Álvaro Sanz es un fotógrafo y realizador audiovisual con una manera de ver la vida y la fotografía muy particular. Orgánico, práctico y con una rizada melena leonina, nos confiesa el poco interés que tiene por la técnica y cómo la efervescencia por trabajar lo quema por dentro. Álvaro ha fundado 'Expedición Polar' en el que propone realizar viajes en compañía de otros fotógrafos como método para empujar nuestros límites y conseguir imágenes con un sello propio. Hablamos de esto y mucho más en esta entrevista...
Hola Álvaro, bienvenido a Xataka Foto, encantados de poder contar contigo y con tu trabajo.
Hola, Dani, encantado de hablar contigo y con todos los lectores de Xataka Foto.
La primera pregunta de rigor es, ¿cómo llegaste a la fotografía? Cuéntanos sobre tu formación en Comunicación Audiovisual y si pensaste que tu carrera profesional iba a llegar hasta donde estás ahora.
Llegué a la fotografía pura y dura desde el audiovisual. Curiosamente manejo cámaras de vídeo desde los 12 años, a los 15 colaboraba con la televisión local y a los 16 ya jugaba a copiar VHS de un reproductor a un grabador.
Después estudié diseño gráfico y comunicación visual llevando siempre al terreno de la imagen en movimiento cualquier trabajo en el que me daban un poco de libertad. Durante la carrera me encerré por primera vez en el cuarto oscuro y disfruté mucho con las asignaturas de foto, pero realmente mi pasión por el mundo del videoclip musical me llevaba siempre a investigar más con el vídeo.
Así que después de hacer la carrera estudié un postgrado en realización de cine y televisión, y tardé unos años en empezar a hacer fotos de forma activa. En 2007, en un viaje a Madagascar donde fui a rodar un documental, hice una foto y algo se movió dentro mío y me di cuenta que ese instante, único, ese fotograma, tenía más poder que todas las secuencias que había rodado durante 10 días. Pero hasta hace realmente poco no me sentí con la libertad de definirme como fotógrafo.
Ahora mi trabajo profesional es mitad audiovisual y mitad foto.
Durante tus primeros pasos en la fotografía, ¿tenías referencias de otros fotógrafos? ¿fuiste autodidacta o te formaste especialmente como fotógrafo en algún centro?
Además de apasionarme el mundo del vídeo y la música, mi pasión desde pequeño son las montañas.
Comencé a escalar en el 89 y miraba revistas de montañismo, muchos documentales y todos mis referentes eran fotógrafos anónimos, pero muchas piedras, mucho outdoor, muchos senderos y montañas nevadas. Grababa "Al filo de lo imposible" en VHS y lo veía tantas veces que sabía los textos de Sebastián Álvaro perfectamente. En la Universidad, el maestro de Ricard Guixà, en primero de carrera nos presentó a todos los grandes, y claro, nos habló del sistema de zonas, nos metió en el cuarto oscuro, nos habló de Adams, de Cartier-Bresson... Y después, cuando empecé a dar clases en la Universidad me formé, estudié e investigué una serie de autores y épocas.
Nunca he estudiado fotografía pura y dura, más allá de las asignaturas en la Universidad. Pero ¿sabes? el otro día hablaba con un compañero y decíamos que hay muchos grandes fotógrafos que son diseñadores gráficos. Creo que estudiar cuatro años asignaturas como estética, sociología, historia del arte, historia del diseño, teoría de la forma, color... te dan unos conocimientos muy sólidos que acabarás aplicando en la fotografía, sea cual sea tu estilo. Hasta las clases de tipografía son aplicables! ¿Sabes las horas que pasábamos poniendo los ojos achinados para ver las manchas que generaban los textos, si caía hacia un lado, hacia otro...?
En la actualidad, eres el responsable tras 'Expedición Polar', ¿podrías explicarnos en qué consisten estos viajes? Explícanos 'Despierta' e 'Inspira' y en qué consisten.
