Con 101 portadas en la revista LIFE y otras tantas portadas y fotoenseayos para las revistas Look, Paris Match y Stern, uno no puede negar que Philippe Halsman tenía un talento especial para crear imágenes únicas. Todas sus imágenes calaron tan profundo en el imaginario visual de la época, que Halsman se ha convertido en una leyenda cuando hablamos de fotografía de retrato.
Marilyn, Einstein, Dalí o el poeta Cocteau fueron unos cuantos de los habituales en sus trabajos. Como creador de la 'saltología', hizo dar brincos a decenas de celebridades para mostrar "su verdadera cara". La historia de un fotógrafo que consiguió inmortalizar a algunas de las personalidades más importantes del siglo XX.
De la ingeniería a la fotografía
Halsman comenzó su carrera profesional formándose como ingeniero en Dresde, cuando a sus 22 años fue acusado de parricidio cuando en una excusión junto a su padre, se despeñó y murió. Con la sombra antisemita cerniéndose en Europa, Philippe ingresó en prisión por cuatro años, condenado a trabajos forzados y al ayuno completo durante el día en el que su padre murió. Pudo salir tras cumplir dos años de condena gracias a la presión que ejercieron personalidades como Einstein (que apeló a Wilhelm Mikla, presidente de Austria sin recibir respuesta), Sigmund Freud, o los esritores Thomas Mann y Jakob Wassermann, así como a la defensa del periodista y abogado defensor de Halsman, Ernst Ruzicka.
La denfesa del muchacho tuvo una amplia repercusión mediática y aún tras la liberación de Halsman tuvo lugar una campaña en contra de su persona claramente enfocada a su condición judía. Tras este episodio, se le obligó a abandonar Austria y cambió su nombre letón original, Filips Halsmans por Philippe Halsman. Llegado a París, comenzó su carrera como fotógrafo en 1932 con un estudio fotográfico, llegando a trabajar como fotógrafo de moda al captar la atención de Vogue y otros magacines de la época.
De París a Nueva York
La amenaza nazi caminaba sobre la París de 1940, pero gracias a Eleanor Roosevelt y Albert Einstein, pudo viajar a Estados Unidos en 1941 con poco más que su cámara, obteniendo la ciudadanía seis años después. Será en esta etapa cuando Halsman podrá dar rienda suelta a las fotografías icónicas que lo hicieron famoso, especialmente cuando tras unos cuantos trabajos, encontró interesantes propuestas por parte de varias revistas entre las que se encuentran la que más fama le proporcionó, Life y para la que realizó un centenar de portadas.
Connie Ford fue la modelo que le dió su primer empujón. Una joven modelo que a cambio de una sesión fotográfica tan sólo pedía a cambio fotografías para su portafolio. De tal sesión salió una fotografía de la modelo frente a la bandera americana que pondría a Halsman en el punto de mira de la fotografía de moda. Cuando Halsman acudió a la firma cosmética Elisabeth Arden, la fantástica fotografía acabó como soporte para la promoción a nivel nacional de un nuevo pintalabios, el 'Victory Red'.
Empezando a trabajar para Life
Comenzó a trabajar para la prestigiosa revista Life en 1942, consiguiendo una difusión extraordinaria de su trabajo gracias a la publicación, llegando a las 101 portadas en 1970. Se ganó un hueco de honor en el imaginario colectivo gracias a un trabajo lleno de humor, creatividad y una técnica impecable que ponía de manifiesto su virtuosismo tanto para retratar personas como para lograr imágenes únicas.
Cuando Life nombró a Einstein persona del siglo XX, Life ilustró dicha portada con la fotografía firmada por Halsman. en En su libro titulado 'Halsman Sight and Insight', el autor relata que mientras le realizaba la famosa fotografía le preguntó al científico si algún día se lograría la paz. "No, mientras exista el hombre siempre habrá guerras", contestó Einstein.
Posteriormente será el cine (y posteriormente el cine y la fotografía en color) el que tomará el relevo como principal soporte para la publicidad, lo que hará que muchos fotógrafos queden atrás como proveedores de imágenes. No fue el caso de Halsman, que siguió renovándose al aprender y epxerimentar con estas nuevas técnicas. Uno de los ejemplos de esta etapa es la siguiente fotografía de Andy Warhol en el que vemos una dualizada iluminación en rojo-azul que refleja el carácter vanguardista del artista.
