Comentaban hace algún tiempo la historia de Miroslav Tichý en olemiarte.com. Merece la pena conocer la vida de este fotógrafo considerado artista por algunos, loco por otros y vagabundo, en ocasiones. Pude ver sus fotografías el año pasado y me impresionaron bastante.
No resulta raro que en el mundo del arte las miserias saquen lo mejor de los artistas y los ejemplos de ellos son innumerables en la Historia del Arte. El año pasado tuve la ocasión de acercarme a ver la retrospectiva que la Sala de Exposiciones San Benito, en mi ciudad de Valladolid, le dedicó durante el mes de Julio del año pasado (al poco de fallecer en abril de 2011 a los 85 años).
Impresiona y desconcierta. Imágenes provocadoras que reaccionan cual elementos de una reacción química entre fotografía y espectador. Desconcertantes en ocasiones. Hijo de un sastre y conocedor de la Segunda Guerra Mundial en sus propias carnes, estudia en Escuela de Bellas Artes de Praga. Posteriormente, y tras huir de la policía checoeslovaca, vive como vagabundo e indigente. Durante bastantes años es considerado por la policía de Checoslovaquia de entonces como un enfermo mental. Resulta internado en numerosos psiquiátricos y prisiones.
Hacia 1960 se construye con materiales de deshecho una cámara fotográfica, dedicándose desde entonces a realizar retratos de mujeres, en plan voyeur, que luego revelaba de manera totalmente descuidada en su chabola y sobre los más diversos materiales a modo de soporte (como cartones viejos y cartulinas que recogía).
Hacia el año 2000 un crítico de arte, Harald Szeemann, le descubre y organiza su exposición en la Bienal de Arte Contemporáneo de Sevilla en 2004.A partir de ese momento gozó de gran prestigio y sus trabajos recorrieron las salas de Madrid, Palma de Mallorca, París (en el Centro Pompidou) o en el prestigioso ICP de Nueva York.
A pesar del reconocimiento tardío de Tichý, es considerado por algunos como uno de los principales transgresores de la Historia contemporánea actual de la Fotografía, Su fotografía tienen ese encanto de lo imperfecto y antiguo, de lo artesanal mezclados con una mirada tremendamente inquietante en ocasiones.
Vía | Olemiarte.com
Vídeo | El Norte de Castilla
Ver 6 comentarios