Fujifilm X-T3: Toma de contacto y muestras de la sin espejo APS-C de gama alta que “desafía” a las CSC full frame

Recién presentada pero a punto ya de llegar a las tiendas (lo hará el día 20), hemos tenido la oportunidad de tener una prueba preliminar con la Fujifilm X-T3 de modo que os vamos a contar nuestras impresiones y enseñaros las primeras fotos tomadas con el nuevo modelo. Una cámara que no es sólo la renovación de la gama y el estreno de la cuarta generación de la dupla X-Trans y X-Processor, sino también una declaración de intenciones de la marca.

Y es que, ante la “avalancha” de novedades en mirrorles con sensor de formato completo, Fujifilm refuerza su compromiso con el APS-C, renuncia a pasarse al full frame y declara que “no hace falta reinventar nada”, en clara alusión a uno de los nuevos contendientes del sector. Una competencia que desde la firma afronta con optimismo ya que, dicen, con Canon y Nikon apostando por fin por las mirrrorless se espera que el mercado de este tipo de cámaras crezca aún más de lo que ya lo está haciendo (actualmente es el sector que tira de la industria).

Su intención en este nuevo escenario es ser el nº 1 de los fabricantes de cámaras con sensor APS-C. Un formato que (siempre según Fujifilm) ofrece una calidad más que adecuada y el mejor equilibrio en cuanto a las dimensiones. Para ello ponen el acento en una serie de valores que las diferencian del resto (básicamente, sus muchos años de experiencia trabajando en tecnología óptica, de color y de imagen digital) y se apoyan en un catálogo de ópticas diseñadas específicamente para el sensor recortado.

Velocidad ante todo

Como dos de las principales novedades de la X-T3 están en el campo de la velocidad (de disparo y enfoque), Fujifilm eligió un circuito de karting para probar sus bondades. Allí tuvimos a nuestra disposición varios objetivos, como el Fujinon 16-55 mm ƒ2.8, el 100-400 mm ƒ4.5-5.6 y también un prototipo del Fujinon XF200 mm F2 R LM OIS W, un superteleobjetivo con muy buena pinta que no será puesto a la venta hasta finales de octubre.

Pero antes de ver cómo se comportó la cámara hay que hablar de las sensaciones al cogerla. Lo cierto es que, como ya contamos al anunciarla, exteriormente apenas hay novedades y las que sí tiene hay que buscarlas. Por ejemplo una rueda de ajuste de dioptrías que se puede bloquear (una pequeña gran idea), la inclusión de toma de auriculares o un nuevo diseño de la tapa de conectores pensada para ser extraída (novedades ambas destinadas al campo del vídeo).

La firma ha mantenido sin variar su tradicional diseño retro que se materializa en las ya clásicas ruedas superiores que sí se han modificado ligeramente. Ahora, en las dos grandes, la parte superior e inferior tiene casi el mismo tamaño, lo que hace más sencillo ajustar los parámetros de abajo (modo de manejo y de medición), pero también nos pareció que era algo más fácil moverlas sin querer.

En cuanto a ergonomía y construcción, nada que decir que no apuntáramos ya respecto a la X-T2. El acabado es muy bueno y la ergonomía también, aunque sería ideal que contara con algo más de empuñadura. Esto ayudaría sobre todo cuando utilicemos objetivos como el mencionado Fujinon XF200 mm F2 R LM OIS W, donde el uso del grip opcional (que es de nuevo diseño específico para este modelo) es más que necesario. Eso sí, a cambio, con la empuñadura se consigue un buen conjunto que permite disparar a pulso con cierta comodidad con un objetivo como éste (teniendo en cuenta su peso).

Por lo demás, en principio no parece que se haya tocado el sistema con el que se despliega la pantalla trasera (ahora táctil) en tres posiciones, aunque en esta ocasión nos ha parecido menos frágil que en la toma de contacto con la X-T2.

Prestaciones y rendimiento

Asomados al visor, también renovado al heredar el de la Fujifilm X-H1, la sensación es muy buena aunque es difícil encontrar diferencias con la X-T2 sin tener una para comparar. Lo que sí se nota es lo que ya habíamos apuntado al principio al respecto de la mejora en velocidad. En lo referente a la ráfaga comprobamos que la cámara ahora parece una inofensiva metralleta, y también que efectivamente el blackout es inexistente. Además la cámara ofrece varias alternativas para combinar el obturador electrónico con el mecánico al fin de sacarle más partido (algo que apenas pudimos probar pero que se nos antoja interesante para cierta clase de fotógrafos).

