Continuamos hablando de los histogramas, ésta vez analizando fotos que habéis subido a nuestro grupo de Flickr, para hacernos una idea de qué información es capaz de ofrecernos.
Partimos de la imagen de cabecera, que tiene lo que muchos consideran un histograma perfecto (lo tenéis en vertical): cubriendo toda la gama de tonos, desde los más oscuros a los más claros, sin ningún salto brusco, y bajando suavemente en el extremo izquierdo y derecho.
Si nos fiamos de los tags de la imagen, vemos que la manera de conseguir esa gama tan amplia fue con la técnica HDR, en este caso bastante bien tratada, sin tratar conseguir efectos exagerados, ni producir los temidos halos.
Tal y como hablábamos al final del anterior artículo, una imagen correctamente expuesta no siempre tiene por qué tener un histograma tan bonito (si es que podemos usar esta palabra). Tomemos, por ejemplo, la siguiente imagen:
Las fotos de niebla suelen tener poco contraste, y esto es absolutamente normal. Así, en la foto de la parte superior vemos cómo tenemos un histograma comprimido en muy poco espacio (en este caso, la zona más alta, ya que los tonos son grises muy claros). Sabemos que no se llega al blanco puro viendo simplemente que la zona ocupada de la gráfica no alcanza el extremo derecho.
Si tratásemos de estirar el histograma, para conseguir uno similar al de la primera imagen, tendríamos una fotografía muchísimo más contrastada, que no mantendría en absoluto el feeling o el realismo de la escena. Además, al partir de una gama de tonos tan concreta, acabaríamos con una imagen con mucho ruido y posiblemente con transiciones bruscas entre algunos niveles de gris.
Un caso muy similar es el de esta toma, realizada en clave alta. Pese a que la zona ocupada principal del histograma es la misma, vemos como el contraste general es más alto, y de hecho encontramos siempre algo de información en toda la gama de grises, desde el negro al blanco absoluto.
En general, esta gráfica y su inversa (reflejada horizontalmente) la podemos considerar típica para las claves altas y bajas, respectivamente. Para ejemplificar esta última abandonamos el blanco y negro, y vemos qué información nos ofrecen los histogramas parciales del color:
El histograma desplazado a la izquierda, aunque con bastante información en los medios tonos, confirma efectivamente que trabajamos en este caso con una imagen oscura aunque no con una clave baja pura. Lo interesante, de todas formas, es ver las gráficas por color.
Por un lado, tenemos el rojo, que destaca claramente en la fotografía y en la gráfica. El tono más puro es el pelo, que ocupa un buen porcentaje de la imagen, y de un vistazo al histograma observamos que es el que domina en los tonos medios.
El resto de colores predominantes (la piel y el vestido) tienen también un alto porcentaje de rojo, pero también tienen toques de azul y verde. Así, vemos como aparecen picos de ambos colores, especialmente en la zona más oscura (seguramente, los pliegues del vestido y las sombras de la piel).
Esta fotografía es un ejemplo mucho más claro de cómo a veces es necesario mirar los histogramas parciales para tener toda la información. Al haberse usado flashes con geles de colores, hay zonas de color grandes y bien diferenciadas, y así vemos que cada una de las gráficas (rojo, verde y azul) ha acabado teniendo datos bastante distintos.
Es de notar también como Lightroom (de donde he capturado el histograma) nos está indicando con las flechas de los extremos que hay pixels negros y blancos puros. Muchos fotógrafos considerarían un error (de la captura y del tratamiento) que esto ocurra, ya que se pierde información de las luces altas y las sombras, pero yo no diría en absoluto que eso suponga un problema en esta foto.
Por último, un caso curioso son las imágenes con desaturados parciales, que tienen una gráfica general donde coinciden todos los histogramas, manchada con los colores donde se ha mantenido la saturación. A modo de ejemplo tenemos esta cabina de teléfonos que, nuevamente, tiene un tono de rojo con tintes de verde y azul.
En esta foto está aún más claro el recorte en blancos y negros puros, que se salen del gráfico por los laterales (podéis verlo mejor en la versión desaturada de la derecha). ¿Habría ganado la imagen con un bonito cielo plagado de nubes (bastante poco escocés), y unas sombras ricas en detalles pero menos marcadas? Sea como sea, sería otra foto distinta, con un histograma distinto, y no por ello más o menos válida.
Una vez finalizados los ejemplos, en la siguiente parte del artículo tocará arremangarse, para ver cómo utilizar el histograma en el momento de la toma y del postproceso. De todas formas, si tenéis sugerencias de temas a tratar, podéis contárnoslos en los comentarios, y trataré de adaptarme a vuestras sugerencias.
Fotos | Amir Kuckovic | Aitor Jorge Pascua | Gerardo Soria | Patricia Chumillas | Pablo Anguita | Jasmin Bauer, todas de nuestro grupo de Flickr
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