Existe una delgada línea entre la realidad y la ficción. Entre las muñecas que parecen mujeres y las mujeres que parecen muñecas. El mito de la mujer muñeca en Japón se convierte en objeto de estudio fotográfico a través de las imágenes de Elisa González Miralles. A través de la exposición "Wannabe", esta fotógrafa nos muestra en las paredes de Blank Paper su aproximación a la cultura y sociedad nipona.
Su interés por esa cultura de la mujer muñeca le llevó a Japón para tomar imágenes de chicas, en la mayoría de los casos a la salida del metro, sin interrelación alguna con ellas, simplemente observando, disparando y captando sus rostros sobre un fondo alterado, que las hace abstraerse y ponerse en contraposición con las muñecas que pudo fotografiar en una fábrica.
Las conexiones entre muñeca y mujer pueden verse en el montaje realizado en una de las paredes de la exposición. Espacio donde convive la carne con el latex, y donde el espectador, hipnotizado por los rostros, se pregunta cuáles son las mujeres de verdad. La obsesión de estas jóvenes japonesas por llegar a ese ideal de belleza (inerte) es tal, que muchas se someten a cirugía estética. Por tanto, no siempre es fácil distinguirlas, hasta que nos topamos con el brillo de su piel.
Con este proyecto quiero cuestionar cómo una sociedad y sus estándares determinan el comportamiento de un individuo y limitan el desarrollo de su identidad. Me preocupa que una persona por el hecho de nacer y vivir dentro de una cultura cumple un rol que le viene impuesto, y lo hace inconscientemente, sin preguntarse los porqués, ni plantearse que puedan existir otros caminos.Hablo sobre las chicas que parecen muñecas, sobre la objetualización de estas mujeres al servicio de una sociedad y unas costumbres que generan comportamientos autómatas.
A través de este trabajo, que igualmente podría extrapolarse a otras latitudes por su carácter global a nivel de reflexión sociológica, nos permite descubrir (y ratificar) cómo el ser humano está condicionado por el medio que lo rodea social y culturalmente. "Wannabe" funciona porque nos lleva de una premisa, a priori sencilla, a un conflicto universal como es la pérdida de individualidad.
Lejos de querer reflejar de forma morbosa algunos aspectos de la cultura japonesa, me inspiro en ella para reflexionar sobre cuestiones que nos afectan a todos, especialmente en estos tiempos tan dados a la representación mejorada de uno mismo.
El montaje de esta muestra en sencillo, lo cual nos permite reflexionar también sobre el poder de los nuevos formatos de exposición. Imágenes impresas en vinilo que han sido montadas sobre paneles blancos. No hace falta nada más para que una exhibición sea efectiva y nos llegue con su mensaje discursivo.
En otra de las paredes se han colocado imágenes de mujeres, que ya no están en ese diálogo que nos llevaba a intentar descifrar cuáles eran muñecas y cuáles no, sino que aparecen sin interrelación alguna entre ellas y que, como observamos, corresponden a mujeres más maduras respecto a las demás jóvenes de la muestra.
Según nos comentaba Elisa, puede que sea una nueva línea de reflexión en un futuro proyecto. Pero de momento, nos quedamos disfrutando de "Wannabe", la cual puede verse en la Escuela Blank Paper de Madrid hasta el 25 de junio de 2015.
Le agradecemos a Elisa la visita guiada que nos concedió, y le deseamos mucha suerte con éste y sus próximos trabajos.
Más información Blank Paper Fotógrafa Elisa González Miralles
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