Menos convencidos quedamos con el tema del enfoque, donde sobre todo probamos el AF de seguimiento. Como veis en las fotos (más abajo tenéis una galería), muchas de las tomas consistieron en seguir a los karts combinando el enfoque continuo con la zona amplia de AF para que mantuviera bien nítido los objetos en movimiento. Pues bien, en muchos momentos el sistema iba un poco “a su aire” buscando por todas partes el lugar a enfocar (y denotando por cierto lo de que ahora los puntos de enfoque abarcan todo el cuadro), a pesar de que seguía habiendo un sujeto principal en claro movimiento dentro del encuadre.

Intentamos probar algunos de los ajustes personales para configurar el AF pero el resultado fue similar. Sin embargo, no lo vamos a tomar muy en consideración porque, como suele suceder en estos casos, apenas tuvimos tiempo de investigar en la configuración avanzada de la cámara y menos probarla, y este es uno de esos casos en los que te queda claro que para exprimir la máquina hace falta un periodo de adaptación y pruebas previo; Sobre todo porque las posibilidades de configuración son muchas, pensadas para profesionales de naturaleza o deportes. Por otro lado, lo cierto es que revisando los resultados en aproximadamente el 80% de las tomas de este tipo conseguimos tener el foco donde queríamos.

En cuanto a las mejoras en el ámbito de la detección y seguimiento de caras y ojos, tampoco pudimos probarlas, pero es algo a lo que sin duda tendremos que prestar atención especial cuando podamos hacer una prueba completa de la X-T3. No en vano es algo a lo que se le está dando mucha importancia últimamente.

Saltando ya a la calidad de imagen, como es habitual no hemos podido revisar los archivos RAW. Sin embargo, tal y como comentó un portavoz de Fujifilm, la tendencia es a que la cámara cada vez entregue unos JPEG más acabados por lo que nos hemos basado en los resultados directos y el nivel nos parece excelente, con una muy buena reproducción del detalle y el color. Por lo que toca a esto último, uno de los puntos fuertes de la casa, observamos resultados muy reales. Esto incluye que algunas fotos tengan unos colores algo apagados, lo cual simplemente fue producto de un cielo bastante nublado.

Todas las fotos a máxima resolución en esta galería de Flickr

En cuanto al ruido, el escenario elegido no era muy adecuado para probarlo, a pesar de lo cual hicimos algunas tomas entre 3.200 y 12.800 ISO. A falta de comprobar el ruido que pueda haber en el archivo en crudo, parece que el procesado de los archivos está bastante bien realizado. Porque en los JPEG apenas se observan artefactos, y sólo en la sensibilidad más alta que hemos dicho se aprecia claramente un lavado de la imagen. Habrá que esperar a una prueba posterior más exhaustiva para poder comprobar hasta qué punto han mejorado aspectos como la calidad de imagen, el rango dinámico o la relación señal/ ruido con la nueva generación del sensor.

Conclusiones

Evidentemente no son definitivas, porque aunque fueran unidades finales ya decimos que la prueba fue breve y, sobre todo, insuficiente para testear todas las capacidades de un modelo de gama alta como es la Fujifilm X-T3. Aún así, parece claro que la apuesta de Fujifilm es más que sólida, con una cámara más capaz sobre todo en el tema de la velocidad, ese que hoy día parece ser tan importante, pero manteniendo unas excelentes cualidades en el campo de la calidad.

Otra cosa es ver cómo queda la parte más alta del catálogo de la casa donde tres cámaras luchan por ser consideradas el modelo estrella. Ahora mismo este sería la X-T3, claramente por encima ya de la X-Pro2 (por cierto, según un portavoz de Fujifilm, de momento sin noticias sobre una posible tercera versión) pero muy, muy igualada con la X-H1. No en vano, el nuevo modelo con el que hemos tenido esta toma de contacto también ha mejorado bastante en el campo del vídeo, ofreciendo prestaciones incluso superiores a su hermana cuando, en teoría, éste modelo era el más dirigido a la toma de imágenes en movimiento.

Por lo demás, poco que decir salvo hacer una mención al precio de venta. No suele suceder que un nuevo modelo se ponga a la venta por un precio inferior al de su antecesora. Por eso, aunque este hecho muy posiblemente haya sido motivado por la fuerte competencia que acaba de entrar en el sector mirrorless, no deja de ser una buena noticia y un atractivo más para un cámara muy interesante de por sí.

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