Gente, autobuses, color, calles, luces y formas. La obra de Saul Leiter respira un aura que pocos fotógrafos son capaces de otorgar a sus fotografías. El fotógrafo, fallecido en 2013 tres meses antes del estreno de un documental sobre su vida, fue un referente de la fotografía urbana que retrató como pocos la Gran Manzana a pie de calle y convirtiéndose en uno de los pioneros del uso del color con un estándar de calidad altísimo gracias a su formación artística.
El pintor fotógrafo
Saul Leiter nació en Pennsylvania en 1923, y su primer contacto con la fotografía fue a los 12 años cuando su madre le dió su primera cámara. Con 17 años mientras estudiaba teología se interesó por la pintura, y unos años después, en 1946, se mudó a Nueva Tork donde gracias al artista Pousette-Dart y el también fotógrafo W. Eugene Smith decidió dejar los óleos a favor de los haluros de plata.
Sus conocimientos en pintura y la influencia de Pousette-Dart marcaría para siempre su estilo, apreciando que en todos sus trabajos buscó la geometría, la composición inusual y posteriormente fue un maestro del color, convirtiéndose en uno de los primeros fotógrafos que lo usaron como elemento clave en sus trabajos.
Su carrera se centró en la fotografía de moda y editorial en publicaciones como Show, Elle, British Vogue, Queen y Nova. Posteriormente durante la década de los 50, su trabajo en color llamó la atención de Esquire y Harper’s Bazaar. Durante los siguientes 20 años en los que desarrolló su carrera profesional desarrolló su trabajo más personal y conocido, el que desarrolló en las calles de Nueva York.
Viandantes, geometría, luz y sombra
Si hay algo que se respira en el trabajo de Saul Leiter es el espíritu de Nueva York a través de las fotografías realizadas a los habitantes de la ciudad, que no solo transmite el estilo de vida moderno y cosmopolita que se vivía en la Nueva York de los 40 y los 50, sino que también nos hace llegar el dominio experto de los elementos formales, propio de un fotógrafo que ha automatizado y pulido el proceso de realización fotográfica.
Fue uno de los primeros fotógrafos considerados 'fotógrafo urbano de Nueva York', y su estilo siempre radicó en emplear la fotografía no como medio narrativo sino como una forma de ver, inmortalizar e interpretar momentos. Hay momentos de amor, de la deshumanización de una ciudad global y hay personajes encuadrados en un espacio privilegiado convertidos en postales eternas. Leiter sobre sus primeros trabajos en color, dijo...
Me han descrito como un pionero. ¿Soy un pionero? No sé si lo soy. Quizá lo sea. Quizá no. No importa si lo soy o no.
Durante los 40 y 50 junto a sus coetáneos Robert Frank y Diane Arbus, desarrollaron la Escuela de Nueva York junto a Jane Livingstone. Estos fotógrafos documentaron la energía tras los duros años de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial que desembocaría en una profunda turbulencia social a principios de los 70. Se caracterizaron por ser fotógrafos profesionales en revistas pero que dejaron huella con su trabajo personal, que se identifican con el look 'noir' y en clave baja. Usaban cámaras y película barata y trabajaban con luz natural en las ciudades.
A principios de los 50 Edward Steichen mostró su trabajo en la exposición Always the Young Stranger en el MoMA, del que era director de la sección de fotografía. En 1948 empieza a realizar sus primeros trabajos en color, que para finales de los años 50 le valdría cierta atención en un par de magazines. La cantidad y calidad de sus fotografías ha hecho que se conviertan a dia de hoy en imágenes fundamentales de un pionero y que quedaron recogidas en 'Saul Leiter: Early Color'.
El desarrollo de su trabajo en color le convirtió en el fotógrafo con uno de los mayores catálogos en color de su época, seguido de cerca por Helen Levitt. Aún en color, como señalábamos con sus fotografías en blanco y negro, Leiter no busca la asfixia urbana de una ciudad con un crecimiento exponencial. Encontramos lirismo, poesía visual para deleitar las retinas haciendo un uso impecable del color de una de las ciudades más policromáticas del mundo. Probablemente, por eso su trabajo nunca envejece y conserva toda su frescura. Como el propio Leiter dijo...
Pasé gran parte de mi vida siendo ignorado, pero fui feliz así. Ser ignorado es un gran privilegio. Así aprendí a ver que los otros no ven y a reaccionar de manera diferente. Simplemente contemplaba el mundo sin esperar nada en concreto.
Carácter, legado y muerte
Saul Leiter dejó un gran legado y fue un fotógrafo de referencia para las generaciones venideras. Murió el 26 de Noviembre del 2013 y fue un autor importantísimo que marcó un antes y un después. Hasta la llegada de Saul Leiter y otros fotógrafos importantísimos del color como William Eggleston, nadie había empleado el color de forma tan incisiva en sus trabajos como un elemento protagonista.
Además de 'Saul Leiter: Early Color' en 2006, su trabajo queda completo con 'Saul Leiter' en 2007 y 'Saul Leiter: Black and White' en 2008, además de otras tres retrospecticas editadas en 2008, 2011 y 2013. Sus obras se han exhibido en los mejores museos del mundo, y en 2008 aterrizó por primera vez en París gracias a la Fundación Henri Cartier-Bresson.
Leiter murió tres meses antes de estrenar 'In No Great Hurry - 13 Lessons in Life with Saul Leiter', un documental que repasó la figura del fotógrafo, grabado entre 2010 y 2011.
Parte de su característica personalidad fue la gran modestia de la que hacía gala; en el documental, dice...
¿Pionero del color? Creo que si sabes lo suficiente sobre fotografía, te das cuenta de que nada es realmente nuevo [...] Yo pensé que un libro ('Saul Leiter: Early Color') era para Cartier-Bresson, Walker Evans o André Kertész, cuya obra adoro
Sitio Oficial | Saul Leiter en Howard Greenberg
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