Seguimos con nuestro Especial Regalos Navidad 2011 para daros las ideas más fotográficas sobre qué regalar estas navidades. Y en este caso, vamos a centrarnos en lo más importante: la iluminación. Y digo que es lo más importante porque sin luz, no hay foto, ya que las fotografías son luz, ¿no es así?
Y como todos sabéis, la luz en fotografía siempre se divide en dos tipos, se mire según el criterio que se mire: natural o artificial, suave o dura, cálida o fría, continua o de destello (flash), neutra o dominante (coloreada), etc. Ninguna luz es mejor que otra sino sencillamente diferente. Cada uno tendrá su luz, como dice Miguel Oriola, a unos les gustará más y a otros menos pero siempre podremos echar mano de esa gran cita suya: “sí, vale, pero es mi luz”. Aunque como fotógrafos que somos siempre es bueno para nosotros conocerlas lo mejor posible y disponer de las herramientas adecuadas para producir la que nos interese en un momento determinado.
Sin ponernos tan artísticos o trascendentales, no podemos olvidar que también hay muchas ocasiones en las que los motivos son más pragmáticos porque simplemente ¡no tenemos suficiente luz!, y por tanto necesitamos algo que nos permita hacer la foto (aunque esto a medida que avanza la tecnología es menos frecuente). La solución más tradicional en fotografía es un flash, que además nos servirá para infinidad de usos creativos, así que vamos a ver qué alternativas tenemos si queremos “iluminar” a algún ser querido estas navidades.
Existe la creencia generalizada entre mucha gente de que la iluminación es lo más caro de la fotografía y en parte es verdad, pero en muchos casos – y sin entrar en grandes producciones fotográficas del nivel más profesional – se puede hacer mucho sin invertir tanto. Tenemos unidades de flash de mano de máxima potencia desde uno 250 euros y pequeños accesorios que nos facilitan la vida a la hora de iluminar prácticamente desde 5 euros.
<h2>Flash de mano</h2>
Dependiendo del sistema que utilicemos (Canon, Nikon, Olympus, Sony, etc.) tendremos unas opciones u otras, aunque todos los fabricantes ofrecen unas gamas parecidas. Por supuesto, también podemos acudir a la industria auxiliar especializada en flashes, como pueden ser los tradicionales Metz o los más económicos Nissin y Yongnuo, una opción que personalmente recomiendo por su buena relación entre calidad y precio. Los hay disponibles para los principales fabricantes, desde unos 250 euros para el modelo más potente.
Tengo que decir, sin embargo, que uno de los sistemas más cómodos de utilizar es el conocido CLS (Creative Lightning System) de Nikon, que permite el control avanzado e inalámbrico de las unidades de flash conservando TTL y todas las funciones principales, por lo cual, en el caso de que busques un flash de mano para una cámara de esta marca, os recomiendo adquirir un flash Nikon en lugar de otro ya que merecerá mucho la pena no tener que renunciar a la comodidad del control de los flashes desde cámara o evitar posibles problemas de funcionamiento en aquellos equipos compatibles de otras marcas.
Cuando miréis modelos, recordad que además de las funciones adicionales, lo más importante de un flash de mano es su número guía, que nos indicará su potencia lumínica. Y no olvidéis también que, aunque ya tengamos una unidad de flash, siempre nos puede interesar y ser útil el contar con un segundo flash – igual o no (pero siempre compatible) – para utilizarlo de esclavo como luz secundaria, de relleno, de contra, al fondo, etc.
<h2>Disparadores remotos</h2>
Y precisamente al hilo de lo del CLS de Nikon, si no tenemos equipo compatible con él también puede ser un buen regalo un kit de disparadores remotos. Desde soluciones tan completas y fiables como las ofrecidas por Pocket Wizard, e igualmente caras, hasta sencillos sistemas como los de Yongnuo o Cactus.
Yo, como siempre y centrándome sobre todo en la gran mayoría de nosotros, recomiendo uno de esos kits económicos pues nos serán más que suficientes para un nivel normal de exigencias o necesidades. Es cierto, no obstante, que carecen de compatibilidad TTL pero si lo pensamos bien cuando utilizamos flashes con disparadores remotos normalmente serán entornos controlados y no nos van a interesar los modos automáticos, así que pondremos valores manuales tanto en cámara como en los flashes.
Yo tengo los Cactus V4 y es cierto que dan problemas algunas veces y el alcance en distancia no es mucho, pero lo compensan con precio y sobre todo con lo ligeros y manejables que son (incluyen además todos los cables sincro necesarios para cámaras sin zapata de flash o para enchufar al fotómetro). Los V5 están mejor y solucionan alguna deficiencia de diseño de los anteriores, aunque sube el precio. Antes de decidiros por ellos leed la tabla de incompatibilidades, ya que algunas cámaras no son compatibles y en alguna incluso generan interferencias en el sensor (como en la Canon 5D de primera generación).
