La fotografía debe ir más allá de lo obvio, superar los decálogos, los formalismos y las costumbres. Se trata de un lenguaje con el que expresar lo que sucede, incluso cuando eso puede "atacar" la esencia misma de la fotografía. Victoria Adame quiere hacernos ver lo que ella ve, literalmente, pasándose por alto muchas de las "normas básicas" de fotografía, así será su proyecto Miopía.
Recuerdo mi época de estudiante en la que teníamos que aprender cómo enfocar, de varias maneras posibles, una fotografía con Photoshop, nos argumentaban las razones por las que era obligado enfocar, pero no recuerdo que se nos hablara de esas excepciones que confirmaban la regla, esas como el trabajo de Adame, en la que el fondo es, si cabe, más importante que la forma.
Adame es una fotógrafa cordobesa que acaba de presentarse al mundo como miope, y para hacerlo nada mejor que sacar provecho a la situación, hacer cómplice al espectador que no lo es invitándole a ver el mundo como lo ve ella cuando no usa gafas ni lentes de contacto, sus imágenes, evidentemente desenfocadas, nos permiten adivinar qué es lo que había delante de la cámara. Puestas una detrás de otra las imágenes forman un adictivo e hipnótico recorrido que estimula la curiosidad y nos lleva a querer saber si lo que creemos que vemos es realmente lo que había delante.
Más allá del evidente juego visual, Miopía nos invita a reflexionar sobre el aplastante peso que la visión tiene en nuestra forma de entender el mundo y rompe una lanza a favor de los otros sentidos que también juegan un papel imprescindible en la manera en la que percibimos nuestro entorno. Más allá de lo que vemos hay una serie de estímulos que conforman el total de lo que nos rodea, la visión a veces no es más efectiva que el olor: antes de ver la tienda en la que hacen gofres el olfato ya los habrá delatado.
La textura de ciertos materiales se entienden mejor si, como el terciopelo, los acariciamos. Y aunque dicen que comemos por los ojos, yo prefiero degustar un trozo de chocolate que contemplarlo. El mismo ejemplo encontraríamos con los sonidos.
Nadie podrá ver en este trabajo de Victoria Adame un desarrollo de la técnica fotográfica academicista, lo que encontrará, sin duda, un ejemplo muy valiente de cómo abordar un trabajo fotográfico original y complicado, yo estoy deseando ver este trabajo, que aún está en proceso, colgado en alguna galería y perderme en el mundo de la miopía provisional y sobrevenida.
Victoria Adame | Página oficial | Trabajo miopía
Todas las imágenes han sido publicadas por cortesía de la autora.
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