El pasado 7 de junio falleció Roger Mayne, uno de los fotoperiodistas británicos más admirados del siglo XX. Se ha ido, pero, afortunadamente, nos queda su legado, en el que destaca especialmente la extensa colección de fotografías urbanas que tomó en las calles del oeste de Londres durante la década de los 50 del siglo pasado.
Algunos estudiosos de la historia de la fotografía han definido la obra que Mayne elaboró durante esa época como «fotografía humanitaria» por una razón con calado: consiguió mostrar la vida de la clase trabajadora londinense, y en especial de los niños, con una fuerza sobrecogedora.
Su obra ha sido expuesta en galerías y centros de arte de «primera división», como la National Portrait Gallery de Londres, la Galería Tate de Liverpool, la Galería Victoria de Bath o el Museo de Victoria y Alberto de Londres. Un apunte interesante: en los años 60 se pasó a la fotografía en color y dedicó una parte de la obra que elaboró en esa época a España y Grecia. Sirva este post como merecido homenaje a uno de los grandes de la historia de la fotografía.
Imagen | Roger Mayne, «Chicos fumando en el oeste de Londres», 1956
Vía | The Guardian
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