me lo pida, en un momento dado tiro de wifi y a correr.
Pero también tengo una compacta más vieja que no tiene ninguna clase de conexión inalámbrica, y aunque la primera tarjeta que le metí en su día fue una SD, al poco tiempo la cambié por una microsd con adaptador. Y unos 7 años lleva tirando así sin ninguna clase de problema.
Viene genial poder compartir cualquier foto en el momento con un adaptador pequeñito que siempre llevo encima en el llavero. Cosa que con uno de SD lógicamente ocupa más.
El adaptador no deja de ser un mero puente eléctrico de conexión entre la MicroSD y la cámara y me ha chocado mucho esa observación. La única pega que le puedo ver es que duplicas los puntos de conexión entre cámara y almacenamiento. Pero si fallase en algún momento, la propia cámara ya daría fallo de tarjeta no reconocida antes de realizar la foto sin perder ningún dato. He de decir que de momento no me ha pasado nunca. Y en cuanto a velocidades, van a la par. No es que haya disminución de las mismas por ser microSD. En cuanto a precio, hace un par de meses cuando adquirí una nueva tarjeta, En la gama que iba mirando, comparativamente estaban más baratas las versiones microSD (con adaptador) que sus hermanas SD , de todas las que iba buscando. Igual en las gamas profesionales es al revés, pero no sé no lo miré por precio y por que no les hubiese sacado rendimiento.
otario
Lo de velocidad de "hasta" 300MB/s, esta muy bien, pero eso solo indica la velocidad de lectura máxima en ciertas condiciones. (Son 300MB/s, con B de byte, no b de bit)
Lo que interesa realmente es la clasificación de velocidad mínima, una tarjeta clase U3 o V30 deberían asegurar una tasa de 30MB/s, que equivale a 240Mb/s, eso es mucha tasa de bit, no hay muchas cámaras de video no profesionales capaces de alcanzarla, ni grabando a 4K, creo que la Lumix GH5 se queda en 200Mb/s.