En anteriores artículos de esta guía de fotografía macro hemos visto el equipo que necesitamos. En esta tercera parte, veremos cómo poner manos a la obra y explicaré la configuración de la cámara, los elementos a tener en cuenta con el enfoque y algunos trucos para hacer más atractivas nuestras fotografías macro. Los anteriores artículos y éste mismo, están ilustrados con fotografías de flora, pero las indicaciones y los consejos se pueden generalizar para cualquiera que sea el motivo.
Preparación previa
Puede sonar un poco obvio, pero antes de salir de casa conviene revisar que llevamos todo lo necesario. Como hemos visto, la lista de material es amplia y encontrarse sin el disparador puede tener solución si disponemos de la opción de levantar el espejo o usamos el disparo con temporizador. Pero olvidarse de la zapata del trípode, nos puede limitar mucho a la hora de hacer las tomas.
Si vamos a hacer un trabajo de campo, primero hay que encontrar la flor o el insecto que nos interesa o que nos llama la atención y una vez que lo tenemos, es importante ver si está en un lugar accesible para ser fotografiado. Si nos tumbamos, conviene limpiar de piedras la zona, ya que igual podemos estar un rato. Es importante no chafar otras flores para fotografiar una y tampoco arrancar vegetación para limpiar la zona que vamos a fotografiar. Un truco para las hierbas y las hojas que pueda haber alrededor de nuestra protagonista es sacarlas del encuadre situando una piedra junto al tallo. Recordad que siempre que fotografiamos en la naturaleza, la conservación del entorno es más importante que la fotografía que queremos conseguir.
Configuración de la cámara para fotografía macro
Antes de poner la cámara sobre el trípode en alguna posición en la que los controles pueden quedarnos poco accesibles, conviene configurar la cámara para tener que tocarla lo menos posible una vez que ya hemos enfocado.
Empecemos por elegir el modo de prioridad al diafragma, esto nos permitirá controlar la profundidad de campo eligiendo diafragmas cerrados para tener más zona de enfoque o diafragmas abiertos para tener una pequeña porción de enfoque. Pensad que con las lentes macro trabajamos muy cerca de los objetos y, aunque usemos diafragmas cerrados, sólo tendremos unos centímetros o milímetros de zona enfocada. Si estáis acostumbrados, podéis trabajar con el modo de exposición en manual, pero implica tocar más controles de la cámara y, como hemos dicho, puede ser más incómodo.
Configuraremos la sensibilidad a 100 ISO para tener el máximo de calidad de imagen. Pensad que trabajamos con el trípode y no tenemos que tener miedo a las exposiciones largas, salvo que el objeto se mueva como a veces pasa al tener algo de brisa en el campo. Si no trabajáis con trípode, ya sea porque apoyáis la cámara en una piedra o similar o porque estáis persiguiendo una mariposa, os recomiendo subir el ISO a 400 o 800 ISO, dependiendo del ruido que dé vuestra cámara, y así conseguir velocidades de obturación más rápidas.
A la hora de medir la luz, el uso del puntual nos permitirá exagerar más el contraste al marcar más la diferencia entre las zonas de sombra y de luz. Mi consejo para tener detalle en todas las zonas es el uso de la medición matricial o evaluativa, dependiendo de cómo la llame el fabricante, con la que la cámara analiza todo la escena para obtener la medición de luz.
Cómo conseguir un buen enfoque
Una vez tenemos la cámara situada frente al objeto y el encuadre deseado, tenemos que pensar en el enfoque y tener presente que al reproducir objetos de cerca es fundamental tener un buen enfoque pero también tenerlo dónde mejor se aprecie el detalle. Para conseguirlo, es importante poner la cámara en enfoque manual y lo más cómodo es usar el Live View que nos permite hacer zoom sobre la zona que nos interesa enfocar. Si no tenemos Live View, tendremos que usar el visor de la cámara y comprobar después si el enfoque es correcto.
A la hora de enfocar no solo tenéis que pensar en conseguir nitidez en un punto, sino también en aprovechar al máximo la profundidad de campo. Recordad que la zona de nitidez es paralela al plano focal de la cámara y que, en distancias tan cortas, un ligero movimiento puede hacer que cambie mucho nuestra fotografía. Situar la cámara paralela al objeto y a su misma altura, hace que aprovechemos más la profundidad de campo. Si queremos lo contrario, la inclinación de la cámara y una posición tangente, provocan mayor desenfoque.
Algunos consejos para hacer fotografía macro
El primero y mejor consejo que se puede dar a cualquiera que desee introducirse en la fotografía macro es la paciencia. Paciencia por salir a hacer fotos y no encontrar lo que se busca, paciencia cuando el enfoque es casi imposible por culpa de la brisa y paciencia ante un montón de imprevistos que nos encontraremos y que sólo solucionaremos centrándonos en el objeto que fotografiamos.
Mi segundo consejo es pensar en el fondo, algo común a casi todas las fotografías. Un fondo u otro hará destacar más al sujeto protagonista. Pensad en contraste, en color, en nivel de desenfoque. Si observáis la foto superior, veréis la misma flor fotografiada desde dos ángulos distintos, el fondo más lejano hace que se vea más homogéneo y un fondo más cercano tiene menor desenfoque y permite intuir otros elementos. En muchas ocasiones, el fondo y el ángulo en el que queremos mostrar el objeto no coinciden, por lo que se usan cartulinas de colores para crear un fondo homogéneo. Pero, por favor, no arranqueis una flor para ponerla en el fondo que mejor le va.
El control de la iluminación puede hacer que nuestras fotografías sean todavía mejores. El uso del flash puede resultar complicado. Al trabajar cerca tenemos que controlar bien la intensidad del destello. Una solución más cómoda y barata son los reflectores, pero si estamos trabajando en una zona de sombra poco servicio nos va a dar. Sea cual sea la fuente de iluminación que añadimos, tened presente situarla de manera lateral o semilateral (45 º). Nos creará más volumen y sensación de tridimensionalidad.
Para los que quieren ir tras los insectos, el mejor consejo es no perseguirlos sino esperarlos. La mejor hora para fotografiar insectos es el amanecer, cuando todavía no tienen una actividad intensa. Pensad que cuanto más baja es la temperatura, menos se mueven los insectos. Y por supuesto paciencia, primero hay que encontrarlos, luego que “posen” bien y luego fotografiarlos.
Espero que con estos artículos os haya picado el gusanillo para adentraros en la fotografía macro y descubrir un mundo lleno de retos y posibilidades creativas.
En Xataka Foto | Fotografía Macro (Parte I)
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