Cuando he sacado la Olympus OM-2 de la maleta para escribir este post, una gran cantidad de recuerdos han venido a mi cabeza, ya que esta cámara fue mi primera reflex, y la que me acompañó durante 20 años en muchas “aventuras” y en los primeros trabajos como fotógrafo. Tanto uso le di, que terminé por agotar el obturador y pasó a ser una de las cámaras de mi pequeña colección. La Olympus OM-2 es una cámara que, todavía hoy, se ha de tener en cuenta para los interesados en el carrete por su reducido tamaño y sus altas prestaciones.
El sistema OM de Olympus
Olympus presentó su sistema de cámaras reflex para profesionales en 1972. Tras presentar la primera Olympus M-1, tuvo que cambiar la denominación de la cámara por las presiones recibidas por Leica y entonces fue cuando el sistema empezó a denominarse OM. La letra O por Olympus y la M en honor al diseñador estrella de la casa Yoshihisa Maitani.
Yoshihisa Maitani entró a trabajar en Olympus como diseñador de cámaras y de su mesa salieron los modelos más emblemáticos de la marca nipona: la Olympus Pen y la Pen F, la reflex OM-1 y la compacta XA. Mirando su historial, uno no puede dudar que cumplía con su máxima como diseñador: “Mi filosofía como diseñador es crear cámaras que nunca antes se hayan visto en ninguna parte”
El sistema OM tuvo dos líneas de fabricación: la serie profesional, que se caracteriza por tener sólo un dígito en la nomenclatura y la serie para aficionados, con más automatismos y que se caracteriza por tener dos dígitos junto a las letras OM. Son las OM-10, OM-20, OM-30 y hasta el último modelo fabricado a finales de los noventa y principios de este siglo, la Olympus OM-2000.
En la gama profesional, la Oympus OM-2 fue la que tuvo mayor vida en la cadena de producción pero no la que estuvo más tiempo disponible. La versión de titanio, la Olympus OM-4Ti se dejó de fabricar a principios de los noventa, pero estuvo disponible hasta el 2002 por la demanda de muchos profesionales que la seguían usando junto a las primeras cámaras autofocus.
Olympus OM-2, robusta y con grandes prestaciones
La Olympus OM-2 fue introducida en el mercado en 1975 como sustituta de la OM-1 y con la posibilidad de usar todos los objetivos y accesorios de la OM-1.
A simple vista, la Olympus OM-2 es una cámara un poco más pequeña que sus competidoras, la Nikon F y la Canon AE1, pero la reducción de tamaño también venía acompañada de una construcción muy robusta, con la placa superior e inferior de metal que podía ser cromado o pintado. Pintura que podéis ver que con el tiempo se ha ido desgastando. De la dureza de esta cámara puedo dar fe por la cantidad de trote que le he dado, incluida varias caídas. En una de ellas, incluso saltó la palanca de encendido que fue sustituida por un servicio técnico local. También sufrió un severo golpe en la zona del pentaprisma, que le provocó una abolladura pero sin afectar al elemento óptico.
La Olympus OM-2 abrió el camino de la tecnología en las cámaras reflex. A parte de poderse usar en manual, la cámara trae la función Auto, con prioridad al diafragma y un dial de compensación de la exposición. Esta función Auto, que se selecciona en la palanca de encendido, viene acompañada de un sistema de medición en tiempo real sobre la película que ofrece grandes resultados en multitud de situaciones. El fotómetro de la cámara mide la luz ambiente reflejada sobre la cortina del obturador que dispone de un patrón impreso sobre éste para imitar multitud de situaciones posibles de luz.
El sistema OM también ofrecía multitud de accesorios, desde los 14 tipos diferentes de pantalla de enfoque, hasta motores para el arrastre de la película. Pero también ofrecía una gran variedad de objetivos donde elegir, desde un ojo de pez de 8mm. hasta un tele fijo de 1.000 mm. con apertura f11 y una gran cantidad de zooms casi todos con apertura fija durante todo el rango focal.
Uso de la Olympus OM-2
Pese a las bondades de esta cámara, sí tengo que recomendaros tener cuidado con las baterías. La Olympus OM-2 siempre necesita baterías para funcionar y lo peor es que no dispone de sistema de auto apagado, lo que hace que en muchas ocasiones te dejes la cámara encendida y, al volver a usarla, tras el primer disparo, el espejo se quede bloqueado. Para que esto no pase, siempre tienes que poner la cámara en OFF al guardarla en la bolsa y si termina sucediendo, una vez cambiadas las baterías, tenéis que hacer un reset a la cámara poniendo el anillo de velocidades en posición Bulb y pulsando el botón que encontraréis en la parte inferior de la lente.
Este pequeño inconveniente que se puede convertir en un problemón antes de empezar un trabajo, no quita que la Olympus OM-2 me haya dado muchas satisfacciones, sobre todo junto a Zuico 50mm f1,4 con el que hice multitud de reportajes, entre ellos las fotos para el libro “Mon de Trot” del que os dejo una muestra en este video. Eso sí, en este reportaje también usé la Hasselblad 500C y una Horizon 202 de la que algún día tendremos que hablar.
En Xatakafoto | Cámaras Clásicas
Fotografías | José Juan Gonzálvez
Ver 4 comentarios