En unos días comenzará el período de rebajas, momento idóneo para lanzarse a compras fotográficas, por lo que se me ocurría plantear en voz alta algunas preguntas que deberíamos hacernos antes de sumergirnos en el abrumador mercado actual. Muchos conocidos me suelen preguntar qué tipo de cámara les recomiendo y también, a través del formulario de contacto de Xataka Foto, nos solicitáis habitualmente consejo. Es normal, que cuando nos decidimos a gastarnos un puñado de euros en una cámara digital queramos tener claro si acertaremos.
Y, precisamente, ese desconcierto, que a pesar de la experiencia, a mí se sigue surgiendo, me lleva a plantearme una serie de preguntas, que sirven de premisa inicial antes de siquiera elegir un modelo en concreto. Es más, creo que deberíamos tener la suficiente sinceridad con nosotros mismos y reflexionar bien las respuestas antes de decidirnos por tal o cual máquina. A mí me ha servido, no sólo para acertar más en la compra, si no también para calmar la fiebre consumista que, a veces, resulta difícil evitar (sobre todo cuando te gusta un mundo tan apasionante como la fotografía, y más en los tiempos que vivimos).
Por ello, voy a plantear las cuestiones y reflexionar sobre ellas. Luego está en cada uno encontrar la respuesta y ver si le resulta útil. Espero que sí.
1. ¿Cuánto dinero quiero gastar?
Parece obvio, pero es fundamental plantearse un presupuesto inicial. Y para eso tenemos que intentar ser firmes en nuestra propuesta y barajar una cantidad que se ajuste a nuestras verdaderas posibilidades. Es cierto, que ahora estamos inmersos en plena crisis económica (o desaceleración, según definición demagógica de los políticos de turno), pero el periodo de rebajas es buen momento para comprar una cámara, además de que la amplia oferta está haciendo que los precios sean mucho más asequibles (en algunos casos) que hace pocos años, incluso meses atrás. ¿Que podemos emplear unos 400 euros de la paga extra de verano? pues nos quedamos en esa cifra y buscaremos, como primer criterio, una cámara que se ajuste a ese máximo. 2. ¿Qué tipo de fotos voy a hacer?
Según las fotografías que vayamos a hacer necesitaremos una compacta sencilla, una más avanzada o bien saltar a una réflex. Esto variará de nuestra experiencia en fotografía, de si es nuestra primera cámara o buscamos otra como complementaria a la que ya tenemos. Por ejemplo, si ya tenemos una réflex para las imágenes más exigente y lo que buscamos es una compacta que no nos defraude mucho pero que podamos llevarla a todas parte, pues buscaremos una de características avanzadas y que sea divertida de usar y tenga funcionalidades que habitualmente no usemos en nuestra réflex.
Es un ejemplo, pero también nos vale el contrario, tenemos una compacta a la que hemos exprimido sus posibilidades y ante el inminante viaje a un lugar exótico, queremos llevarnos una réflex para traernos las mejores imágenes, pero sin tener que cargar con mucho peso. En este caso pues buscaremos una réflex ligera, con el habitual objetivo del kit, y con funcionalidades no excesivamente complejas, para que no nos suponga un desafío abismal el salto. En líneas generales hay que ser sincero y no querer abarcar más de lo que realmente vamos a necesitar.
3. ¿Qué accesorios necesito?
No nos olvidemos al buscar una cámara, ya sea compacta o réflex, que necesitaremos obligatoriamente adquirir una tarjeta de memoria (como mínimo), quizás pilas recargables o batería alternativa, así como una funda protectora o mochila para transportarla. Incluso tenemos que barajar la posibilidad de un trípode, si vamos a realizar fotografías con escasa luz, y también si necesitaremos un flash, filtros para el objetivo o una carcasa acuática. Todo ello puede encarecer enormemente el gasto final, por lo que si realmente nos será útil tendremos que incluirlo en el presupuesto planteado.
4. ¿Nueva o de segunda mano?
Siempre resulta placentero estrenar una cámara, pero si la capacidad de nuestro bolsillo es muy ajustada y queremos una cámara que nueva se nos pasa de nuestro alcance, hay que plantearse adquirirla de segunda mano. Hoy día hay una oferta impresionante, puesto que el mercado crece constantemente y muchos venden cámaras seminuevas a precios de verdadera ganga. Hay que perderle el miedo, puesto que, en gran parte de los casos, los amantes de la fotografía suelen ser personas cuidadosas con las máquinas (aunque hay que ser cautos), y aunque se compren usadas el estado suele ser magnífico para darle una segunda vida. Las cámaras fotográficas, si no han sufrido golpes, ni salpicaduras, ni han estado expuestas a la arena, suelen durar mucho más tiempo del que pensamos. Sobre todo porque nos cansaremos de ella antes de que muestre síntomas de jubilación. 5. ¿Qué uso le voy a dar?
Es importante tenerlo claro, a lo mejor en un momento puntual, por nuestra situación, queremos adquirir un buen equipo para disfrutarlo durante un viaje, por ejemplo, pero tenemos que tener claro si tras un tiempo tendremos la misma necesidad. Es complicado pensarlo con antelación, porque nos pueden surgir diferentes situaciones que nos hagan cambiar de la idea inicial, pero pensarlo tranquilamente y con reposo, puede ayudarnos a tomar una decisión acertada.
Estas cuestiones parecen muy obvias y hasta diríamos que uno siempre se las plantea, pero no siempre somos claros, y nos dejamos llevar por la hipnótica fuerza del consumismo. Debemos ser cautos, serenos y, sobre todo, buscar buena asesoramiento, y mejor aún si lo contrastamos. Pero la decisión debe partir de nosotros y tras reflexionarlo bien. Una compra inteligente sería adquirir lo que realmente necesito al mejor precio del mercado. Pero, todos sabemos que ésto no siempre es factible.
Bueno, si ya tienes tus respuestas, aguarda unos días a que se inicien las rebajas y buena compra. Por cierto, si decides hacerla por internet, acuérdate de nuestros consejos para comprar por la red.
Fotos | Penelopes's Loom y eyetwist
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