Masao Yamamoto es un fotógrafo japonés muy peculiar. Pintor de profesión pero fotógrafo por vocación, comparte fotografías de pequeño formato deliberadamente envejecidas que intentan evocar recuerdos felices y reflexiones sobre la naturaleza.
Con más de 15 años de trayectoria profesional exponiendo su trabajo, sus series han viajado por todo el planeta ocupando algunas de las galerías más importantes del mundo y ha editado sus fotografías en ocho libros.
Biografía
Masao Yamamoto nace en Japón en 1957 en Gamagori, en la Prefectura de Aichi. Aunque quiso estudiar pintura al óleo pero la fotografía le cautivó como medio principal para plasmar sus ideas mejor que el pincel.
Profundamente movido por la filosofía zen y el taoísmo,
bajo la firme creencia de que la meditación juega un rol esencial en el desarrollo del ser humano. Este aspecto hace que sus fotografías representen, como hace Lao Tsé, el máximo contenido con el mínimo continente.
Fotografía de Masao Yamamoto
Descritos como 'haikus visuales', sus trabajos retratan objetos pequeños fotografiados individualmente que hace que el espectador vea, piense, reflexione e incluso bucee entre su memoria para sugerir cuestiones acerca de la vida del ser humano.
Las fotografías de Yamamoto han sido incluídas en las colecciones del Victoria & Albert Museum en Londres, el Philadelphia Museum of Art, el International Center of Photography de Nueva York entre otros muchos, convirtiéndose en una importantísima figura de la fotografía contemporánea.
Masao Yamamoto, el amo de la fotografía minimalista
Si algún término define el contenido de Yamamoto, ese es fotografía minimalista. Como un haiku, el trabajo de Masao Yamamoto es una imagen simple que pretende poner de manifiesto algunos aspectos de la filosofía y la forma de ver la vida orientales que en occidente nos cuesta entender.
Fotografía de Masao Yamamoto
La fotografía, como continente, se convierte en un organismo vivo, como un pequeño hijo que el autor moldea como un padre moldea a su hijo transmitiéndole sus valores. Pequeños pedacitos sobre los cuerpos, la naturaleza, la vida y la muerte así como el papel del ser humano en todos estos puntos.
Cada papel es único, y si bien es envejecido prematuramente, se tinta y maltrata a base de arañazos y rascaduras sin afectar a su belleza estética y poética; más bien ponen de resalto que las fotos no son sólo fotografías: son elementos orgánicos que duran siglos pero que también envejecen y acaban por destruirse. Como los seres humanos.
Fotografía de portada | Masao Yamamoto
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