En el siglo XIX, a casi todos aquellos que tenían cierto nivel adquisitivo, les dio por explorar mundo. Lo exótico, lo oriental, las tierras lejanas. Sin embargo no fue el caso de Gustave le Gray, fotógrafo francés que abrió su propio estudio justo en el lugar de Rue des Capucines donde años más tarde lo abriría Nadar, dejó la fotografía de retrato para embarcarse en algo que le daría más oportunidades puesto que había perdido todo su dinero.
Se dedicó entonces a la fotografía de paisaje y fue con las imágenes marítimas cuando consiguió reconocimento. Así empezó a tomar tomas por separado del cielo y del mar para después encajarlas de tal modo que la copia final quedaba perfectamente contrastada. Su investigación fue más allá hasta conseguir que ambos elementos quedasen bien impregnados en una sola toma, por lo cual al obtenerlo, se le considera uno de los precursores de la instantánea fotográfica.
En su "Tratado práctico de la fotografía", propuso el uso del colodión húmedo para papel negativo y fue cofundador de la Sociedad Heliográfica y de la Sociedad Francesa de Fotografía, por lo que su labor como fotógrafo podemos constatar, fue importante, por mucho que muriese pobre y anónimo en El Cairo.
¿Qué nos aporta Gustave le Gray?
Lo que nos interesa de su fotografía con la mirada puesta en el siglo XXI, es si le ha sentado bien el paso del tiempo. Si la pátina añeja nos ha dejado imágenes atractivas a día de hoy. Observando las instantáneas creadas en el mar podríamos decir que nos sigue atrayendo igual que lo hacen los cuadros de Turner, aunque en su redescubrimiento en 1960 fue considerado el Monet de la fotografía.
Si echamos un ojo a su fotografía tomada en Egipto, aquella donde aparecen los personajes junto a los monumentos del lugar, no dejan de ser unas tomas méramente documentales a día de hoy. Igual ocurre con sus tomas de paisajes, bien ejecutados pero que sólo nos sirven como documento histórico pasados los siglos.
No obstante, aunque redescubierto en el siglo XX, no podemos negar que trabajó en pro de la fotografía para que fuese considerada como una más dentro de las bellas artes y que, en cierto modo, encontró un hueco conociéndole en nuestros días por haber sido uno de los precursores de la imagen instantánea. Con ello ratificamos una vez más la importancia de buscar nuestra propia senda con la que destacar y no ser un clon dentro de los diferentes estilos. Os invito a ver sus imágenes del mar y a revisar algunas de sus fotografías en la galería que os muestro a continuación.
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