Básicamente, Expedición Polar son viajes en los que el alumno sabe poco de lo que se va a encontrar porque no hay un guión fijo. Llevo ya unas 60 por toda la geografía española, pero también hemos estado en las Islas Lofoten, varias veces en las islas suecas, en Marruecos, Eslovenia...
Yo tengo una teoría preparada, pero si se pone a nevar la cambio del todo y me pongo a hablar de exposición o de enfoque, y si hay alguien que da juego, saco un reflector y nos ponemos a jugar con él. Lo más importante para mi es entender la luz, divertirse, viajar, compartir y salir de ahí con ganas de hacer fotos y de transmitirlo. ¿La hiperfocal? ¿Eso te ayuda a despertar para ver el amanecer? No. Pues no lo explico. Pero es raro un curso mío en el que el despertador no suene de madrugada. Y de ahí viene el "Despierta" un evento que celebro dos veces al año y que es gratuito y no requiere ningún nivel fotográfico.
En el Despierta invito a todo el mundo a hacer fotografías en el amenecer y a compartirlas en las redes con #despiertafoto. En Instagram ya hay bastantes de los distintos que hemos hecho hasta ahora. En cada edición llegan a participar 400 personas.
El próximo es el 20 de marzo y en la web explico como participar y compartir la foto. Además este año hemos incluido una parte de concurso, que parece que así más de uno no se verá tentado a quedarse en la cama. El Despierta es absolutamente emocionante, la gente en las redes comparte su historia, lo que está viviendo, y sabes que en algún rincón de la geografía hay más gente haciendo lo mismo. Surgen historias preciosas, de gente que se encuentra por casualidad en el mismo lugar y no se conocían...
Y el Inspira, es el hermano mayor de todos los eventos. Nos reunimos en Siurana de Prades, en Tarragona, en las montañas y durante un fin de semana hay conciertos, charlas creativas, talleres, mesas redondas... todo alrededor de la fotografía, la creatividad y las montañas. Llevamos 4 años y nos movemos entre las 150 y las 200 personas. Lo hacemos coincidir siempre con San Juan y tiene un componente de bienvenida al verano muy importante.
¿Por qué crees que es importante realizar viajes con más fotógrafos si en la fotografía se intenta buscar 'la fotografía única'?
Es que en un viaje colectivo es cuando más te tienes que forzar a buscar tu autenticidad y tu propio estilo. Es la mejor escuela porque ves las fotos de los demás y es cuando dices: "uix, estamos haciendo todos lo mismo". Y te fuerzas, buscas, piensas... porque no quieres hacer lo mismo que los demás. Al utilizar las redes sociales como Instagram nadie quiere subir la misma foto que un compañero ha subido hace cinco minutos.
En realidad es la mejor forma de aprender y obligarte a buscar tu foto y tu mirada. Yo nunca les hago hacer la misma foto o les digo "mirad, desde aquí podéis pillar ese árbol y os quedará muy bien". Si veo a alguien haciendo una foto y detrás otra persona enganchada encuadrando de forma similar digo "chicos! venid que tengo que contaros algo..."
De Mònica Bedmar, mi pareja, aprendemos mucho en las expediciones. Ella es capaz de estar en el mismo lugar que todos nosotros pero sorprendernos siempre con su punto de vista. Parece que no hayamos convivido con ella en el mismo lugar. Su mirada es única, su forma de fotografiar es única, así que no importa si va sola, conmigo o con 15 personas más.
Además de fotografías, en tu portafolio podemos ver multitud de piezas audiovisuales como videoclips, teasers e incluso documentales a los que les has imprimado tu estilo que tanto remite a la naturaleza y lo orgánico. ¿el vídeo sigue siendo uno de tus campos principales?
Es muy curioso porque el vídeo ha ido entrando y saliendo en los últimos años.
