Andreas Gursky puede respirar tranquilo porque sigue siendo el fotógrafo que ha vendido más caro en cuanto a una única fotografía. En cuanto a series o colecciones de fotografías el honor ha recaído, a partir de hoy, en William Eggleston por un total de 5,9 millones de dólares hace unos días.Eggleston , nacido en 1939 en Memphis, es un fotógrafo reconocido por su trabajo icónico así como por sus ejercicios cromáticos los cuales comenzó alrededor de 1965.
Eggleston es considerado uno de los “padres de la fotografía en color” tras su exposición en 1976 en el MOMA de Nueva York. Hecho que convirtió en arte la hasta entonces denostada fotografía en color. En España recuerdo que estuvo en el 2004 acudiendo invitado por la organización de los premios PhotoEspaña y según leí por entonces no pudo resitirse y allí estuvo sacando fotos, todo un personaje.
La producción fotográfica de Eggleston se parece a una revista ilustrada de la vida cotidiana americana, con cientos de imágenes que evocan precisamente eso. De Eggleston se valora su capacidad de convertir en extraordinario lo cotidiano y de llenar de intensidad lo aparentemente trivial. Deciros además que para esta venta, de cada fotografía se hizo una edición limitada de dos copias en inyección de tinta y en un formato inusual para Eggleston de 112/152 cm.
Pero no todas las fotografías de la serie se han vendido por igual, la del triciclo que encabeza la portada, ha alcanzado los 578.000 dólares, otras 350.000 y otras 450.000 dólares. El conjunto así subastado alcanza un total aproximado de 5,9 millones de dólares. Fotografías que por su alto precio se convierten en objeto cuestionado pero con una resonancia visual importantísima. Aunque siempre que entramos a una subasta de arte, como ésta de Christies, el precio parece superar al propio arte en ocasiones (o no).
En Xataka Foto:
Vía | NPhoto | Focus Numerique
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