En esta serie de capítulos sobre el lenguaje y/o discurso visual en la fotografía he querido comenzar con un aspecto que se suele asociar pero quiero desmitificar: la calidad de imagen. Cierto es que tiene su impacto y su relación pero sabed que el lenguaje visual es el lenguaje que desarrollamos en nuestro cerebro relacionado con la manera de interpretar lo que percibimos a través de los ojos. Tiene que ver con la fotografía ¿verdad?
Dicha interpretación pasa por encima de los idiomas y suele ser universal aunque presenta sus diferencias achacables al entorno socio-cultural y la experiencia vital de cada persona. Por tanto aunque podríamos decir que existe cierta universalidad no es del todo exacto pues lo que interpreta una persona al ver una imagen puede ser muy distinto de lo que interpreta otra.
La calidad de imagen tiene su importancia, aunque no en el sentido que la mayoría piensa. O al menos en el sentido de lo que se transmite en los foros de fotografía. La calidad de imagen es un factor que no es estrictamente necesario para un buen discurso visual pero que por su asociación tanto de profesionales como de aficionados a dicho concepto, pretendo desmontar hoy. Espero que me ayudéis y comprendáis el argumento.
La calidad de imagen importa sí, pero no tanto para transmitir
Cuántas veces repetimos y lo hacemos hasta la saciedad lo de: "La cámara no hace al fotógrafo", miles de veces lo hacemos. Pero en cuanto vemos algún tipo de fotografía y alguien nos susurra cual 'hombre que susurraba a los caballos' que esa fotografía fue tomada con un smartphone nos rasgamos las vestiduras. Obviamos el lenguaje visual y nos quedamos con lo técnico. Hablamos de fotografía o de la banalidad de los datos tecnológicos en estos casos, me pregunto sinceramente.
¿La calidad de imagen hasta qué punto importa? Pensemos solo un segundo. Cuando repasamos imágenes de alguno de los grandes maestros de la Historia de la Fotografía, no nos fijamos en si lo hizo con el último modelo o con una caja de cartón. Nos fijamos en si la imagen verdaderamente nos emociona, es decir, si provoca algún tipo de reacción en nuestro interior.
Claro que puede ser un elemento positivo. Un ejemplo muy claro lo tenéis con las fotografías de Clyde Butcher que os mostraba el otro día donde tras un laborioso trabajo de revelado la calidad de imagen lograba era un elemento potenciador de sus fotografías.
¿Calidad de imagen? La suficiente ni más ni menos
La suficiente, por favor. El sábado pasado saliendo a hacer fotos nocturnas con mi amigo Juan Carlos, se metía como siempre con mi Nikon D7000 ya que él tiene una pequeña Olympus que ya tiene unos cuantos años. Ambos podemos hacer fotografía nocturna, está claro. Pero las suyas quedan mejor casi siempre porque él tiene mucho mejor manejo en esta disciplina aunque por prestaciones mi cámara sea mejor. Pero casi todas las cámaras actuales dan buena calidad si comparamos con lo que teníamos hace 10 años.
Pensadlo de otra manera. Uno de los ejemplos más acusados para bien y para mal es de los concursos fotográficos. el jurado suele ir descartando en cuanto a conceptos conceptos fotográficos. Pero ¿qué ocurre si una foto tiene muy mala calidad de imagen? Pues que el discurso visual, el impacto visual, la emoción, todo aquello que pretende transmitir la fotografía quede emborronado por esa falta de calidad. Pero si hay calidad mínima y suficiente porqué no ser portada de una prestigiosa revista como vimos hace unos días (por encima de que podamos pensar o no si es una publicación dirigida a promocionar o no un determinado producto o servicio).Conclusiones
Espero que hayáis llegado a la misma conclusión. Calidad de imagen, sí, mínima y suficiente pero lo que verdaderamente importa es el lenguaje visual. ¿De qué sirve conocer todas las prestaciones técnicas de una cámara si nuestras fotos no dicen nada? ¿de qué sirve conocer mil datos técnicos sobre fotografía si no sabemos aplicar bien esa técnica para que nuestras fotografías posean un lenguaje visual que emocione en algún sentido?
En Xataka Foto | La fotografía con móvil y los prejuicios | El discurso visual en la fotografía
Ver 6 comentarios