Los monumentos de una ciudad son, en muchas ocasiones, los iconos que la representan: Paris y la Torre Eifiel, Barcelona y la Sagrada Familia, Londres y el Big Ben, y en las fotografías de este articulo la catedral de Palma de Mallorca. Tomar fotografías de monumentos puede ser muy rutinario o, a veces, misión imposible por la cantidad de gente que los visita. Pero de noche todo cambia, hay menos gente e iluminaciones especiales para que sean más atractivos. En esta guía de fotografía nocturna de monumentos te sugerimos algunos aspectos interesantes a tener en cuenta para pasar un rato divertido y hacer mejores fotografías.
Composición de fotografía
Lo primero de todo es mirarse bien el monumento para ver desde qué lugar va a ser más representativo y más reconocible. Dar una vuelta alrededor puede ser interesante, aunque nos lleve cierto tiempo. Una vez elegido el sitio, debemos determinar con qué tipo de objetivo vamos a trabajar: angular para dar más sensación de amplitud, normal para una visión no distorsionada o tele para aislar una parte del monumento. Sea cual sea nuestra elección, lo más importante es intentar que se introduzcan lo mínimo posible otros edificios y controlar cuanto cielo va a salir en nuestra fotografía, pensando que esa parte va a ser negra.
Podemos usar reglas de composición básicas, como la regla de los tercios, pero experimentar con tomas bajas y algún angulo aberrante, puede darnos buenos resultados.
Preparar la cámara para la fotografía nocturna
Aparte de los accesorios como trípode y disparador, que vimos en la guía de cómo empezar en fotografía nocturna, tenemos que configurar nuestra cámara para conseguir los mejores resultados de nitidez y exposición.
Para conseguir la máxima nitidez en nuestras fotografías, debemos ajustar bien el enfoque, lo que no será tan complicado como cuando hacemos fotografía nocturna en el campo, dado que la iluminación del monumento puede, incluso, bastar para que el auto-focus funcione. Pero mi recomendación es que enfoquéis en manual. Si no tenéis mucha práctica en este tema, no os preocupéis, haced una toma enfocando en manual, comprobad el enfoque y, si no esta bien, volved a probar. La fotografía de un monumento es una buena situación para practicar el enfoque manual.
Para conseguir una buena profundidad de campo, os recomiendo trabajar a f16. La intención es tener una amplia zona enfocada y no perder nitidez, pero también tener una mejor definición de las luces. Un diafragma tan cerrado nos dará tiempos de exposición bajos, por lo que tenéis que tener cuidado con el disparador y os recomiendo que, si tenéis esta opción en la cámara, activéis el Mirror Up. Esta función hace que, al apretar el disparador, el espejo se levante, pero no se abre el obturador hasta que volvemos a apretar el disparador. Entre un disparo y otro, tenéis que esperar unos segundos para evitar la vibraciones que provoca el espejo al subir.
Para realizar la medición y acertar, os recomiendo prueba y error. Yo suelo empezar por realizar una medición matricial de toda la escena. Con el modo matricial, la cámara compensa toda la escena, lo que puede dar como resultado las luces ligeramente quemadas y las sombras claras.A partir de esa medición y de observar el histograma, tendríamos que llegar a una exposición en que las luces no estén demasiado quemadas y el cielo esté cerca del negro.
Qué ISO o sensibilidad elegir para hacer la fotografía es otro de los parámetros que tenemos que configurar en nuestra cámara. Está claro que ésto depende mucho de la cámara que uséis y de la cantidad de ruido que cada uno considera aceptable para su fotografía, pero desde el punto de vista técnico, subir la sensibilidad, nos permitirá trabajar con velocidades más rápidas. Ésto puede ser útil si nos interesa congelar el movimiento o no podemos hacer exposiciones largar por cualquier motivo externo, como coches o aviones que pasan. Si nada nos lo impide y podemos trabajar en Bulb, sin tocar la cámara por tener conectado un disparador remoto, lo mejor es elegir el menor ISO posible.
Elementos creativos en la fotografía nocturna de monumentos
Si queremos añadir un poco de creatividad a nuestra toma, podemos usar algunos recursos como la temperatura de color o las bajas velocidades e, incluso, introducir a personas en ellas.
Jugar con la temperatura de color nos permite modificar los tonos de la fotografía. Podemos potenciar los naranjas subiendo la temperatura de color con el ajuste preestablecido de Nublado, que usará una temperatura de color entre 6000 y 7000 grados kelvin, según el modelo de cámara. Si queremos tonos más azulados, utilizaremos el ajuste preestablecido de Tungsteno, que son 3200 grados Kelvin. Recordad que si trabajáis en RAW, podréis cambiar fácilmente la temperatura en el procesado. Si disparáis JPG, lo mejor es hacer una foto con cada temperatura de color.
Aprovechar el movimiento de los coches o del agua de alguna fuente puede ser un elemento creativo a explorar. Las luces de los coches o los colores de los autobuses urbanos nos darán como resultado interesantes estelas de luz. Captar el agua en movimiento con velocidades lentas pueden proporcionarnos tonos lechosos y curiosos juegos de luz.
Introducir personas u objetos dentro de la fotografía de monumentos puede dar más dinamismo a nuestras fotografías. Si no buscamos tener una silueta perfecta del sujeto, podemos usar velocidades de medio segundo o un cuarto de segundo para tener un movimiento creativo pero al mismo tiempo distinguiendo lo que vemos. A velocidades de obturación más lentas, las personas pueden llegar a desaparecer o convertirse en estelas fantasmas.
Como último consejo, os recomiendo romper las reglas, alejaros de lo convencional o de la típica postal, arriesgar con la exposición y ver que pasa. Los resultados pueden ser buenos y, si no es así, no pasa nada, nos hemos divertido y hemos pasado un buen rato haciendo fotos.
En XatakaFoto | Consejos e ideas para inspirarte. 60 fotografías nocturnas
Fotografías | José Juan Gonzálvez
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