Así es, Thomas Struth fue el primer artista vivo que pudo exponer su obra en el Museo del Prado en el año 2007. Hablo hoy aquí de su trayectoria por lo que supone para la fotografía un tipo de obras como las suyas, donde se cuestiona la relación entre el ser humano en su cotidianidad confrontándose a personajes de su pasado, todo ello a través de la historia del arte. Ejercicio que, evitando cualquier plasmación de situaciones cómicas, pudo llevar a cabo en otros museos como el Louvre o el Nacional de Tokio.
Son fotografías que ampliadas y por la concepción del espacio que se nos aparece a gran escala, podrían estar entroncadas (y lo están) con La escuela de Düsseldorf, pero al incluir al ser humano en su representación, el discurso cambia. Refleja en estas fotografías a personas observando los cuadros expuestos en museos, desde diferentes puntos de vista, tanto es así que a veces enfoca a la obra pictórica y en otras ocasiones sólo aparecen los espectadores mirando absortos (o no, porque depende de quién mira) los lienzos.
“Cuando empecé a exponer en museos me planteé la diferencia que existe entre los lugares que acogen a las personas, como aeropuertos o centros de arte. Me pregunté cómo obras de arte sobreviven como tal, sin que se les arranque parte de ese aura que tienen precisamente por la cantidad de gente que las mira.”
No sólo lo que contaba a propósito de su exposición en el Museo del Prado, sino que la jugada fue maestra al exponer dentro de las paredes de la pinacoteca y en convivencia con las obras pictóricas, sus propias fotografías donde retrataba esas mismas salas y la visita de los espectadores.
Aunque este trabajo puede resultar el más interesante de su carrera, no podemos olvidar otras series que también ha ido ampliando con el paso del tiempo, como las fotografías de retratos de familia, la esencia de la naturaleza retratada por su cámara en la selva de Japón, Australia o China, o sus primeras fotografías, la mayoría en blanco y negro donde captaba situaciones urbanas hablando ya de esa relación entre el ser humano y el medio que lo rodea.
De hecho, si echáis un vistazo a su web donde se exponen fotografías desde 1977 a 2002, podréis observar como divide su obra en arquitectura, retrato, museos, paisajes y plantas. Un fotógrafo que ha dejado su huella en los museos más importantes del mundo, no sólo exponiendo, sino como hemos visto, trabajando en ellos con su cámara. Todo un referente a seguir para aquellos interesados en la fotografía a gran escala, pero con ideales conceptuales.
Vídeo | Youtube
Fotógrafo | Thomas Struth
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