Si queremos dar rienda suelta a nuestra creatividad, y, de paso, sacar el máximo partido a nuestra cámara de fotos, es importante contar con los accesorios adecuados. En nuestro equipo fotográfico no pueden faltar un buen trípode, un flash manual, varias baterías para nuestra cámara y unas cuantas tarjetas de almacenamiento de calidad. Pero, si queremos ir un paso más allá, hay otros muchos accesorios que también podemos considerar.
Aprovechando que la Navidad está ya a la vuelta de la esquina, es un momento perfecto tanto para regalarnos a nosotros mismos ese accesorio que tenemos en mente desde hace tiempo, como para regalar a los demás aquello que aún no tienen y puede ayudarles a disfrutar mucho más la fotografía. El abanico de opciones es enorme, pero estas son las que os sugerimos nosotros. Esperamos que os gusten. Y, por supuesto, si no la habéis leído aún, no os perdáis nuestra guía de compras con las 15 cámaras ideales para regalar esta Navidad.
1. Trípodes
Este es, sin duda, uno de los accesorios que no pueden faltar en el equipo fotográfico de cualquier profesional o aficionado medianamente ambicioso. De hecho, es importante decantarse por uno de calidad que nos ofrezca la estabilidad y la robustez que necesitamos, y nos garantice muchos años de uso sin darnos problemas. Afortunadamente, este año han llegado muchos modelos interesantes al mercado. Si lo que buscas es robustez y ligereza, te gustarán el trípode ultraligero y los bastones que presentó Manfrotto el verano pasado. Y si lo que buscas es un trípode convencional pero de calidad, echa un vistazo al modelo BeFree, también de Manfrotto, fabricado en fibra de carbono. Eso sí, no es barato: cuesta 389 dólares (unos 291 euros). El mismo modelo pero en aluminio sale por 139 euros.
Otras marcas que también nos gustan mucho a los editores de Xataka Foto son Vanguard y Giotto, con productos tan interesantes como los que podemos encontrar en el catálogo de Manfrotto. Y si lo que buscas es una opción más económica, echa un vistazo a lo que nos ofrece Hama, una marca con modelos interesantes y buenos precios, pero con una calidad habitualmente inferior a la que podemos esperar en los modelos de las tres marcas que he mencionado antes. El precio de un trípode puede oscilar entre los 20 euros de un modelo básico hasta los 1.000 euros, o incluso más, de los modelos profesionales más avanzados.
2. Bolsas y mochilas
Una buena bolsa o mochila para material fotográfico también es esencial si queremos transportar todo nuestro equipo (cuerpos de cámara, objetivos y demás accesorios) con la máxima seguridad posible. Las opciones aquí son muy diversas, pero a nosotros nos dejó muy buen sabor de boca la mochila ProTactic 450 AW de Lowepro, que cuesta 219 euros. Este modelo es muy interesante para fotógrafos profesionales, pero también está disponible el modelo ProTactic 350 AW, algo más pequeña y más económica (189 euros), si no necesitamos tanto espacio y preferimos ahorrarnos unos euros. Lowepro también tiene modelos más económicos, como la bonita bandolera Nova Sport 17L AW, que cuesta 40 euros.
Manfrotto también presentó el pasado verano una mochila fotográfica multiuso de gran capacidad, el modelo Travel Backpad, que tiene muy buena pinta y parece perfecta para fotografía de naturaleza y viajes. Cuesta menos de 120 euros. Y si lo que te van son los modelos con una estética más clásica, echa un vistazo a las bolsas que ha creado Filson con la colaboración de Steve McCurry y David Alan Harvey. Ahí es nada. Tienen una pinta fantástica, pero, eso sí, son bastante caras: cuestan entre 245 y 425 dólares (de 200 a 350 euros aproximadamente).
3. Baterías
No importa si tenemos una compacta sencilla, una bridge, una cámara sin espejo o una DSLR avanzada. Sea cual sea nuestra cámara, a menos que utilice pilas (las usan relativamente pocos modelos), nos vendrá de maravilla una segunda batería que impida que nuestra cámara nos deje tirados en el momento más inoportuno. Incluso puede ser interesante tener más de una batería de repuesto si, por ejemplo, solemos practicar fotografía de naturaleza o cualquier otra modalidad que nos mantenga alejados de los enchufes durante mucho tiempo.
