Mugur Chiujdea es un artista rumano que lleva ya muchos años afincado en nuestro país. A pesar de ello, a Mugur le sigue cautivando la vida tumultuosa de nuestras ciudades, la imagen fotogénica de nuestras calles, de nuestros bares y restaurantes que nunca dejan de sorprenderle. Por eso sus fotografías de las calles y/o barrios de Madrid ofrecen una mirada fresca y espontánea.
Mugur mamó la fotografía desde pequeño, acostumbrado a ver a su padre trastear en el pequeño estudio que se construyó en su casa. Por eso no es extraño que empezara a hacer fotos y muy pronto saliera a la luz su pasión por la fotografía, que empezó a plasmar denunciando la situación de abandono de la arquitectura urbana rumana, "en precaria situación por la bárbara piqueta destructora del comunismo" según sus propias palabras.
Desde los inicios, su tema predilecto fue el paisaje urbano y la fotografía social, tratando de contar la historia de las ciudades donde ha vivido a través de sus calles retratadas. Así, con su cámara realizó un recorrido inédito, "redescubriendo el aire romántico de los antiguos edificios, iglesias y calles de una Rumania que recuerda el periodo de Entreguerras".
Tras llegar a Madrid, a comienzos de siglo, Mugur por fin pudo realizar esos estudios de cine y fotografía que no pudo hacer en Rumanía (en la Universidad de Alcalá y posteriormente en otras escuelas de fotografía de la capital), y algo más tarde comenzó a trabajar como corresponsal para Radio France Internationale.
Fotografiando la Cañada Real
Además de participar en distintas exposiciones colectivas y personales en San Sebastián, Cuenca, Barcelona y Madrid, desde el año 2013 se ha involucrado en varios proyectos fotográficos con las ONGs que trabajan en la Cañada Real, ese asentamiento en un zona periférica de Madrid que tantas veces ha sido noticia por el triángulo que suponen chabolismo, miseria y consumo y venta de droga. Tres elementos que no se corresponden con la realidad de una comunidad "a la que le gustaría ser un barrio tan amplio y diverso como muchos otros de Madrid", según Mugur.
Por ello, en su último proyecto, Chiujdea sacó su cámara para fotografiar las calles de la Cañada Real tratando de plasmar la vida de sus habitantes. Sus fotografías son una mirada hacia la intimidad de esta gente, hacia su día a día o sus fiestas, tratando de congelar con la cámara las sonrisas y las miradas de estas personas, que igual podríamos encontrar en la Cañada como en cualquier otro barrio de Madrid.
Su visión intenta limar las diferencias entre dos mundos a través de la ingenuidad que puede aportar una persona criada en otra cultura. Gracias a sus fotos, la periferia y el centro de Madrid ya no parecen tan diferentes e irreconciliables.
Sus fotografías sugieren el ambiente lúdico de la infancia, pero a la vez quiere darles la dimensión de documento social que requiere un lugar tan controvertido. En sus imágenes "las mujeres salen a las ventanas, los niños abren las puertas de sus casas y los hombres, sentados delante de sus fincas, tienen un aire patriarcal mostrando el vínculo que tienen ya con esta tierra".
En las fotos "sorprende la sonrisa con la que la gente de Cañada está acostumbrada a afrontar siempre sus problemas, pero también aparecen las texturas y las formas que dan forma a un poblado que lucha por el derecho a existir".
Sin más, os dejamos con unas cuantas más de sus fotos, recomendando también una visita a su web donde se pueden ver otros de sus trabajos fotográficos con las calles de Madrid como tema principal.
Página web | Mugur Chiudjdea
En Xataka Foto | Umbrales, de José Luis Sanz: La intimidad de un hombre a través del cuerpo y la energía de las mujeres
Fotografías de Mugur Chiudjdea publicadas con permiso del autor para este artículo