Desde Meletea, Mnemea y Aoide hasta nuestros días, han sido miles las musas que han ayudado a artistas. Si Da Vinci se inspiró en Lisa Gherardini y en Gian Giacomo Caprotti, García Márquez en su abuela Tranquilina Iguarán Cotes; en fotografía no podía ser menos, y como la lista sería interminable hemos seleccionado 3 mujeres que inspiraron a fotógrafos pero que brillan con luz propia.
Lee Miller, la musa de todos
Miller es una de esas mujeres admirable, fuerte, valiente, hizo lo que quiso en una sociedad donde la mujer hacía lo que le mandaban, fue mucho más que la musa de un artista, se convirtió en el espejo donde mirarse, en un ejemplo a seguir, en una inspiración feminista, se convirtió en la musa de todos.
Desde pequeña, inspiró retratos de su padre, Theodore Miller, del que aprendió la técnica del arte fotográfico. A los siete años la curiosidad que le caracterizará durante el resto de su vida le hizo escaparse de casa para ver investigar cómo funcionaba un tren.
A los diecinueve años conoció al Condé Nast, fundador de la revista Vogue, su presencia, saber estar y fotogenia le hizo conseguir tan joven una portada en la revista que le catapultó como modelo de alto standing. Aunque posó y sirvió de inspiración de fotógrafos como Arnold Genthe, Nickolas Murray y Edward Steichen.
Fue una carrera como modelo fue breve, a los 23, tras posar para Steichen este vendió las fotos a una empresa que fabricaba compresas, que las utilizaron en sus anuncios publicitarios, convirtiéndose en la primera mujer que aparecía en ese tipo de spots, la moralidad de la sociedad de los años 20 le empujaron a acabar su carrera como top model.
Pero el nombre de Miller va unido, casi inexorablemente, al de Man Ray, al que conoce a los 24, con quien hizo innumerables trabajos, son especialmente conocidos sus desnudos, posaba también para Jean Cocteau y se codeaba con Pablo Picasso.
De modelo a artista, a los 25 años se convierte en una respetada fotógrafa que retrata el estilo de vida del moderneo parisino de la época, a los 26 era una de las más exitosas retratistas de Nueva York, algunas de sus fotografías fueron seleccionadas en la exposición The Family of Man realizada en el Museo de Arte Moderno de Nueva York en 1955
Imagen | dalbera
La vida de Lee Miller es más apasionante e intensa, y a los 35 años decidió que el mundo de princesas y muñecas de porcelana que representaba el superficial mundo de la moda no le llenaba, su pasión por la fotografía se unió a su necesidad de investigar en el mundo real y se hizo fotoreportera de guerra.
Fotografió a las víctimas de los campos de exterminio nazis, llegó con las tropas aliadas a Berlín y durmió en la habitación de Adolf Hitler, incluso se bañó en su bañera.
Dormí muy bien en la cama de Hitler. Incluso me limpié el polvo del campo de concentración de Dachau en su bañera. (Lee Miller)
A los 46 se retiró por completo y para siempre de la fotografía, del periodismo y del arte, murió a los 70.
Kate Moss
Moss no destaca por tener una vida ejemplificante. Como viene siendo habitual fue descubierta al azar cuando tenía catorce años por la representante de una agencia. Es famosa por méritos propios: escándalos, drogas, alcohol, anorexia. Su nombre es mundialmente reconocido y firmó el que fue considerado el mejor contrato de la historia de la moda.
Su trabajo como modelo de para la firma Calvin Klein le hizo subir casi a lo más alto, lo que le hizo tocar techo fueron sus fotos en topless. Los expertos en moda aseguran que Moss es un alma libre que marca tendencias, dicen que desde jovencita ya tenía una marcada personalidad que se refleja en su trabajo. Hubo un fotógrafo que vio en Moss a su musa, Mario Testino. Personalmente creo que pese a la experiencia y reconocimiento del peruano, su mejor trabajo lo ha hecho con la modelo, en reconocimiento y agradecimiento a la londiniense, el fotógrafo le hizo un libro, un homenaje retrospectivo de quien fue su** musa, amiga y compañera.**
Ana Curra
Mirando las fotos de Alix podríamos pensar que tiene mil musas, seguramente podríamos escribir un libro sobre "las mujeres de Alix", pero para mí las fotos con Ana Curra tienen algo más, algo diferente que aún no he sabido descifrar. Quizá soy poco objetivo, quizá escribo bajo los efectos de un platonismo mal trabajado, pero Alix no mira a ninguna como mira a Curra. O quizá soy yo, que veo en cada foto un icono.
Su nombre ya era conocido mucho antes, era sinónimo de garitos de la movida madrileña, por ser miembro de grupos musicales como "Alaska y los Pegamoides" o "Parálisis Permanente", porque componía, cantaba, tocaba el teclado y por ser miembro de honor de "La generación Pegamoide".
Vivió una relación que ella misma llegó a calificar "como un cuento de príncipes y princesas" con el malogrado líder de Parálisis Permanente Eduardo Benavente. Después de eso visitó el infierno y volvió. García Alix y ella trajeron muchas fotos de ese viaje de donde no se vuelve...
Fotos de Ana Curra | Publicadas por cortesía de Alberto García Alix
Lee Miller y Kate Moss | Vogue UK
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