A través del documental Waste Land quiero presentar en esta ocasión al artista y fotógrafo brasileño Vik Muniz. Forma parte de ese grupo de autores que, dejando a un lado la fotografía realista, pero sin dejar de lado la fotografía, se volcó en una manera distinta de crear.
Podría decirse que entra en ese modo de creación que vimos con Chema Madoz. Y al igual que observamos con el fotógrafo español, lo que nos queda de su performance creativa es la fotografía, porque es ella la que después se mostrará en un museo, la que saldrá a subasta, la que el público podrá disfrutar.
Esa idea de la fotografía como objeto, como fin de un proceso creativo, es lo que hace que valoremos a este tipo de fotógrafos. Vik Muniz nos presenta sus fotografías en gran formato. Al observarlas de lejos no podemos captar su significado, sólo al acercarnos vemos que esa obra está creada a base de “dibujar” con diversos materiales (tan dispares como puede ser la basura, el chocolate, el azúcar) que después materializa en fotografías.
En gran parte de su obra, su fuente de inspiración es la pintura así como también lo es la figura de Andy Warhol. De él se inspiró para todos aquellos retratos de personajes en una suerte de vuelta al arte pop o incluso ready made al apropiarse del mismo arte y de los objetos cotidianos para crear un nuevo arte fotográfico.
Si he presentado a Vik Muniz a través del documental dirigido por Lucy Walker, es porque es una excelente manera de conocer el modo de trabajo del fotógrafo brasileño y de cómo funciona el mundo del arte. Así que no perdáis la oportunidad de verlo y experimentarlo, merece la pena.
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