El obturador, esa parte de tu cámara que se encarga de controlar el tiempo que está el sensor expuesto a la luz. Una parte esencial, sin duda. En las cámaras de hoy día existen de dos tipos: el obturador mecánico y el obturador electrónico.
Independientemente del tipo que sea, hay dos sub-tipos. Se trata del obturador de laminillas o de plano focal.
El menos extendido es, sin duda el de laminillas. Éste va montado dentro del objetivo. Es muy parecido al diafragma, pues constituye una pequeña barrera de finas laminillas metálicas parecidas a las del diafragma que cuando están cerradas, Como su estado inicial es el de no permitir el paso de la luz a la película, no dejan ver la imagen proyectada por el objetivo sobre el visor. Por eso, tan sólo lo pueden usar las cámaras de visor directo, como las telemétricas.
El obturador de plano focal es el más extendido. Se monta justo delante del sensor y está formado por dos láminas: una de apertura y otra de cierre. Su funcionamiento consta de los siguientes pasos:
- Primero baja una lámina abriendo el obturador
- Posteriormente, en función del tiempo de exposición, la segunda cortina baja cerrándolo.
En este vídeo podéis ver cómo funciona el obturador de una Sony Alpha 700 a cámara super lenta:
En el caso de que estemos hablando de un obturador mecánico, tenemos un dispositivo físico que le impide el paso de la luz al sensor, y que se abre durante un tiempo (el tiempo de exposición).
Eso sí, nunca confundamos obturador electrónico digital, con un obturador mecánico controlado electrónicamente. Este último es simplemente un obturador mecánico, pero controlado por electrónica en lugar de por algún sistema mecánico.
Los obturadores mecánicos de las cámaras réflex de gama alta están construidos en magnesio o titanio. Éstos suelen estar controlados electromagnéticamente por osciladores de niobato de litio.
Lo peor respecto a un obturador electrónico es su "reducido" tiempo de vida útil. Mientras que el de un obturador electrónico es casi infinito, el de un obturador mecánico no supera los 250.000 disparos (en el mejor de los casos).
En el caso de los obturadores electrónicos de las cámaras compactas, no es el propio diafragma el que hace de obturador (aunque pueda parecérnoslo cuando lo miramos). Se trata de un sistema de láminas. La primera lámina que actúa es electrónica y la segunda física. El obturador tapa al sensor durante unos instantes después de la captura. Por eso no se vemos una secuencia abrir-cerrar.
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