Decir también que en este rango de precios, de entre 30 y 50 euros, los Yongnuo tienen mejor fama a nivel técnico entre los que han probado diferentes marcas y modelos, claro que siempre hay opiniones para todos los gustos.
<h2>Unidades flash específicas: kit flashes macro, anulares y otros</h2>
Para aplicaciones más específicas, también hay “juguetitos” que son una maravilla, capaces de cambiar por completo nuestros resultados fotográficos si nos dedicamos, por ejemplo, a la fotografía macro. Si tu hermano es biólogo botánico con especialización en insectos o en micología y se acaba de comprar una réflex y/o un objetivo macro, un kit de flashes específicos o uno anular es uno de los mejores regalos que le puedes hacer.
Una vez más, para cada marca hay varias alternativas, tanto conjuntos de dos o tres pequeños flashes con sus correspondientes anclajes al objetivo y adaptadores necesarios como unidades de flash anular, que viene siendo lo mismo pero todo en la misma pieza (más sencillo y cómodo, pero menos versátil, aunque en muchas ocasiones nos permite un mejor resultado). Del mismo modo, hay otro tipo de soluciones como los adaptadores o conversores de flash de mano a anular por unos 140 euros.
Y de nuevo, si hablamos de Nikon, sus flashes funcionan con tecnología inalámbrica CLS, por lo que si ya tenemos una cámara compatible podremos adquirir el kit R1 y controlarlo con el flash integrado de nuestra cámara. En caso contrario, necesitaremos el kit que incluye la unidad de control para la zapata o bien un flash que proporcione esa funcionalidad.
Para Canon, disponemos también de un kit muy similar a los anteriores, aunque en este caso va con conexión por cable, y de un magnífico modelo de flash anular.
Todas estas soluciones macro, de marca, se sitúan en torno a los 400-500 euros de precio.
<h2>Reflectores, difusores y kits creativos</h2>
Una de las cuestiones con mayor potencial para mejorar una fotografía es el buen uso de reflectores y difusores. Esto nos queda claro si pensáis, por ejemplo, que hasta los flashes de mano están diseñados para poder rebotarlos a techos y paredes, haciendo de estos la fuente de luz principal para iluminar el motivo, en lugar de apuntar directamente.
Nuestro mejor aliado para encontrar accesorios de este tipo será Internet, ya que podemos encontrar productos de calidad más que suficiente por precios mucho menores a los de las marcas tradicionales de fotografía que vemos en las tiendas físicas. Por ejemplo en eBay, podréis encontrar todo tipo de reflectores plateados, dorados o multicapa, grandes y pequeños, circulares, triangulares y rectangulares, difusores para flash de mano o incluso para el flash integrado en el cuerpo de la cámara, ventanas y paraguas para flash de toda clase o kits de iluminación creativa para flash, entre otros, desde tan solo 5 euros (portes incluidos).
Por ejemplo, podéis hacer una búsqueda por “Flash Gun Adapter Kit” y veréis que estos kits son muy completos y suelen costar alrededor de 50 euros.
<h2>Iluminación de estudio u otros</h2>
Aunque el campo de la iluminación fotográfica es demasiado extenso y tampoco es nuestra intención el abarcarlo todo, siempre podemos ayudar completando con alguna otra cosa que sepamos que le vendría bien a nuestro afortunado “regalado”, como por ejemplo material de algún tipo para su estudio. Esa ventana de luz octogonal de 120 cm que siempre mira con ojos de deseo, un juego de filtros de color para flash de estudio, o simplemente algo que nunca está de más en el equipo de un fotógrafo: un fotómetro.
La fotometría es todo un mundo, pero especialmente cuando estamos empezando en el mundillo de la iluminación, nos será realmente útil y desde menos de 200 euros hay modelos que cumplen perfectamente con las funciones más habituales. Como fotómetro para regalar a alguien que todavía no tenga uno, os hago dos recomendaciones, el Polaris y sobre todo el Sekonic L-308S.
Por último, también aclarar que aunque me he centrado en los dos fabricantes mayoritarios – por ser los que más generalistas – en todos estos equipos de iluminación y accesorios disponéis de los mismos productos u otros muy similares para las demás marcas: Sony, Pentax, Olympus, etc. Sólo tenéis que consultar el catálogo de productos de cada casa y buscar en el apartado de unidades de flash o accesorios de iluminación.
Espero que os hayan ayudado estas propuestas y que podáis hacerle el regalo “más luminoso” de estas navidades a esa persona que queréis sorprender. Seguro que lo disfrutará.
Foto de cabecera | David de Castro de nuestro grupo en Flickr
Ver 12 comentarios