Tanto si son las fiestas populares de nuestro pueblo como alguna otra a la que asistimos, realizar un reportaje para mostrar la tradición, las costumbres y la alegría de la gente puede ser una buena idea. En esta guía veremos cómo hacer un reportaje durante la celebración de unas fiestas populares, desde la preparación previa del equipo y recogida de información, hasta los trucos durante el disparo para conseguir las fotografías más frescas y que mejor describan la acción.
Preparación del reportaje
Todo reportaje necesita de una preparación previa, tanto a nivel de equipo como a nivel de información, tenemos que conocer qué historia vamos a contar. Yo siempre empiezo un reportaje fijándome en un tema que me atraiga. Esa curiosidad hace que recabar información sobre lo que voy a fotografiar no sea un trabajo tedioso, sino algo enriquecedor.
En el caso concreto de las fiestas populares, me resultan atractivas la tradición y la alegría que demuestra la gente durante el evento. También es importante tener cuenta que estos eventos suelen tener mucha acción y mucho movimiento, suelen ser bastante coloridas, a menudo están relacionados con actos religiosos y casi siempre, tienen un lado más gamberro.
Conocer bien la fiesta que vamos a fotografiar es el primer paso para no perderse los momentos más espectaculares o álgidos, pero aunque nos parezca que conocemos bien la fiesta porque asistimos todos los años, lo mejor es documentarse un poco. Oficinas de turismo, lugareños o el propio ayuntamiento estarán encantados de contarnos lo que va ocurrir y porqué se celebra esa fiesta. Con estos datos podemos decidir dónde acudir y cuáles serán los momentos que debemos incluir en el reportaje.
Una vez sabemos lo que va a suceder, es más fácil preparar el equipo acorde a las necesidades. A parte de la cámara con las baterías cargadas y mucho espacio en la tarjeta, de manera general, podemos establecer que si la fiesta se celebra en la calle, el uso de angular será el más recomendado, si buscamos hacer retratos de los personajes de la fiesta, será interesante llevar un teleobjetivo corto y si la acción es peligrosa, como puede ser un encierro, el uso de teleobjetivo nos ayudará a acortar visualmente la distancia que debemos coger por seguridad.
Cuando salgo a hacer un reportaje, suelo montar en la cámara el 24-70 f 2.8 por lo versatil que me resulta, sin casi tener la necesidad de cambiar de objetivo. Si tenéis una cámara con sensor APS-C, me parece ideal el 18-105 ya que cubre las necesidades con un poco más de teleobjetivo, pero si solo tenéis el 18-55mm, no os preocupeis, la limitación hará que tengáis que acercaros haciendo las fotografías mejores, como decía Robert Cappa. En la bolsa, suelo llevar un 35mm fijo por si quiero reducir el tamaño de la cámara para no hacerme notar tanto. Sólo llevo el 180mm. o el 300mm. si sé seguro que lo necesito, no es cuestión de cargar con peso extra. Un flash puede ser un buen aliado, pero no es mi estilo por lo que no suelo incluirlo en mi equipo salvo que, al igual que los teleobjetivos, tenga la certeza de necesitarlo.
Consejos para hacer un reportaje
En primer lugar es importante decidir entre planificación o improvisación. La improvisación puede dar frescura a nuestro reportaje, pero también puede salir mal al no tener todo lo necesario para contar la historia. Mi recomendación es la planificación, con la puerta abierta a la improvisación. A la hora de planificar debemos decidir si va a ser un reportaje mostrando las generalidades de la fiesta o nos vamos a centrar en un aspecto en concreto o en un personaje. Centrarse en un personaje hará el reportaje más cercano, pero también puede ser más difícil por una necesidad de complicidad extra con el personaje para que actúe con naturalidad, tanto él como su entorno.
Acercarse, acercarse y acercarse, y cuando pensamos que estamos cerca, dar un paso más hacia adelante. Cuanto más cerca estamos de la acción, más introducimos al espectador en la fiesta y mejor se ven los detalles y las expresiones de la gente. Pero acercarse no es pasar por encima de la gente, hay que tener una estrategia que puede ser desde pedir permiso, que nunca está mal, hasta una enorme sonrisa e ir poco a poco hasta llegar al punto que queremos. Para acercarse es importante no tener vergüenza ni miedo, levantar la cámara en el momento justo y luego no huir despavorido para que la gente vea que formas parte de la fiesta. Una vez estas cerca, si permaneces en el sitio, es fácil que ocurran más cosas interesantes.
La composición es muy importante, pero cuando todo se mueve y tú también te estás moviendo, puede ser complicado. Mi consejo es que observéis y busquéis un punto de vista dónde la acción se vea bien, de manera clara y que, a parte, sea diferente a lo que está viendo el resto de la gente. Un vez estáis en ese punto, no busquéis composiciones extrañas o abstractas, que sea algo natural, usad la regla de los tercios, los fondos, lo más limpios posibles y fotografías sencillas con pocos elementos.
Para contar una historia hay que hacer una selección, por lo que cuantas más fotografías hagamos, más tendremos donde elegir. Combinar fotografías de detalles con fotos más generales es una buena idea. Pero no os volvais locos y no fotografieis todo lo que se mueve. Pensar un poco y previsualizar la foto antes hacerla ayudará a conseguir las fotografías claves que cuentan la historia.Mi último consejo es no desanimarse. En el primer intento puede ser que no logres contar una historia, pero seguro que tendrás buenas fotos.
Fotografías | José Juan Gonzálvez
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