Splash. Las onomatopeyas son palabras creadas en base a un sonido. La palabra “onomatopeya” viene del griego “onomatopoeia”, formada por “onoma” (sonido, palabra) y “poieo” (crear). Por eso, esta onomatopeya me parece más adecuado para describir el trabajo de Bill Cahill. Trabajo que podríamos enmarcar dentro de la fotografía de alta velocidad. Cahill que se define a sí mismo como fotógrafo de productos y líquidos, se tiene bien ganada esa reputación. No hay más que ver este vídeo para darnos cuenta de las increíbles posibilidades creativas que ofrece este campo.
Trabajos que rozan el hiperrealismo como si hubieran salido de factoría Pixar es lo que, en mi humilde opinión, mejor describiría los resultados que Bil Cahill obtiene. Pues es que es innegable que sus resultados tienen un toque especial procedente de una técnica muy depurada, una iluminación que roza la perfección y un ‘renderizado’ muy al estilo 3DStudio.
En casi todas sus series comerciales podemos observar como los líquidos toman protagonismo para presentar de una manera muy original el concepto o producto que se quiere vender en cada momento (como en el casco ciclista que vemos bajo de estas líneas).
Según revela el propio autor, para conseguir gran parte de estos efectos, experimentó sobre el uso de corrientes de aire para empujar el agua a su alrededor. “Así que lo que hice es tener un pequeño cubo con un péndulo para tirar el agua en el aire (sí, en el aire). A continuación, puse un ventilador en la parte superior y un ventilador en la parte inferior. Cuando el viento golpea el agua, el agua se abre y toma formas diferentes. El truco consiste en capturar el efecto antes de que el viento convierta el agua en trozos. Dicho momento solamente sucede durante unas milésimas cuando ambas corrientes de aire “soportan” el agua”. Dicho así, parece fácil pero no lo es. Mucho ensayo, trabajo y estudio hay detrás de estos trabajos para alcanzar este nivel de calidad.
Vídeo | Bill Cahill Photography inc. en Vimeo
Imágenes | Pop Photo
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