Cada modelo de cámara utiliza su propia batería, por lo que es difícil precisar su precio, pero podéis haceros a la idea de que las más económicas suelen costar unos 10 euros, y las más caras pueden superar los 60 euros «sin despeinarse».
4. Tarjetas de almacenamiento
Si estás pensando en hacerte con una de las nuevas tarjetas SDXC o SDHC de alta capacidad que están llegando al mercado, echa un vistazo a las nuevas SDXC UHS-I Speed Class 3 de 256 gigabytes que acaba de presentar Transcend, y que, según esta marca, llegarán a las tiendas antes de que comience oficialmente la Navidad. Aún no conocemos su precio, pero es probable que el modelo de más capacidad no sea barato. Otras tarjetas interesantes que también alcanzan los 256 gigabytes son las Class 10 UHS-I SDHC y SDXC de Kingston, que ya están disponibles por algo menos de 200 euros.
Si te importa más el rendimiento que la capacidad porque necesitas regalar o comprarte una tarjeta que te permita grabar vídeo UHD/4K, una buena opción son las nuevas tarjetas XQD de Sony, capaces de alcanzar una velocidad de lectura de 400 MB/s y de escritura de 350 MB/s. El modelo de 32 gigabytes cuesta 229 euros. Las XQD de la anterior generación son un poco más lentas, pero también algo más económicas. El modelo de la serie S de 32 gigabytes, por ejemplo, cuesta 220 euros y alcanza una velocidad de lectura y escritura máxima de 180 MB/s, que no está pero que nada mal.
5. Grips
Desafortunadamente, no todas las cámaras nos ofrecen un agarre cómodo y estable. La ergonomía de muchos modelos mejora sensiblemente si les instalamos un grip adicional, por lo que merece la pena contemplar esta posibilidad. Además, muchos de ellos nos permiten alojar en su interior una o incluso varias baterías adicionales, lo que nos ayuda a incrementar mucho la autonomía de nuestra cámara.
Las opciones que tenemos pasan por hacernos con un grip oficial para nuestra cámara, como, por ejemplo, las dos empuñaduras MHG-XT que ha recibido la estupenda X-T1 de Fujifilm (109 euros), pero también podemos decantarnos por modelos «clónicos», y, por tanto, no oficiales, que siempre son más baratos, o, incluso, por empuñaduras especiales, como la que ha diseñado Richard Franiec para la muy interesante G7 X de Canon (cuesta unos 35 euros).
6. Flashes
Vamos ahora con otro de los accesorios que no puede faltar en el equipo fotográfico de cualquier profesional o aficionado ambicioso: un buen flash de mano. Los fabricantes de cámaras suelen ofrecernos flashes de una calidad interesante, pero también podemos recurrir a firmas especializadas, como Metz, Nissin o Yongnuo. A nosotros nos gustan mucho los de la primera marca por su gran calidad, pero los de las dos últimas destacan por su alta relación calidad/precio, por lo que nos parecen una opción que merece ser tenida en cuenta. Podemos encontrar flashes externos con prestaciones interesantes desde unos 50 euros, pero un modelo profesional puede superar los 300 euros sin inmutarse.
7. Difusores y reflectores
Si te gusta hacer retratos, o bien quieres hacer feliz a un incondicional de este tipo de fotografía, regálate o regálale una buena ventana difusora o un paraguas reflector. Si tu presupuesto no es muy holgado, echa un vistazo a eBay. Allí podemos encontrar reflectores de todo tipo (dorados, plateados, multicapa, circulares, triangulares, etc.) a precios bajísimos (hay opciones interesantes por unos 20 euros). Y si quieres ir a alguna marca con productos de mucha calidad que te aseguren una durabilidad interesante, echa un vistazo a los catálogos de Phottix, Walimex y Westcott. Una ventana de luz octogonal con rejilla de Phottix puede salirnos por poco más de 80 euros.