Hubo una época en la que no quería volver a él, pero me encanta contar historias en el tiempo. Y cuando me pongo a montar, y añado la banda sonora, y las imágenes comienzan a cabalgar... uf, eso es magia pura. Digamos que ahora hago vídeos únicamente si hay un encargo o un proyecto claro, aunque sea autofinanciado.
No grabo nunca por grabar. Pero sí hago fotos por hacer.
Hablemos del documental 'Horizonte Norte' en particular, ¿qué podrías contarnos? Tanto por logística como por esfuerzo físico debe haber sido un proyecto colosal.
Lo colosal ha sido lo que ha hecho mi amigo Juan, que se ha pegado desde Chile a Alaska en bicicleta. Yo me encontré con él en Colombia, Panamá, California y Alaska.
Horizonte Norte ha sido el proyecto más grande en cuanto a esfuerzo físico, a logística y el componente de hacerlo en solitario ha sido muy potente. Cuando vas cargado con 18kg a tu espalda y llevas 4 baterías, una cámara de cine digital, cámara de fotos, varias lentes, micros, pilas, saco de dormir, esterilla, comida, spray para los osos... hay un momento en el que quieres tres ayudantes.
Pero soy muy muy exigente con el trabajo, y sentir que todo ese material lo he rodado yo, y que hemos financiado el rodaje, mis viajes y toda la logística entre Juan y yo me hace sentir muy feliz. Ahora estamos en fase de montaje porque tenemos muchas horas de material ya que Juan, el protagonista, también es cámara y se grababa cuando yo no estaba. Lo titánico viene ahora, que estamos empezando a montar.
Por suerte cuento con la gente que trabaja en mi equipo, que se han implicado en él y Montse Capdevila ha tomado las riendas del montaje y por detrás Juan y yo nos peleamos poniendo y quitando planos moviendo las manos en el aire.
Para finalizar y poniéndonos un poco trascendentales, me gustaría que me explicases cómo se entrelaza la filosofía con tu trabajo en el campo de la fotografía y el vídeo.
Realmente te diré que no tengo ninguna filosofía clara, no sigo a nadie en concreto y menos que tengan relación con la foto. Soy un loco de figuras como John Muir o Shackleton, y el mensaje que dejaron escrito es el que me inspira tanto a la hora de crear mis imágenes como a la hora de abordar los proyectos o gestionar a mi equipo. Es raro que me veas con un libro de fotografía o con un manual para mejorar mis retratos.
De Tarkovski, el director de cine ruso he aprendido más que de ningún fotógrafo. Cada una de las palabras que recogen los pocos libros que hay publicados en español (que son los que he leído) son pura inspiración. Me gusta mucho estudiar otras disciplinas para llevarlas a la fotografía, cuando escuchas una canción de Nick Drake empiezas a ver imágenes y sus palabras y sus manos moviéndose por la guitarra empiezan a evocarte imágenes.
Hoy en día ya suena a tópico pero creo que cada uno de nosotros tiene que hacer lo que sienta, lo que realmente le haga feliz, y dentro de 30 años nuestras fotografías tienen que seguir hablando de nosotros mismos. No puedo hacer una foto y tratar de que pase a formar parte de mi archivo porque es un HDR, o porque coloqué una lente de aproximación rarísima y que nadie había utilizado antes. Yo quiero que mis fotos hablen de mi, y cuando sea mayor verlas, y sonreír porque recuerdo cada persona que aparece en ella, cada sendero que recorrí o cada gota de lluvia que me mantuvo encerrado en la tienda de campaña.
Cuando te despiertas a fotografiar el amanecer con un grupo de amigos en el desierto lo último que piensas es en la velocidad de obturación.
Bueno Álvaro pues esto es todo. Muchas gracias por tu tiempo, esperamos poder seguir tus pasos en Xataka Foto.
Un abrazo a todos!
Sitio Oficial | Álvaro Sanz
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