Los estilos fotográficos nos ayudan a comprender mucho las propiedades de una fotografía y las necesidades de nuestras tomas. Entre movimientos y colores, podemos aprender a transformar cada vez más esos estilos a nuestro favor. Para aquellos que gustan de la fotografía nocturna, en esta ocasión os traemos una guía para conseguir un estilo de dualidad magenta-cyan utilizando tan solo tres capas de Photoshop.
En el laboratorio
Este estilo se volvió tendencia con la llegada de una onda ochentera inspirada por fotógrafos como Liam Wong y Masashi Wakui, pero que luego se retransformaron a tendencias de fotografía nocturna, en especial con los retratos en la noche.
Su propósito es llevar los cálidos hacia el magenta y los fríos hacia el cyan, generando un contraste tonal agradable, y no necesariamente natural. Para explicar el proceso vamos a utilizar la imagen de abajo como ejemplo.
Para permitirnos agregar color de manera más fácil, lo primero que realizamos es una capa de ajustes de ‘Curvas’. En este caso, además de comprimir la información, aprovechamos para darle contraste a la imagen con una curva en s.
El siguiente paso es ajustar los tonos de nuestra imagen para conseguir el tono magenta y cyan de nuestra fotografía. Para ello, creamos una capa de ajuste de ‘Corrección selectiva’. Vamos a trabajar distintos canales dentro de esta misma capa. Reforzaremos el tonocyan en los canales de Azul, Cyan y Negro. Agregando incluso verde y azul en algunos para dar más tonalidad cyan. En los canales de Neutros y rojos llevaremos la imagen hacia los magenta. Esto nos permitirá crear la dualidad tonal mientras mantenemos otros de los tonos en la escena.
Ahora, el último paso consiste en afinar el tono deseado. Para ello crearemos una capa de ajuste de ‘Tono/Saturación’. De igual manera, los azules y los cyan los ajustamos para terminar de clavar nuestro tono ideal, mientras que los rojos y magenta los trabajamos en función del magenta. Como preferencia personal, disminuyo la saturación del color un poco para que no se sienta tan cargada la imagen.
Abajo podéis ver el resultado final.
Lo más llamativo de este proceso es que podemos llevar los tonos de nuestra imagen a distintas combinaciones de dualidad de tonos. Lo que nos permite ir buscando diferenciadores en nuestras imágenes. Es un proceso sencillo de realizar que requiere practicar y afinar según nuestro estilo de disparo y sujetos a fotografiar, pero que puede dar otros resultados llamativos.
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