8. Pies de estudio
Si lo que buscas es un buen pie de estudio para soportar una ventana de luz, un reflector, un flash o un fondo, por ejemplo, asegúrate de elegir un modelo bien construido que te proporcione un servicio satisfactorio durante muchos años. Algunas marcas con productos interesantes son Walimex, DynaSun, Ravelli o Phottix. Sus precios oscilan entre los 20 euros que cuesta un trípode para flash de estudio fabricado por Phottix, hasta los 125 euros de un conjunto de pies y un fondo para estudio de Ravelli.
9. Correas para cámaras
Reemplazar la correa que viene por defecto con nuestra cámara por una buena correa profesional, robusta y bien pensada, siempre es una buena idea. Y, por supuesto, también puede ser un regalo estupendo para un entusiasta de la fotografía. Como recordaréis, el verano pasado os hablamos de Slide, de la firma Peak Design, una correa profesional con una pinta estupenda que ha conseguido sacar adelante una campaña en Kickstarter. En principio esta correa ya debería estar disponible a un precio de partida de poco más de 20 euros. Por supuesto, hay muchas más opciones interesantes, como las correas de BlackRapid, con una calidad fantástica y una flexibilidad de uso muy apetecible. Esta última marca tiene modelos que van desde los poco más de 20 euros hasta los más de 130 euros que cuesta una correa doble.
10. Objetivos Lensbaby
Las ópticas de Lensbaby no son profesionales, pero la verdad es que representan un buen punto de partida para la experimentación por sus peculiares características. Son especialmente llamativos sus objetivos «ojo de pez», como el que podéis ver en el vídeo que tenéis justo encima de estas líneas. Y, además, su precio es muy razonable (unos 235 euros). Este modelo, en particular, es una óptica con distancia focal de 5,8 mm, un ángulo de visión de 185 grados, una apertura máxima de f/3.5 y enfoque manual. Pero probablemente su característica más llamativa es que es capaz de enfocar a una distancia mínima de 1/4 pulgada (0,635 cm), lo que en un objetivo de este tipo puede darnos mucho juego.
11. Impresoras fotográficas
Este año han llegado a las tiendas varias impresoras fotográficas de muy buena calidad y precios interesantes, por lo que pueden ser un regalo muy apetecible para cualquier fotógrafo que necesite copias en papel bien afinadas. La Pixma iP8750 que analizamos en junio nos dejó un sabor de boca estupendo, y su precio es de lo más razonable para una impresora de su calidad: 299 euros. Otra opción también muy interesante, aunque mucho más cara, es la nueva SC-P600 de Epson, un modelo que aún no hemos podido analizar, pero que, según la marca japonesa, ofrece la mayor densidad de negros del sector. Sea o no así, es probable que su calidad de impresión sea muy alta. Eso sí, si quieres hacerte con ella tendrás que gastarte unos 840 euros.
12. Disparadores remotos para flashes
Ahí va otro regalo interesante con el que podemos ayudar a cualquier fotógrafo a completar su equipo: un buen kit de disparadores remotos. Los más económicos, aunque suelen carecer de compatibilidad TTL, pueden resolver perfectamente las necesidades de un abanico muy amplio de usuarios. Marcas como Yongnuo o Cactus tienen una gama de modelos interesante con precios que oscilan entre 30 y 50 euros. Y si prefieres un kit con la máxima calidad y fiabilidad, y estás dispuesto a pagar un precio más alto, probablemente te gustarán los de PocketWizard. Eso sí, algunos de sus kits pueden superar los 500 euros.
13. Fotómetros
Un fotómetro suele ser la guinda que culmina un buen equipo de iluminación, así que si conoces a alguien que aún no lo tiene, no te lo pienses y regálaselo. Eso sí, los de buena calidad no son baratos, así que este puede ser un buen regalo para alguien especial, o para ti mismo. Dos marcas muy interesantes son Sekonic y Aspen, esta última con los modelos Polaris, aunque hay muchas más. A mí, honestamente, me gustan mucho los de la primera, especialmente productos como el L-478D LiteMaster Pro, que sale por algo más de 290 euros.
Imagen | Eldridge Photo | m01229
En Xataka Foto | 15 cámaras para regalar estas navidades
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