Estilemas y características técnicas
Humor
De todos los estilemas que podríamos mencionar para definir la obra de Halsman, una de ellas es inevitablemente el humor. Empleó espejos para deformar la cara de Dalí, y lo fotografió derretido como uno de los relojes de su 'Persistencia de la memoria'.
Trabajar con Dalí debería ser una fiesta, pero conseguir la complicidad que el fotógrafo letón consiguió con el 'enfant terrible' catalán hizo que las fotografías más conocidas del pintor, tengan la firma de Halsman. Pocas de estas fotografías resultaron retratos formales del artista, sino una suerte de experimentos y garabatos que expandieron la creatividad del letón.
Retratos siempre verticales
Pocos trabajos de Halsman hacen uso del formato horizontal, ya que la mayoría de sus trabajos fueron destinados a su uso en revistas, podemos suponer que el uso del formato vertical resultaba mejor para maquetar las imágenes en el papel de los magacines.
Proximidad
Prácticamente todos los retratados de Halsman tienen como mínimo un retrato muy corto, ocupando prácticamente toda la fotografía e incluso ahogando la escena. Podemos suponer que esta era una táctica editorial, ya que un retrato tan cercano impreso en la portada o la hoja de una revista hace que un espectador pueda ver un retrato desde muy lejos, lo que favorece la fácil lectura de una portada, así como una potencial venta.
Este tipo de trabajos los vemos en retratos a Dalí, Churchill, Marilyn Monroe, Louis Armstrong o Muhammad Ali entre otros muchos.
La 'saltología' de Halsman
Halsman siemre puntualizó en relación a todas las fotografías en las que hacía saltar a sus retratados...
En un salto, el protagonista, en una repentina explosión de energía, supera la gravedad. No puede controlar todas sus expresiones, su gesto en la cara y los músculos de sus miembros. La máscara se cae. La persona real se hace visible. Uno sólo tiene que atraparlo con la cámara.
El letón fue el creador de la posteriormente llamada 'saltología', Halsman tenía un regusto personal por el salto. No tanto por el resultado estético, sino por el afán de conseguir una fotografía natural en la que el retratado pierde la pose, adoptando una expresión primigenia de esfuerzo ante el desafío de la gravedad. En mi opinión, las mejores tomas 'saltológicas' son las de personas que tenían conocimientos de baile y que hicieron de estos saltos unas tomas naturales y estéticas, como las de Audrey Hepburn o Edward Villela.
Técnica impecable en los aspectos formales y el contexto
Tachar a Halsman de creativo no es suficiente. El fotógrafo también tenía una visión amplia del contexto y la perspectiva en la que se enmarcarían sus fotografías. Gracias a ello, supo crear imágenes únicas que sabía que se clavarían en las retinas de sus espectadores.
Un gran ejemplo de ello es el retrato que realizó a Marilyn en 1952, componiendo a la modelo entre una pared blanca y una puerta de armario oscura, con gesto pícaro, un vestido palabra de honor con una sonrisa enmarcada en un labial rojo. La sugerente fotografía, publicada en Life, hizo suspirar a todos los hombres de Estados Unidos, catalogada como una de las mejores fotografías de la actriz.
Entre otras técnicas formales se encuentran innumerables composiciones originales y creativas empleando objetos diversos como un tanque de metacrilato lleno de agua, un par de piezas de ajedrez o en el caso de la mítica 'Dalí Atómico', una silla, un par de gatos, un cubo de agua, un caballete y un lienzo.
Retrospectivas y muerte
A finales de los 70, la International Center of Photography le dedica al letón una retrospectiva de su trabajo, publicado en cinco libros que se convirtieron en 'best sellers' y forman aún hoy en día un documento imprescindible de la obra del artista. Referente para la posteridad del 'retrato psicológico', compartió el retrato psicológico con otros fotógrafos como Richard Avedon, Irving Penn, Alfred Eisenstaedt o Yousuf Karsh.
Philippe Halsman muere el 25 de junio de 1979 en Nueva York sabiendo que su trabajo sentó cátedra, convirtiéndose en uno de los grandes maestros de la fotografía del siglo XX.
Fuentes | National Portrait Gallery, Smithsonian Magazine, Oscarenfotos, Magnum Fotos
Sitio Oficial | Philippe Halsman
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